El impacto de la actividad humana ha protagonizado múltiples episodios de destrucción en el Mar Menor, como el que sucedió el verano pasado. Se tuvo que retirar 4,5 toneladas de peces que habían fallecido por culpa de la escasez de oxígeno en el agua. Los fertilizantes usados en la agricultura que acaban en esta laguna, (la laguna salada más grande de toda Europa), favorecen el exceso de nutrientes, es decir ayudan a la proliferación y multiplicación de algas y fitoplancton. A este proceso lo denominamos eutrofización. La eutrofización es el exceso anormal de nutrientes en un ecosistema (debido a actividades humanas normalmente). Por ello, el Instituto Español de Oceanografía pretende parar esto con la ayuda de la ostra plana (Ostrea edulis).
Esta especie tiene la capacidad de filtración, ya que se alimenta de las microalgas que provocan la eutrofización. Por desgracia, la población de la ostra plana se ha reducido por culpa de la llegada de especies invasoras. La ostra plana alcanzó la cantidad de 135 millones de ejemplares en el mar Menor durante los años 80 y 90. Procede del Mediterráneo y entró en la década de los 70 cuando se produjo una bajada en la salinidad. Pero debido a la llegada de la caulerpa, su población se redujo. Este tipo de macroalga se asentó en el fondo del mar, dejando sin espacio a las larvas de la ostra. Ésto ha favorecido a las esponjas, otro organismo, a invadir las valvas de las ostras.
Es por todo esto que el IEO dirige el proyecto RemediOS para promover la restauración de esta especie y conseguir que el mar Menor vuelva a su estado natural. Marina Albentosa, responsable del programa, expone que no es una "solución mágica". Afirma también que el mar Menor necesita soluciones integradas en agua y tierra. Pero se empezará siguiendo estos pasos: primero, se capturarán ostras que habiten en el mar Menor para tratar de reproducirlas en el laboratorio. Tras ello, se dejarán crecer las larvas durante algunas semanas para enviarlas posteriormente a las salinas de Marchmalo. En este espacio protegido de La Manga del mar Menor crecerán y cuando estén lo suficientemente fuertes como para ser trasladadas a la laguna, se comprobará la capacidad que tienen para ayudar a reducir la eutrofización del mar Menor.
Este proyecto formado por científicos de diferentes instituciones, consta de una parte de divulgación para diferentes sectores de la sociedad sobre el concepto de biorremediación, (la búsqueda de soluciones que encontramos en la naturaleza para recuperar un ecosistema). Marina Albentosa incide en que cuando el ser humano es el culpable de la disminución o desaparición de una población, se prescinde también del servicio que esos individuos prestaban al entorno natural. En este caso, el servicio que dejamos de recibir es la filtración del agua y la retirada de proliferaciones de fitoplancton. Gracias a este tipo de actuaciones conseguimos devolver el ecosistema a su estabilidad inicial. "La solución nos la da la naturaleza que hemos destruido", concluye la investigadora.
Fuentes: El País, La Verdad, Ipacuicultura
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