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viernes, 18 de marzo de 2022

LOS MICROPLÁSTICOS ALTERAN LA MICROBIOTA INTESTINAL

Un grupo de investigadores del CSIC descubre que la ingesta de microplásticos reduce la diversidad bacteriana de la microbiota del colon beneficiosa para nosotros, además de producir una alteración del equilibrio en los microorganismos presentes. El estudio, publicado en la revista Scientific Reports, ha demostrado que tras la ingestión de microplásticos PET (asociados con la cadena alimentaria) disminuye la abundancia de bacterias conocidas por sus efectos positivos en la salud y se incrementa la presencia de otros grupos microbianos relacionados con una actividad patógena. Dada la posible exposición crónica a estas partículas a través de nuestra dieta, los resultados obtenidos muestran que su ingesta continuada podría alterar el equilibrio intestinal y, por tanto, la salud.

El estudio, en el que también han participado el Instituto de Catálisis y Petroleoquímica (ICP) y el Instituto de la Cerámica y el Vidrio (ICV) del CSIC, es considerado muy importante al ser el primero que evalúa el impacto de la ingesta de microplásticos en el tracto digestivo y la microbiota intestinal humana. Según dice Victoria Moreno, investigadora del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL) del CSIC, es necesario conocer el destino de estos materiales presentes en el organismo en nuestro día a día y las consecuencias a corto, medio y largo plazo. De hecho, las últimas estimaciones demuestran que, de media, cada persona podría ingerir entre 0,1 y 5 gramos de microplásticos cada semana a través de alimentos y bebidas.

Además, el estudio ha presentado por primera vez que estos microplásticos pueden sufrir biotransformaciones a lo largo del tracto gastrointestinal y llegar al colon con una forma estructural totalmente diferente a la original. Todos estos mecanismos y factores, que apenas se están empezando a estudiar, contribuirán a averiguar si los microplásticos pueden permanecer en el cuerpo humano y posiblemente, acumularse en algunos órganos y tejidos.

Los innovadores experimentos in vitro han permitido grandes avances científicos. Para llevar a cabo este estudio, el equipo del CSIC ha ideado un protocolo que imita la ingesta y digestión de microplásticos en condiciones fisiológicas, que es extrapolable al estudio de otros tipos de plástico y tamaños de partícula. A través del modelo in vitro de digestión gastrointestinal patentado por el CSIC, se pudo albergar la microbiota humana del colon durante la intervención con microplásticos. Este protocolo, combinado con el uso de microscopía electrónica y espectroscopia, ha permitido monitorizar los cambios en la estructura y morfología de los microplásticos en el tracto digestivo.

El trabajo ha sido desarrollado en el marco de la plataforma Susplast y el proyecto europeo sobre el estudio de los efectos de los micro y nanoplásticos en la salud humana.

Fuentes: CSIC, BioTech, National Geographic

DETERIORO DE NUESTRO SISTEMA DIGESTIVO POR LOS MICROPLÁSTICOS


Un grupo de investigadores ha descubierto que la ingesta de microplásticos podría estar deteriorando el sistema digestivo de los seres humanos. Mediante un simulador de un estómago artificial, los  científicos han demostrado que los microplásticos tienen un efecto directo en la flora intestinal, ya que reduce la diversidad bacteriana de la microbiota del colon y también alteran el equilibrio en los microorganismos presentes.

El estudio señala que ingerir microplásticos reduce la abundancia de bacterias que aportan efectos positivos en nuestra salud y aumenta la presencia de otros grupos de microbianos que están relacionados con una actividad patógena. La ingesta continuada de estos, puede alterar el equilibrio intestinal.
También se ha advertido que los resultados son preliminares en cuanto a efectos humanos ya que todavía no hay datos certeros en cuanto a exposición humana.
A la semana ingerimos entre 0,1 y 5 gramos ya que los microplásticos están en alimentos y bebidas, sobre todo en pescados y crustáceos, aunque también en procesados y tejidos. Incluso hay estudios que afirman que también los inhalamos.
El estudio ha mostrado que los microplásticos, a lo largo del tracto estas partículas sufren biotransformaciones y llegan al colon estructuralmente diferente a la original.

Para esta investigación se ha diseñado un protocolo de simulación de la ingesta y digestión de microplásticos en condiciones fisiológicas mediante el modelo in vitro de digestión gastrointestinal por el cual pudimos albergar la microbiota colónica humana durante la intervención de microplásticos lo que ha permitido monitorizar cambios en la estructura y morfología de estos.  

La investigadora ha concluido que todos estos mecanismos y factores contribuirán averiguar si los microplásticos pueden permanecer en cuerpo humano y llegar a acumularse en algunos órganos y tejidos.


jueves, 17 de marzo de 2022

CRUSTÁCEOS FRAGMENTAN MICROPLÁSTICOS EN TROZOS MÁS PEQUEÑOS QUE UNAS CÉLULAS

En el mar, cada año entran entre 5 y 13 millones de toneladas de plástico y miles de especies marinas tragan fibras de este material mientras nadan o se alimentan.

Una investigadora, Alicia Mateos, analizó un invertebrado de río, llamado Gammarus duebeni. Quería confirmar que también tenía microplásticos en su organismo, algo que se había demostrado en otros anfípodos. Y al diseccionarlo, se llevó una sorpresa: el animal había fragmentado el plástico en trozos minúsculos más pequeños que una célula; nanoplásticos.

Los resultados de este estudio se publicaron en Scientific Reports y concluyen que esta especie es capaz de triturar hasta el 66% del plástico ingerido en tan solo cuatro días. "Que los crustáceos sean capaces de triturar plástico ingerido no es algo positivo ni se tiene que ver como una solución", opina Mateos, la autora del nuevo estudio.

Algunos crustáceos más grandes llevan a cabo un proceso muy curioso. Alexandra McGoran, investigadora y autora de un estudio sobre cangrejos de mar, explica que su mecanismo de alimentación y su anatomía digestiva parecen tener un efecto opuesto. Los cangrejos utilizan las estructuras que tiene en el estómago que se parecen a dientes para enredar las fibras en bolsas que pueden llegar a tener unas 100 piezas distintas y fibras muy largas. 

"Sin embargo, la fragmentación de los plásticos por estos crustáceos más pequeños, especialmente a nanoescala, podría cambiar la forma en que los plásticos interactúan con el medio ambiente", opina.

Lo que ha llamado la atención de Cristina Romera, experta en las consecuencias de la degradación del plástico en el ICM-CSIC, es otra cosa: la poca cantidad de microplásticos que ingieren estos anfípodos, es decir, menos del 0,001% de las concentraciones que le pusieron en el vaso. La hipótesis de la experta es que si el plástico hubiera estado colonizado, la ingesta habría sido más alta, como se ha observado con otro anfípodo, el Orchestia gammarellus.

"El plástico es un material fantástico y por eso está en todas partes", dice Hodgson. Pero el problema no es el plástico en sí, sino la falta de atención que hay sobre el final de su vida", opina el director del centro de su investigación, Richard C. Thompson. Bajo su punto de vista, el plástico tiene un gran beneficio, pero a plazo muy corto, mientras que, como residuo, tiene un impacto durante mucho tiempo. Y, justamente, en esa segunda parte, no se presta suficiente atención. "Ya sabemos suficiente como para tomar acciones", insiste.

VIRUS DE LA GRIPE EN LA LECHE DE VACA PASTEURIZADA

Un equipo de científicos de la Universidad de Wisconsin-Madison ha descubierto por primera vez la presencia de virus de gripe aviar altament...