Llegaron a la conclusión de que estos polluelos habían sido producidos mediante reproducción asexual, por partenogénesis.
La partenogénesis, según Cyntia Steiner, directora asociada del laboratorio de genética de conservación de San Diego Zoo Wildlife Alliance, es una forma de reproducción asexual en la que las hembras pueden producir polluelos sin que los huevos hayan sido fecundados por los espermatozoides, sino que lo que ocurre es una duplicación del material genético de la hembra.
Hay que distinguir entre la partenogénesis obligada, que es cuando el desarrollo de un nuevo individuo ocurre exclusivamente sin la participación masculina, como es el caso de algunos lagartos y de algunas especies de peces, y entre la partenogénesis facultativa, que es la que ocurre en hembras que normalmente se reproducen sexualmente, como es el caso de los cóndores.
Los científicos desconocen el motivo por el que estas hembras de cóndor se habían reproducido de forma asexual, puesto que anteriormente se habían reproducido sexualmente y se encontraban en cautividad conviviendo con machos. Para Jesús Gómez-Zurita, científico del Instituto Botánico de Barcelona, esto se debe a un error biológico que no debe pasar.
Los dos polluelos nacieron en años y sitios distintos, uno en el Zoo de San Diego y otro en el Zoo de los Ángeles, ambos murieron muy pronto, si se tiene en cuenta que la esperanza de vida del cóndor en cautiverio está en torno a los 60 años. El primero era débil, con un cuerpo más pequeño y menos peso de lo normal, murió a los dos años tras haber sido liberado, y el segundo, también más pequeño que los de su especie, tenía escoliosis y comportamiento más dócil, murió a los ocho años, nunca fue liberado.Este proceso de reproducción asexual podría plantearse como una opción para ayudar a aumentar las cifras de poblaciones en peligro de extinción, pero es muy complejo y los expertos no lo consideran muy factible. No obstante, los partenotes tienen una variabilidad genética muy baja, ya que portan dos copias exactas de los genes de la madre. La variabilidad genética es necesaria para enfrentarse a los nuevos cambios en el ambiente. Además, en algunos animales las hembras partenogenéticas solo producen machos, lo que dificulta la expansión de la especie.
Fuentes: El País, La Razón, Vanguardia