Es un problema serio que necesita soluciones, porque alrededor de 800.000 personas se suicidan al año, siendo esta la segunda causa de muerte. Sin embargo, los tratamientos para combatirla no tienen por qué ser siempre los tradicionales como tratamientos farmacológicos, la psicoterapia o las terapias experimentales.
En este sentido, un nuevo compuesto ha aparecido y se ha convertido en la esperanza para tratar la depresión severa. Se trata del compuesto alucinógeno llamado psilocibina, que aparece en algunas setas del género Psilocibes o Panaeolus.
Su uso recreativo está bastante extendido. Sus efectos pueden durar entre 4 y 6 horas y producen respuestas sensoriales y emocionales como ver los colores más vivos, fuentes de luz con forma de halo o distorsiones visuales y efectos ópticos. Si se toma una dosis más alta se producen alucinaciones y una percepción diferente del tiempo.
Según un estudio de dos años, publicado en "The Lancet Psychiatry" y que tuvo que luchar contra las estrictas restricciones normativas impuestas respecto al empleo de esta clase de drogas, la psilocibina, un principio activo de los hongos, mejoró la depresión severa que sufrían los voluntarios durante tres semanas y hasta tres meses en cinco de ellos.
Todos los voluntarios estaban pasando por una depresión severa y no lograban mejorar con los antidepresivos estándar. Primero, se les dio una dosis baja de psilocibina para asegurarse de que no tuvieran ninguna reacción negativa, pero una semana después se les ofreció una más alta. La prueba se desarrolló en una sala acondicionada, con música y la presencia de dos psiquiatras para comprobar que todo iba como debía.
Los primeros efectos de la psilocibina aparecieron entre los 30 y 60 minutos después de haber tomado las dosis, alcanzando la máxima etapa de psicoactividad a las 2-3 horas. Todos los efectos se fueron a las 6 horas y no se supieron de efectos secundarios graves más allá de paranoias leves y pasajeras en dos de los pacientes y que además disminuyeron enseguida. También tuvieron algunos síntomas leves como dolor de cabeza, náusea, fatiga o insomnio.
Los terapeutas que recetan y suministran el fármaco tienen que tener una formación específica, ya que este fármaco se tiene que utilizar en un medio muy regulado, y si la estrategia terapéutica no está muy bien estudiada, puede tener riesgos importantes. Además, estas sustancias deben ser administradas en circunstancias muy especiales.
Para poder realizar esta investigación se necesitó un año para conseguir la aprobación ética, un duro proceso burocrático y 30 meses para adquirir la droga que debía ser envasada por una empresa con licencia para ello.
Los primeros efectos de la psilocibina aparecieron entre los 30 y 60 minutos después de haber tomado las dosis, alcanzando la máxima etapa de psicoactividad a las 2-3 horas. Todos los efectos se fueron a las 6 horas y no se supieron de efectos secundarios graves más allá de paranoias leves y pasajeras en dos de los pacientes y que además disminuyeron enseguida. También tuvieron algunos síntomas leves como dolor de cabeza, náusea, fatiga o insomnio.
Los terapeutas que recetan y suministran el fármaco tienen que tener una formación específica, ya que este fármaco se tiene que utilizar en un medio muy regulado, y si la estrategia terapéutica no está muy bien estudiada, puede tener riesgos importantes. Además, estas sustancias deben ser administradas en circunstancias muy especiales.
Para poder realizar esta investigación se necesitó un año para conseguir la aprobación ética, un duro proceso burocrático y 30 meses para adquirir la droga que debía ser envasada por una empresa con licencia para ello.
La sustancia psilocibina, va directamente a los receptores del cerebro que tienen la función de recoger la serotonina, al igual que la mayoría de los antidepresivos. Pero esta nueva opción tiene una ventaja que los antidepresivos no tienen, dicha ventaja es que actúa con más rapidez que los tratamientos tradicionales debido a que su estructura química está bien distinguida del resto de los tratamientos actuales.
Lo más innovador de los resultados es la rápida acción del nuevo fármaco, que ha demostrado tener una mejora notable en los síntomas de la depresión incluso al día siguiente de la experiencia, algo que no ocurre con los antidepresivos actuales, que necesitan entre seis y ocho semanas para mejorar cuatro puntos en la escala Montgomery-Asberg.
Dosis reguladas de psilocibina en unas condiciones controladas y complementadas con psicoterapia podrían hacer de las setas alucinógenas unos antidepresivos eficaces con menos efectos secundarios y más beneficios a largo plazo para el cerebro.
Pero aún no hemos llegado a ese punto, ya que se necesitan estudios a largo plazo sobre su seguridad y eficacia, al igual que muestras más grandes de personas.