Un equipo de investigadores de la Universidad de Toulouse ha descubierto ahora que unas plantas primitivas terrestres proporcionan a los hongos lípidos que estos necesitan. Se ha llegado a este hipótesis al observar que esta simbiosis no se da en las algas. La simbiosis entre hongos y plantas es muy común. Los primeros les aportan agua, fosfato y nitrógeno a las plantas a cambio de carbohidratos y lípidos.
Desde 1980 se podía suponer gracias a los fósiles que el origen de la simbiosis entre estos dos seres vivos se remontaba a los inicios de las plantas terrestres y que fue importante para su desarrollo. Ahora, se ha comprobado esta teoría mediante análisis de plantas actuales.
Esto se ha hecho a través de la comparación de las características genéticas del mecanismo de simbiosis de la micorriza arbuscular, que aparece en un 80% de estas asociaciones, en las raíces de dos grupos vegetales: las plantas vasculares superiores y la Marchantia paleacea (hepática, no vascular). Estos hongos son glomeromicetos, extraen agua y minerales del suelo con su red de largos filamentos y los intercambian colonizando las raíces de la planta mediante pequeñas estructuras ramificadas, los arbuscules.
El equipo de investigadores le inyectó a la hepática Marchantia paleacea glomeromiceto, después analizaron la evolución de la expresión de su genoma. Después de ocho semanas aumentó la expresión de más de mil genes. Estos resultados sumados a los obtenidos en cinco plantas con flores no relacionadas estrechamente entre sí permitió al equipo demostrar conjuntos de genes involucrados en varios procesos, incluida la síntesis de lípidos. Además, casi cincuenta genes de la hepática se parecían mucho a los genes de al menos de las flores ya mencionadas, señal de que un mecanismo similar está funcionando en ellas.Para terminar de probar esto el equipo hizo una combinación cruzada y utilizó la herramienta genética CRISPR para desactivar los genes implicados. Se observó entonces que, al parar la actividad genética, también lo hizo la transferencia de lípidos y la simbiosis desapareció.
Las algas no establecen simbiosis con micorrizas arbusculares, aunque sí que lo hacen con las formas más primitivas de plantas terrestre. En las seis especies mencionadas anteriormente con las que se experimentó, han identificado genes que regulan la expresión de otros genes asociados a este intercambio de lípidos. El gen estaba ausente en los genomas de todas las algas probadas. Se llega entonces a la conclusión de que fue el suministro de lípidos el que permitió la simbiosis con los hongos y así las plantas tuvieran suficiente agua y nutrientes para sobrevivir en la tierra hace 450 millones de años
Fuentes: Investigación y Ciencia y Notiulti