Paramecium bursaria |
“Varios estudios ya habían documentado el consumo de virus”, recuerda DeLong en un correo. “Pero, que sepamos, es la primera vez que se demuestra en estas dos especies”, añade. Se refiere a la Paramecium bursaria y a la Halteria sp., dos protistas ciliados acuáticos. Se sospechaba que comían virus, aunque se desconocía si de forma accidental. Lo que ha hecho el equipo de DeLong es observarlo en el laboratorio, en condiciones controladas. Así, liberaron en pequeñas gotas de agua obtenidas de un estanque cercano a la universidad grandes cantidades de clorovirus, un virus relativamente grande que infecta a la clorofila de las algas de los lagos y embalses de agua dulce de todo el planeta.
Halteria sp. |
“Creemos que los virus son probablemente muy nutritivos, teniendo elevados niveles de proteínas y fósforo”, dice DeLong. Un estudio sobre la composición de los virus publicado hace unos años también menciona que contienen ácidos nucleicos, lípidos y aminoácidos. En el caso de los clorovirus, además, podrían contener el carbono que le roban a la clorofila de las algas.
Ahora, como destaca Weitz, “esta investigación es un importante paso para avanzar en la comprensión de las formas en que las partículas virales intervienen en el movimiento de energía (y nutrientes) tanto hacia arriba como hacia abajo en las redes tróficas microbianas”. Es decir, el papel de los virus en la cadena alimenticia de los microorganismos.
Delong estima que los ciliados de un pequeño estanque pueden devorar 10 billones de virus al día y añade: “Si esto está sucediendo a la escala que creemos que podría estar ocurriendo, debería cambiar por completo nuestra visión sobre el ciclo global del carbono”.
Fuentes: National geographic, El país.
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