Importante hallazgo de una especie de pingüino desconocido hasta ahora. Surgió de manera casual cuando unos menores, que formaban parte de un campamento infantil, estaban participando en una actividad cuyo objetivo era encontrar fósiles de erizo. Los restos fueron hallados en un punto de difícil acceso de la región neozelandesa de Waikato al que dichos jóvenes descubridores llegaron en kayak, tras navegar por el puerto de Kawhia.
Esther Dale, una de las menores que participó en el descubrimiento relató que había formas de color naranja oscuro en la roca, como metal oxidado. Uno de los padres se inclinó y sopló el polvo y la arena para que pudiéramos distinguir mejor su forma. Todavía no sabíamos de qué se trataba, pero era mucho más grande que cualquier otro fósil que hubiéramos encontrado antes”.
Fue analizado con un escáner 3D por los investigadores de la Massey University de Nueva Zelanda y el Museo Bruce, en Estados Unidos.
La investigación fué publicada en la revista 'Journal of Vertebrate Paleontology', confirmando que el fósil pertenece a una especie de pingüino gigante, Kairuku waewaeroa. Los expertos calculan que esta especie vivió entre hace 27,3 y 34,6 millones de año.
Daniel Thomas, profesor titular de zoología de la Escuela de Ciencias Naturales y Computacionales de Massey, explicó que la longitud de las extremidades traseras de esta nueva especie de pingüino fue lo que llevó a los investigadores a llamarlo Kairuku waewaeroa, nombre que procede de la lengua maorí, ya que en este idioma “waewae” significa patas y “roa”, "largo", según detallaron los científicos. Se trata de un enorme pájaro buceador que contaba con un pico inusualmente largo.
Daniel Thomas, profesor titular de zoología de la Escuela de Ciencias Naturales y Computacionales de Massey, explicó que el pingüino es similar a los pingüinos gigantes de Kairuku, descritos por primera vez en Otago, sus patas más largas habrían hecho que el pingüino fuera mucho más alto que otros Kairuku mientras caminaba por la tierra, tal vez alrededor de 1,4 metros de altura, y pueden haber influido en la rapidez con la que podía nadar o la profundidad a la que podía bucear".
Este descubrimiento ha servido para aclarar el proceso de desarrollo de los pingüinos hasta convertirse en lo que son hoy en día.Fuente: El Mundo