Estas bioprótesis acogían a óvulos inmaduros y tras haberlos insertado en las hembras, las sometieron a un tratamiento hormonal, acelerando el desarrollo y el crecimiento de los óvulos hasta convertirlos en células reproductoras maduras.
Al hablar de la tinta en el ámbito de la impresión 3D nos referimos al material sólido utilizado para crear las estructuras tridimensionales. En este caso, se utilizó una gelatina compuesta por colágeno de cerdo que, jugando con la temperatura, dio lugar a un biogel que no fuera rechazado por el cuerpo del ratón. Este es suficientemente rígido como para ser capaz de manipularlo, siendo al mismo tiempo poroso, permitiendo la compatibilidad con el cuerpo de ratón y que este fuera colonizado rápidamente por células y vasos sanguíneos.
Para lograr tal hazaña es necesario ir enlazando pequeñas piezas como si de ladrillos se tratará usados para la formación de la estructura diseñada. Estas piezas son pequeños filamentos apilados unos sobre otros cuidadosamente, la geometría tiene un papel muy importante aquí. Fabricar órganos 3D no es fácil pues tienen estructuras internas muy concretas y antes se deben observar y describir detalladamente.Buscaban la mejor combinación de impresión posible para que los folículos ováricos de los que surgen los ovocitos y finalmente los óvulos se integraran bien. Experimentando con la matriz de impresión de cada una de las capas y el ángulo lograron llegar a una configuración que mostró tasas de supervivencia de los folículos cercanas al 100%.La última fase y la más determinante era comprobar si estos ovarios despertaban al sistema hormonal de las hembras. Los folículos, una vez implantados, comenzaron a segregar estradiol y progesterona, una muy buena señal.
El objetivo de esta investigación es que mujeres que hayan perdido la capacidad de tener hijos por haberse visto sometidas, por ejemplo, a tratamientos contra el cáncer o a niñas que hayan sobrevivido a uno y ahora tengan más probabilidades de serlo o de sufrir problemas hormonales del desarrollo. Esta ha sido realizada por científicas estadounidenses especializadas en el aparato reproductor humano, nanotecnología e impresión 3D de nuevos materiales.
Fuentes: Investigación y Ciencia y El País.