Estos deterioros podrían ser a causa de un excesivo uso del alcohol o de una dieta que no se asemeja a un saludable. Esto podría provocar daños hepáticos irreversibles, es decir sin solución.
Esta técnica consiste en introducir células hepáticas de un donante en los ganglios linfáticos de los enfermos, propiciando la creación de órganos en miniatura completamente nuevos. Estos mini hígados deberían ayudar a esas personas con enfermedades hepáticas impactantes, que no son elegibles para trasplantes. Así, personas con un órgano en mal estado, podrían retroceder su situación generando un nuevo órgano sin necesidad de trasplante.
Según un artículo publicado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), los investigadores ya probaron con éxito su enfoque en animales. Pronto un paciente humano recibirá este nuevo tratamiento; si da resultado, esto significará un gran avance en el mundo de trasplantes y además al siguiente receptor del tratamiento se le administrará una dosis mayor de estas células, consiguiendo que vivan hasta con 6 hígados en su cuerpo.
Los voluntarios se dividirán en tres grupos según la dosis de células que reciban: 50 millones de células, 150 millones o 250 millones. Se ha llegado a estimar que por cada 50 millones de células recibidas crecerá un mini hígado, por lo que las personas que reciban la dosis más alta podrían acabar produciendo hasta cinco mini-hígados.
Se calcula que de un único hígado sano se podrían sacar células hepáticas sanas para unas 75 personas.
Además, como se puede deducir, las personas sometidas al tratamiento recibirán fármacos para evitar el rechazo, como en cualquier otro procedimiento de trasplante.
Si el organismo humano es capaz de producir mini órganos se dejaría de lado tratamientos invasivos como los trasplantes, sino que también se reduciría la tensión en la donación de órganos. Las células trasplantadas también pueden extraerse de órganos donados que no sean aptos para ser trasplantados totalmente pero que sigue siendo un órgano sano útil.
Se espera que los ensayos con humanos finalicen en menos de dos años.
Se espera que los ensayos con humanos finalicen en menos de dos años.
¿También se podrá administrar el tratamiento para otros órganos?
Los investigadores están explorando el uso de la misma técnica de aplicación de células de órganos en ganglios linfáticos para desarrollar nuevos timos, riñones y páncreas. Pero el tratamiento está enfocado en enfermedades hepáticas y se espera que los ensayos con humanos finalicen en menos de dos años.Así, si las pruebas con hígados en seres humanos dan resultado y esperanza, los especialistas podrían comenzar a estudiar detenidamente enfoques para “crear” otros nuevos órganos en el cuerpo humano.
Fuentes: Levante, El Espanol