Las algas diatomeas son un grupo muy diverso de algas unicelulares. Cada cuerpo celular está recubierto por un exoesqueleto de sílice, llamado frústula, formado por dos piezas, llamadas tecas, que se acoplan la una en la otra como la tapadera en una caja. Y cuando el alga muere, su frústula se deposita en el sedimento.
Estas tecas presentan patrones muy llamativos y característicos. Con el paso del tiempo, más y más sedimento se precipita sobre las frústulas vacías de las diatomeas y, millones de años más tarde, las carcasas fosilizan y forman una roca llamada diatomita.
La alta porosidad de las frústulas de las diatomeas permite la adsorción de sustancias como sales minerales, metales, materia orgánica e incluso agua. Lo que crea un producto con una gran cantidad de utilidades prácticas.
Algunas de estas utilidades se dan en jardinería, depuración de aguas o en la industria de la construcción. La tierra de diatomeas tiene cierta capacidad fertilizante. Generalmente, las frústulas de las algas, al morir, adsorben sustancias que están diluidas en el agua y se conservan en la fosilización. Fósforo, calcio, carbonatos, o el mismo sílice se mantienen en la tierra de diatomeas, y nutren el suelo.
Además, tiene cierta capacidad abrasiva que puede dañar o eliminar insectos y ácaros. De ahí que la tierra de diatomeas se emplee también como insecticida y acaricida.
Su uso en depuración de aguas se basa en su capacidad de eliminar metales pesados de aguas residuales. También se ha observado cierta capacidad de adsorción de colorantes y tintes en las aguas residuales procedentes de la industria textil.Finalmente, en construcción se ha estudiado el uso de diatomeas como método de protección de bacterias empleadas en hormigón autoreparable. Sin embargo, la causa principal de la disminución de la vida útil de las estructuras de hormigón son las grietas.
Algunas curiosidades de estas algas es que son las más antiguas de mundo, existiendo desde hace 200 millones de años. Además se pueden encontrar en todos los ecosistemas del planeta.
La pared celular de las diatomeas es tan resistente que puede conservarse durante millones de años. Por esta razón, son muy utilizadas en paleontología para estudiar la evolución y la historia de la Tierra.
Existen aproximadamente 100,000 especies conocidas de diatomeas, y se
estima que podrían existir hasta 2 millones de especies aún sin
identificar.
Fuente: Muy Interesante
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