La medicina comienza el 2022 alcanzando un nuevo hito, por primera vez se ha logrado trasplantar con éxito un corazón de cerdo a un humano. El paciente, un varón de 57 años, padecía una enfermedad cardíaca terminal, por lo que este órgano modificado genéticamente era su última esperanza. Tres días después de haberse realizado la operación, el receptor se encuentra en buen estado y bajo vigilancia médica. Si se confirma su buena evolución, la operación abre un nuevo abanico de posibilidades para todos los pacientes que sufren la escasez de órganos humanos disponibles para trasplantes.
La cirugía histórica llevó más de ocho horas y fue ejecutada con éxito el pasado viernes en el Centro Médico de la Universidad de Maryland UMSOM. “Este trasplante de órganos demostró por primera vez que un corazón animal modificado genéticamente puede funcionar como un corazón humano sin un rechazo inmediato por parte del cuerpo”, resaltan los facultativos que intervinieron en la operación brinda beneficios para salvar vidas.
Según la institución americana, el trasplante de un corazón de cerdo “era la única opción disponible para el paciente”, ya que varios hospitales habían descartado la posibilidad de hacerle un trasplante convencional. “Era morir o hacer este trasplante. Quiero vivir. Sé que es un tiro en la oscuridad, pero es mi última opción”, aseguró el paciente, David Bennet, un día antes de la cirugía, quien será monitoreado cuidadosamente durante los próximos días y semanas para determinar si el trasplante.
“Ha sido una cirugía revolucionaria y nos acerca un paso más a la solución de la crisis de escasez de órganos. Simplemente, no hay suficientes corazones humanos de donantes disponibles para cumplir con la larga lista de receptores potenciales”, asegura Bartley P. Griffith, quien trasplantó quirúrgicamente el corazón de cerdo al paciente. En el mismo sentido se muestra Muhammad Mohiuddin, director científico del programa de xenotrasplantes (de animales a seres humanos) de la universidad: “Si funciona, entonces habrá un suministro inagotable de estos órganos para pacientes que sufren”.
El problema en este tipo de operaciones es que el cuerpo de los pacientes rechaza rápidamente los órganos animales. Los xenotrasplantes se probaron por primera vez en la década de 1980, pero se abandonaron en gran medida después del caso de Stephanie Fae Beauclair (conocida como Baby Fae) en la Universidad de Loma Linda (California). El bebé, que nació con una afección cardíaca mortal, recibió un trasplante de corazón de babuino y murió un mes después del procedimiento debido al rechazo del sistema inmunitario al corazón trasplantado.
En el caso de Bennett, la diferencia con los xenotrasplantes anteriores se encuentra en que los cirujanos utilizaron el corazón de un cerdo que fue sometido a edición genómica para retirarle un azúcar de las células responsables del rechazo casi inmediato de órganos. En la edición también se insertaron genes que los científicos creen pueden facilitar la aceptación del órgano.
La Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU (FDA) otorgó la autorización de emergencia para la cirugía en la víspera de año nuevo a través de su disposición de acceso ampliado (uso compasivo). Un mecanismo que se emplea cuando un producto médico experimental, en este caso el corazón de cerdo modificado genéticamente es la única opción disponible para un paciente que enfrenta una afección médica grave o potencialmente mortal. La autorización para proceder se concedió con la esperanza de salvar la vida del paciente.
“Esta es la culminación de años de investigación muy complicada para perfeccionar esta técnica en animales con tiempos de supervivencia que superan los nueve meses. La FDA utilizó nuestros datos y los datos del cerdo experimental para autorizar el trasplante en un paciente con enfermedad cardíaca en etapa terminal que no tenía otras opciones de tratamiento”, explica Mohiuddin, quien cree que el procedimiento exitoso ha proporcionado información valiosa para ayudar a la comunidad médica a mejorar un método que puede salvar vidas en futuros pacientes.
Revivicor, una empresa de medicina regenerativa con sede en Blacksburg fue quien proporcionó el cerdo modificado genéticamente al laboratorio de xenotrasplantes de la UMSOM. En la mañana de la cirugía de trasplante, el equipo quirúrgico dirigido por Griffith y Mohiuddin, extrajo el corazón del cerdo y lo colocó en el dispositivo de perfusión XVIVO Heart Box, una máquina que conserva el corazón hasta la cirugía.
Fuentes: Redacción médica