Murphy, que se sentía profundamente preocupado por el desastroso vertido de petróleo de la plataforma Deepwater Horizon en el Golfo de México hace diez años, centró su investigación en ello para así ayudar a informar sobre futuras estrategias de mitigación de vertidos de petróleo.
En la investigación, simularon la neutralización de derrames de petróleo dentro de botellas, combinando el lodo de los primeros centímetros del lecho marino del Ártico con agua de mar artificial y gasóleo o petróleo crudo, junto con diferentes enmiendas nutritivas a distintas concentraciones.
Estas simulaciones demostraron que las bacterias que degradan el petróleo de forma natural en el océano son las primeras en responder a un vertido de petróleo.
Nuevos sistemas de secuenciación genómica han permitido revelar que Bacterias como la Paraperlucidibaca, la Cycloclasticus, la Oleispira, la Thalassolituus o la Zhongshania, que viven en el mar del Labrador entre Canadá y Groenlandia, son capaces de metabolizar el petróleo. De este modo, limpian el océano, asegurando que siga siendo un recurso vital para las comunidades de los alrededores.
Este proceso biotecnológico consistente en aprovechar las capacidades catabólicas de seres vivos, en su mayoría microorganismos, hongos o plantas para recuperar un medio ambiente alterado por contaminantes a su condición natural, recibe el nombre de biorremediación.
Esta biorremediación pertenece a la modalidad de biotecnología verde, que a su vez pertenece al área de medio ambiente, e incluye además la bioenergía y biocombustibles con el uso de microorganismos para generar energía o combustibles como el bioetanol a partir de biomasa; y los biofertilizantes con el uso de bacterias capaces de fijar el nitrógeno o de hongos para regenerar suelos entre otras aplicaciones.
Por ello, la biotecnología que controla y manipula deliberadamente sistemas biológicos, principalmente células o componentes celulares, con el objeto de generar o procesar productos y materias primas, es una de las pocas alternativas que podemos emplear si queremos proteger el medio ambiente, reducir el uso de pesticidas y fertilizantes químicos, a la vez que conseguir plantas más productivas y resistentes que alimenten a la creciente población humana.
Por ello, la biotecnología que controla y manipula deliberadamente sistemas biológicos, principalmente células o componentes celulares, con el objeto de generar o procesar productos y materias primas, es una de las pocas alternativas que podemos emplear si queremos proteger el medio ambiente, reducir el uso de pesticidas y fertilizantes químicos, a la vez que conseguir plantas más productivas y resistentes que alimenten a la creciente población humana.