El equipo de investigación estudió los mecanismos detrás del envejecimiento celular y encontró que las células siguen diferentes “rutas de envejecimiento”. Al reconfigurar genéticamente el circuito que controla el envejecimiento celular, lograron crear un “proceso de envejecimiento inteligente” que permite a las células alternar entre dos mecanismos de envejecimiento.
Utilizando simulaciones por ordenador, el equipo diseñó un circuito de envejecimiento celular que funciona como un oscilador genético. Este oscilador impulsa a las células a cambiar periódicamente entre dos estados perjudiciales de envejecimiento, evitando que se queden en uno de ellos durante mucho tiempo y reduciendo así la degeneración celular.
En pruebas de laboratorio usando células de levadura como modelo para las células humanas, las células reconfiguradas sintéticamente bajo la dirección del oscilador sintético mostraron un asombroso aumento del 82% en su vida útil en comparación con las células de control que envejecieron de manera normal.“Nuestras células osciladoras viven más que cualquier otra cepa longeva identificada previamente”, afirmó el profesor Nan Hao. “Este estudio es una prueba de concepto que demuestra la aplicación exitosa de la biología sintética para reprogramar el proceso de envejecimiento celular y puede sentar las bases para diseñar circuitos de genes sintéticos que promuevan la longevidad en organismos más complejos”.
Este avance científico representa un hito importante en la lucha contra el envejecimiento y tiene el potencial de revolucionar la medicina y mejorar la calidad de vida de las personas en todo el mundo. Si bien aún se requieren más investigaciones y pruebas para validar estos hallazgos en organismos más complejos, este estudio sienta las bases para futuros desarrollos que podrían permitir a los seres humanos vivir más tiempo y disfrutar de una vida más saludable y activa.
A medida que avanzamos en la comprensión de los mecanismos del envejecimiento celular y las formas de revertirlo, el sueño de la inmortalidad y la juventud eterna parece cada vez más alcanzable. Este descubrimiento nos acerca un paso más a ese objetivo y nos invita a imaginar un futuro en el que el envejecimiento ya no sea una barrera insuperable y la vida se extienda más allá de los límites que conocemos hoy en día.