Animales con rasgos físicos protectores vivieron más tiempo y envejecieron más lentamente en comparación con los que no los tenían.
Dos estudios publicados en la revista Science revelaron escasa evidencia de envejecimiento entre ciertas especies de sangre fría, lo que desafían una teoría de la evolución según la cual la senescencia, o el deterioro físico gradual, es un destino ineludible.
Para su artículo, Miller y sus colegas recopilaron datos de estudios de campo a largo plazo que comprenden 107 poblaciones de 77 especies, incluidas tortugas, anfibios, serpientes y cocodrilos. Utilizaron una técnica llamada ``marcar-recapturar´´, por lo cual cierto número de individuos son primero capturados y etiquetados y luego los investigadores los siguen a lo largo de años para ver si los encuentran nuevamente, derivando estimaciones de mortalidad basadas en probabilidades.
La bióloga Beth Reinke, de la universidad del Noreste de Illinois, explicó: ``El envejecimiento o la senescencia no significa que sean inmortales, significa que existe la posibilidad de morir, pero que esta no aumenta con la edad´´.
Al observar directamente las temperaturas de una especie, los científicos encontraron que los reptiles más cálidos envejecen más rápido, mientras que lo contrario ocurre con los anfibios.
Llegando a la conclusión, los animales con rasgos físicos protectores vivieron más tiempo y envejecieron más lentamente en comparación con los que no los tenían. Como en este caso, la tortuga hace que sea realmente difícil de comer por su caparazón, permitiéndole vivir más tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario