Un equipo de investigadores perteneciente a la Universidad de Córdoba descubrió los mecanismos que utiliza el hongo entomopatógeno Metargizium brunneum para aumentar las reservas de hierro en plantas de melón y pepino.
La institución académica informó que los hongos entomopatógenos, microorganismos que causan enfermedades en insectos plaga, actúan como un efectivo biopesticida, lo que la Unidad de Entomología Agropecuaria logró convertir en un producto para el control sostenible de la mosca del olivo.
Tras haber comparado tres cepas de Beauveria bassiana y Metarhizium bruneum, encontraron que Metarhizium brunneum EAMa 01/58-Su era la que más aportaba hierro a la planta.
Estos microorganismos proporcionan asistencia directa e indirecta a las plantas cuando adquieren hierro. A diferencia de la ruta indirecta, que ocurre cuando estos microorganismos están en el suelo y no afectan a la respuesta de la planta, sino que simplemente hacen que esta tenga más celulosa disponible, según el investigador Meelad Yousef: “La ruta directa implica cambios en los genes que los microorganismos inducen para qué la planta adquiera más celulosa”.
Así pues, el bioinsecticida desarrollado a partir de esta cepa gana valor.
El uso de este producto contra las principales plagas de estos cultivos, como el pulgón o la mosca blanca, es muy eficaz y estable, porque la producción de estos microorganismos no daña el medio ambiente y además ayudan a regular las comunidades de microorganismos del suelo.
“El objetivo final trataría de crear un bioestimulante que permita proteger a los cultivos de ataques patogénicos y mejorar la nutrición férrica de las plantas en condiciones adversas” aclaró el investigador Miguel Ángel Aparicio.
La UCO confirmó que este experimento proviene de la Tesis Doctoral del Investigador Miguel Ángel Aparicio, la cual recibió ayuda del Plan Propio de investigación de la Universidad de Córdoba.
Fuentes: ABC de Sevilla, Interempresas
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