Pero hablando de sus colores podemos distinguir muchas tonalidades y variedades de estos, todos provenientes de un único gen común en todas las mariposas (WntA) es increíble como este gen puede tener tantas diferencias dependiendo del tipo de lepidóptero.
Estos colores son formados por una gran cantidad de escamas (giroides), que varían, según la especie, tanto en forma como en tamaño. Cada escama se corresponde a una única célula aplanada que mide unos 100 micrómetros de largo y 50 micrómetros de ancho.
Las escamas pueden superponerse, o bien cubrir toda la superficie del ala.
Pero los colores son dispuestos y visibles de dos diferentes modos, por una parte, dispone de pigmentos que tiñen las células y, por otra, juega con la luz, con su comportamiento tras colisionar contra las alas. El tinte de estas alas se debe, a la presencia de cuatro pigmentos: melaninas, pterinas, flavonoides y ommocromos.
Las melaninas son responsables de la coloración negruzca o marronácea; las pterinas del espectro que va del amarillo pálido hasta el rojo; los flavonoides de las tonalidades blancas y amarillas y, por último, los ommocromos, los responsables de los colores marrones, rojos o amarillos, tintes azules (pterobilinas).Además, cuando la luz blanca choca contra las alas de las mariposas, fulgura en varias direcciones y se descompone en muchos colores. Si observamos detenidamente una mariposa moviéndonos discretamente a su alrededor, comprobaremos como el tono de sus alas varía ostensiblemente con nuestro movimiento, es lo que se conoce como iridiscencia. Esta peculiaridad cromática depende en gran medida del ángulo con el que observemos al lepidóptero.
Las mariposas son unas criaturas increíbles y podemos aprender mucho de ellas y sus peculiares características y comportamientos.
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