El equipo estaba liderado por bióloga polaco-británica Magdalena Zernicka-Goetz.
Los autores afirman que sus resultados, publicados en Nature, son fruto de más de una década de investigación que ha conducido progresivamente a estructuras embrionarias cada vez más complejas.
Los investigadores ensamblaron en laboratorio embriones de ratón derivados de células madre utilizando una combinación de células madre embrionarias, células madre de trofoblastos y células madre de endodermo extraembrionario inducible, todas ellas procedentes de ratones.
"Nuestro modelo de embrión de ratón no solo desarrolla un cerebro, sino también un corazón que late, y todos los componentes que conforman el cuerpo", afirma Zernicka-Goetze. Es importante porque nos da acceso a la estructura en desarrollo en una etapa que normalmente se nos oculta debido a la implantación del diminuto embrión en el útero de la madre.
Los autores afirman que sus resultados, publicados en Nature, son fruto de más de una década de investigación que ha conducido progresivamente a estructuras embrionarias cada vez más complejas.
Los investigadores ensamblaron en laboratorio embriones de ratón derivados de células madre utilizando una combinación de células madre embrionarias, células madre de trofoblastos y células madre de endodermo extraembrionario inducible, todas ellas procedentes de ratones.
"Nuestro modelo de embrión de ratón no solo desarrolla un cerebro, sino también un corazón que late, y todos los componentes que conforman el cuerpo", afirma Zernicka-Goetze. Es importante porque nos da acceso a la estructura en desarrollo en una etapa que normalmente se nos oculta debido a la implantación del diminuto embrión en el útero de la madre.
Para guiar el desarrollo del embrión sintético, los científicos unieron células madre cultivadas que representaban a cada uno de los tres tipos de tejido en las proporciones y el entorno apropiados para promover su crecimiento y comunicación entre sí, para finalmente autoensamblarse en un embrión.
Los investigadores están desarrollando modelos humanos similares que podrían usarse para comprender los mecanismos que subyacen a procesos importantes que, de otro modo, serían imposibles de estudiar en embriones reales.
El número de embriones sintéticos que se obtienen con el método es pequeño, del orden de 1% de los cultivos iniciales, y su desarrollo colapsa prematuramente después de pocos días en cultivo. También es importante confirmar que las estructuras obtenidas, aunque contienen los elementos de un embrión, tienen carencias importantes y la mayor parte de esas estructuras están dañadas o incompletas.
Los investigadores están desarrollando modelos humanos similares que podrían usarse para comprender los mecanismos que subyacen a procesos importantes que, de otro modo, serían imposibles de estudiar en embriones reales.
El número de embriones sintéticos que se obtienen con el método es pequeño, del orden de 1% de los cultivos iniciales, y su desarrollo colapsa prematuramente después de pocos días en cultivo. También es importante confirmar que las estructuras obtenidas, aunque contienen los elementos de un embrión, tienen carencias importantes y la mayor parte de esas estructuras están dañadas o incompletas.
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