Estos hallazgos podrían tener importantes implicaciones para el desarrollo de posibles tratamientos, han sido publicados en la revista Science Advances, y abren nuevas formas de comprender el progreso de esta enfermedad y otras patologías neurodegenerativas, y nuevas formas de desarrollar tratamientos futuros. Durante muchos años, los procesos dentro del cerebro que dan lugar a la enfermedad de Alzheimer se han descrito utilizando términos como «cascada» y «reacción en cadena». Es una enfermedad difícil de estudiar, ya que se desarrolla durante décadas, y solo se puede dar un diagnóstico definitivo hasta después de examinar muestras de tejido cerebral después de la muerte.
Con anterioridad, los estudios se basaban en su mayoría en modelos animales y concluían que la enfermedad de Alzheimer se propagaba rápidamente, ya que los grupos de proteínas tóxicas colonizaban diferentes partes del cerebro.
Se pensaba que el alzhéimer se desarrollaba de una manera similar a muchos cánceres: los agregados se forman en una región y luego se diseminan por el cerebro.
En cambio, hemos descubierto que cuando comienza la enfermedad ya hay agregados, en múltiples regiones del cerebro, por lo que tratar de detener la propagación entre regiones hará poco para frenar la enfermedad.
Las neuronas son increíblemente efectivas para detener la formación de agregados, aunque necesitamos encontrar formas de mejorar aún más si queremos encontrar un tratamiento efectivo.
El descubrimiento clave es que el detener la replicación de agregados en lugar de su propagación, será más efectivo en las etapas de la enfermedad que estudiamos.
Con anterioridad, los estudios se basaban en su mayoría en modelos animales y concluían que la enfermedad de Alzheimer se propagaba rápidamente, ya que los grupos de proteínas tóxicas colonizaban diferentes partes del cerebro.
Se pensaba que el alzhéimer se desarrollaba de una manera similar a muchos cánceres: los agregados se forman en una región y luego se diseminan por el cerebro.
En cambio, hemos descubierto que cuando comienza la enfermedad ya hay agregados, en múltiples regiones del cerebro, por lo que tratar de detener la propagación entre regiones hará poco para frenar la enfermedad.
«Es emocionante ver el progreso en este campo: hace quince años, nosotros y otros, determinamos los mecanismos moleculares básicos en los laboratorios; pero ahora podemos estudiar este proceso a nivel molecular en pacientes reales, lo cual es un paso importante para algún día desarrollar tratamientos», afirma el profesor Tuomas Knowles, también del Departamento de Química.
Los investigadores han descubierto que la replicación de los agregados de Tau es lenta, demorándose hasta cinco años.
Los investigadores han descubierto que la replicación de los agregados de Tau es lenta, demorándose hasta cinco años.
Las neuronas son increíblemente efectivas para detener la formación de agregados, aunque necesitamos encontrar formas de mejorar aún más si queremos encontrar un tratamiento efectivo.
El descubrimiento clave es que el detener la replicación de agregados en lugar de su propagación, será más efectivo en las etapas de la enfermedad que estudiamos.
Fuente: ABC
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