El sistema nervioso entérico (SNE) es el encargado de controlar el sistema digestivo.
Este segundo cerebro tiene más neuronas que la espina dorsal y actúa independientemente del sistema nervioso central.
Así que los médicos tienen cada vez mas claro que la función de nuestro sistema digestivo va más allá de procesar la comida que ingerimos.
El SNE es un sistema local, organizado y con capacidad de operar de manera autónoma, compuesto por una red de unos 100 millones de neuronas.
El SNE es independiente, los intestinos podrían realizar muchas de sus tareas habituales incluso si se desconectaran del sistema nervioso central y la cantidad de células especializadas del sistema nervioso, neuronas y células de glía, que viven en el intestino de una persona es equivalente a la cantidad que podemos encontrar en el cerebro de un gato.
Las neuronas son las células más conocidas del sistema nervioso por ser las encargadas de conducir las señales eléctricas dentro del mismo.
Las glías no son eléctricamente activas, lo que ha hecho que para los investigadores resulte mucho mas difícil descifrar un apoyo pasivo a las neuronas, así, una de las principales teorías postula que las células gliales brindan un apoyo pasivo a las neuronas.
Lo que Gulbransen y su equipo han demostrado ahora a sido que las células gliales desempeñan un papel mucho más activo en el sistema nervioso entérico de lo que se pensaba.
En su investigación revelan que la glía actúa de una manera muy precisa para influir en las señales transportadas por los circuitos neuronales, un descubrimiento que podría facilitar el camino para el desarrollo de nuevos tratamientos para enfermedades intestinales que afectan a mucha gente.
Independientemente de la analogía, la glía funciona de modo integral para asegurarse de que todas las cosas funcionen sin problemas y su actividad resulta más importante de lo que los científicos entendían.
Gulbransen dijo: "Este trabajo nos otorga una imagen más completa, aunque más compleja, de cómo funciona el sistema nervioso entérico y eso también crea nuevas oportunidades para tratar potencialmente los trastornos intestinales".
También añadió: "Solo se trata de un paso más en el camino, pero ahora podemos comenzar a preguntarnos si hay manera de apuntar a un tipo especifico o conjunto se células de glía para cambiar su función de alguna manera; las compañías farmacéuticas ya están interesadas en ello".
Fuentes:
National Geographic,
BBC News Mundo