Los autores afirman que sus resultados, publicados en Nature, son fruto de más de una década de investigación que ha conducido progresivamente a estructuras embrionarias cada vez más complejas.
Los investigadores ensamblaron en laboratorio embriones de ratón derivados de células madre utilizando una combinación de células madre embrionarias, células madre de trofoblastos y células madre de endodermo extraembrionario inducible, todas ellas procedentes de ratones.
"Nuestro modelo de embrión de ratón no solo desarrolla un cerebro, sino también un corazón que late, y todos los componentes que conforman el cuerpo", afirma Zernicka-Goetze. Es importante porque nos da acceso a la estructura en desarrollo en una etapa que normalmente se nos oculta debido a la implantación del diminuto embrión en el útero de la madre.
Los investigadores están desarrollando modelos humanos similares que podrían usarse para comprender los mecanismos que subyacen a procesos importantes que, de otro modo, serían imposibles de estudiar en embriones reales.
El número de embriones sintéticos que se obtienen con el método es pequeño, del orden de 1% de los cultivos iniciales, y su desarrollo colapsa prematuramente después de pocos días en cultivo. También es importante confirmar que las estructuras obtenidas, aunque contienen los elementos de un embrión, tienen carencias importantes y la mayor parte de esas estructuras están dañadas o incompletas.