Como es lógico, este aumento de las enfermedades es atribuible en gran medida a la prolongación de la esperanza de vida. Las personas que nacen ahora mismo en España pueden alcanzar los 81 años Sin embargo, los médicos coinciden en que la calidad de vida en la vejez no ha ido a la par con la longevidad.A menudo carecemos de tratamientos para las enfermedades de la senectud, cuyos síntomas pueden ser “muy debilitantes, a veces devastadores”, según Nektarios Tavernarakis, biocientífico y profesor de la Universidad de Creta, en Grecia, que estudia el envejecimiento, la muerte celular y la neurodegeneración. “Nuestro objetivo tiene que dejar de ser vivir más tiempo y pasar a lograr una mayor calidad de vida en la vejez”.
Desintoxicación celular:
El objetivo de Tavernakis y sus compañeros es entender ‒y, finalmente, remediar‒ las causas celulares del deterioro biológico. Los beneficios de prolongar los años de salud de una persona se sentirán en toda la sociedad. La mala salud en la vejez representa una carga enorme y cada vez mayor para nuestros sistemas sociales y sanitarios. Solo el alzhéimer afecta a más de 4,9 millones de personas en Europa, y las enfermedades y trastornos del sistema nervioso y el cerebro suponen al continente un coste anual de unos 800.000 millones de euros, según cifras de 2010.
La pregunta es cómo esperan resolver los científicos el problema del deterioro fisiológico habiendo semejante cantidad de trastornos aparentemente no relacionados que reclaman su atención. Desde los distintos tipos de cáncer hasta las enfermedades que atacan a los órganos internos, el sistema circulatorio y el sistema nervioso, hay toda una serie de dolencias asociadas al envejecimiento.Mirando al futuro, Linda Partridge, directora fundadora del Instituto Max Planck de Biología del Envejecimiento de Alemania, afirma: “Vemos la posibilidad de desarrollar una sola pastilla que apunte a las vías biológicas que también influyen en la autofagia. La idea sería disponer de una polipíldora que atajara los mecanismos subyacentes que intervienen en más de una enfermedad relacionada con el envejecimiento”.
Si pudiéramos atacar esos procesos de envejecimiento subyacentes, seríamos capaces de retardar la degeneración relacionada con la edad y mantener a las personas más sanas más tiempo. Esto nos llevaría a otro lugar diferente del actual, en el que las enfermedades se tratan una por una a medida que aparecen.
La pregunta es cómo esperan resolver los científicos el problema del deterioro fisiológico habiendo semejante cantidad de trastornos aparentemente no relacionados que reclaman su atención. Desde los distintos tipos de cáncer hasta las enfermedades que atacan a los órganos internos, el sistema circulatorio y el sistema nervioso, hay toda una serie de dolencias asociadas al envejecimiento.Mirando al futuro, Linda Partridge, directora fundadora del Instituto Max Planck de Biología del Envejecimiento de Alemania, afirma: “Vemos la posibilidad de desarrollar una sola pastilla que apunte a las vías biológicas que también influyen en la autofagia. La idea sería disponer de una polipíldora que atajara los mecanismos subyacentes que intervienen en más de una enfermedad relacionada con el envejecimiento”.
Si pudiéramos atacar esos procesos de envejecimiento subyacentes, seríamos capaces de retardar la degeneración relacionada con la edad y mantener a las personas más sanas más tiempo. Esto nos llevaría a otro lugar diferente del actual, en el que las enfermedades se tratan una por una a medida que aparecen.
FUENTE:https:elpais.com, nuevatribuna.
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