Existen dudosas afirmaciones de que el intestino permeable causa enfermedades como la depresión o trastornos autoinmunes. Los expertos explican por qué no es así.
La enfermedad es real, pero los médicos y científicos la denominan “hiperpermeabilidad intestinal” y, hasta ahora, las investigaciones no han demostrado que sea la causa de todas esas afecciones. Al contrario, parece ser cierto justo lo opuesto. Diversos problemas de salud pueden hacer que el intestino se vuelva más poroso y libere más sustancias nocivas de las que debería.
“Es un mito que todas estas enfermedades empiecen con un intestino permeable”, explica Michael Camilleri, gastroenterólogo y profesor de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Clínica Mayo de Rochester. “Lo que sí sabemos es que ciertas enfermedades provocan hiperpermeabilidad intestinal”, afirma. Algunos ejemplos son la celiaquía, el síndrome del intestino irritable, la enfermedad de Crohn, la obesidad, el daño intestinal por el uso de AINE.
“El tracto intestinal debe ser al menos un poco poroso y permeable. Debe permitir la absorción de agua y nutrientes de los alimentos digeridos, como el sodio, y de moléculas pequeñas, como la glucosa”, afirma Camilleri.
“No existe una prueba no invasiva bien establecida que sea científica y clínicamente válida. Por eso, la mayoría de las investigaciones sobre la permeabilidad intestinal se han llevado a cabo en animales y cultivos celulares: así los científicos pueden estudiar mejor el intestino y su función”, afirma Hannah D. Holscher, dietista y profesora asociada de Nutrición en la Universidad de Illinois Urbana-Champaign.
Fuente: National Geographic
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