Llamada científicamente Elysia chlorotica, la babosa esmeralda es conocida como uno de los animales más extraños del mundo. Un molusco gasterópodo marino que habita en el litoral Atlántico de América del Norte donde suele acechar cercana a las desembocaduras de los ríos. Su peculiar apariencia con forma de hoja junto a su intenso color verdoso acompañado de manchas blancas o rojas ha generado la curiosidad de miles de estudiosos que han querido saber más cosas acerca de este organismo.
La fisiología de su cuerpo es tan estrecha como una hoja. Tiene un torso que se ensancha en los laterales cuando la babosa se encuentra en estado de reposo. Es un ser vivo muy difícil de ver tanto por sus rasgos de camuflaje como por unas dimensiones que no pasan de los 45 mm de tamaño. Además, la babosa esmeralda tiene la capacidad de plegarse sobre si misma cuando se encuentra en alguna situación de peligro.
Este alimento permite dotar a la babosa de una capacidad única de las plantas y todo un privilegio: fabricar su propia materia orgánica. Los cloroplastos son una toxina habitual para la mayor parte de los seres vivos, pero los rasgos evolutivos de la babosa esmeralda han permitido que esta misma sustancia pueda permitirles alimentarse del mismo sol. Un rasgo verdaderamente interesante que está siendo estudiado por los científicos con la finalidad de aprender más sobre este proceso.
Fuente: Ok Diario
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