viernes, 18 de febrero de 2022

LAS FLORES DE LA ANTÁRTIDA ESTÁN CRECIENDO DEPRISA Y NO ES BUENO

Científicos estudiaron el crecimiento de las plantas autóctonas Deschampsia antarctica y Colobanthus quitensis en la isla Signy entre 2009 y 2019 y lo compararon con los años anteriores. 

Un grupo de científicos ha detectado que las plantas autóctonas con flor de la Antártida crecen cada vez más deprisa y la causa de esto se debe al cambio climático. Esto representa un punto de inflexión potencial para el ecosistema de la región. 

Los científicos ya han observado un aumento en el crecimiento de las plantas debido al calentamiento climático en el hemisferio norte, pero este es el primer cambio registrado en el sur de la Antártida.

Tras comparar los resultados con los datos registrados en los 50 años anteriores, descubrieron que los lugares estudiados no solo contaban con una presencia más densa de estas plantas, sino que habían crecido más rápido cada año a medida que las temperaturas aumentaban. 

Nicoletta Cannone, la líder del equipo de investigadores de una universidad de Italia, indica que, además del calentamiento global, otros factores podrían haber contribuido a este fenómeno, como, por ejemplo, la disminución de la población de lobos marinos en el continente helado. A su vez, indica que el incremento de las temperaturas también podría ayudar a que las especies invasoras colonicen la zona y crezcan más que las plantas nativas, lo que podría desestabilizar los ecosistemas y la biodiversidad. 


"Si extrapolamos lo que observamos en la isla Signy a otros sitios en la Antártida, también puede ocurrir un proceso similar", afirma Cannone. Y su estamento de conclusión dice: "esto significa que el paisaje antártico y la biodiversidad podrían cambiar rápidamente".
Peter Convey, un miembro del equipo de British Antarctic Survey la institución nacional del Reino Unido dedicada a la investigación de la Antártida, nos explica que lo más novedoso no es el crecimiento de la velocidad de las plantas sino que su crecimiento parece estar acelerándose. "Creemos que estamos empezando a ver lo que es casi un cambio radical o un punto de inflexión", dice. 


Matthew Davey, un investigador de la Asociación Escocesa de Ciencias Marinas en Oban, Reino Unido, está de acuerdo en que “la expansión acelerada ahora es claramente evidente en la región”. 

Según los científicos hay claras señales de que el calentamiento global está afectando el suelo Ártico. 

“Esta investigación nos brinda el primer conjunto de datos completo que muestra qué tan rápido y cuán densa puede expandirse la comunidad de plantas”, indica.


Fuentes: Actualidad RT, Infobae, Twitter teleSUR TV


DESCUBRIMIENTO DE UN NUEVO DINOSAURIO

El nuevo descubrimiento y nombramiento del Abditosaurus kuehnei es muy curioso por muchas razones. El primer nombre Abditosaurus significa "reptil olvidado" y el kuehnei es un homenaje a su descubridor. El nombre hace referencia a la larga historia de la investigación que se remonta al año 1954, cuando un paleontólogo alemán excavó los primeros restos que se enviaron a Madrid. El yacimiento cayó en el olvido y de ahí lo de Abditosaurus, hasta 1986 cuando se extrajeron algunos restos más, pero una gran tormenta hizo cancelar la excavación. El yacimiento volvió a ser retrasado hasta que en 2012 se reanudaron las excavaciones.

El Abditosaurus kuehnei es conocido como un titanosaurio. Los titanosaurios son los últimos dinosaurios antes de la extinción. Son del grupo de los saurópodos, eran los herbívoros dominantes del Cretácico. De 18 metros de largo y un peso de 14 toneladas ha sido identificado en el Pirineo catalán. Es un dinosaurio fitófago o comedor de plantas, que se desplazaba a cuatro patas y tenía cuello y cola muy largos. 

Pero estos 18 metros de largo es otra de las características curiosas de este animal tan impresionante, ya que ha sorprendido a los investigadores. Los titanosaurios que solemos encontrar en el Cretácico superior de Europa tienden a ser pequeños o de tamaño medio como consecuencia de haber evolucionado en condiciones de falta de alimento que potenciaron el desarrollo de especies pequeñas, pero este no es el caso del Abditosaurus kuehnei.

El personal investigador propone la hipótesis de la migración, ya que deducen que el linaje de Abditosaurus llegó al actual Pirineo aprovechando un descenso global del nivel del mar África y Europa. Además, esta teoría está apoyada por el descubrimiento de cáscaras de huevo de especies de dinosaurios que habitaban en Gondwana. 

Esto supone un avance primordial en la investigación de estos animales, puesto que ha permitido reconocer una biodiversidad única y anteriormente desconocida al final del Cretácico, poco antes de que desaparecieran en todo el mundo hace 66 millones de años. 

En las diferentes campañas de excavación se han podido recuperar hasta 53 restos del esqueleto del animal. Los fósiles del esqueleto de Abditosaurus se podrán contemplar un Museo que está previsto que se inaugure durante el primer trimestre de este año.

Fuentes: El País, RTVE

ALGAS TERRESTRES QUE CAPTAN EL 30% DE LAS EMISIONES HUMANAS DE CO2

Un estudio científico europeo junto con la participación del CSIC, revela que las algas del suelo resultan ser organismos que captan el 30% de las emisiones anuales humanas de CO2. 

El origen de este descubrimiento se remonta dos décadas atrás aproximadamente, cuando el biólogo marino estadounidense Paul Falkowski comprobó que las algas marinas captaban anualmente tanto carbono como todas las plantas terrestres reunidas. En este proceso, las algas, a las que se les relaciona con el término de "bosque escondido", aprovechan la abundante luz solar que incide sobre el mar para activar su fotosíntesis.

Después de este descubrimiento, la pregunta que se hicieron los científicos fue que si un bosque así podría existir en tierra firme. Y todo indica que sí, no todo es oscuridad en el suelo. Como se muestra, la luz sustenta un promedio de 5 millones de algas microscópicas, bacterias y eucariotas fotosintetéticas por gramo de suelo a nivel global. Sin embargo, hasta la fecha, la existencia de estos organismos se ha descrito de discreta o conservadora y su papel en la biodiversidad se ha tratado como puramente anecdótico.

La investigación de científicos europeos, incluido Enrique Lara, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas Avanzadas (CSIC) en el Real Jardín Botánico (RJB) de Madrid, muestra que las algas del suelo juegan un papel muy importante para los ecosistemas terrestres. Al igual que las plantas, estos microorganismos capturan el CO2 atmosférico y contribuyen así al almacenamiento de carbono en el suelo, actuando de esta manera contra el calentamiento global.

Los autores de este estudio, recién publicado en The New Phytologist, recopilaron datos de productividad y cuantificaron la cantidad de carbono capturado anualmente por algas microscópicas a escala planetaria, utilizando el modelo basado en aprendizaje automático (machine learning) a través de modelizaciones.

Estos datos han permitido estimar que las algas del suelo capturan hasta 3,6 gigatoneladas de carbono por año, lo que representa alrededor del 30% de las emisiones anuales humanas de dióxido de carbono en todo el mundo. Asimismo, este hallazgo ayuda a romper algunos estereotipos que están presentes en ecología microbiana, donde la fotosíntesis microbiana solo era apropiada en ambientes acuáticos.

Enrique Lara considera que estos resultados revelan la importancia de preservar los ecosistemas terrestres como una tarea urgente a la hora de reducir el CO2 atmosférico para salvaguardar el clima. También abren la puerta a manipular la producción de microalgas del suelo con el objetivo de incrementar la captación de carbono atmosférico.

Gracias a esta reciente investigación, hemos podido conocer la importancia de las algas del suelo en relación con el papel que juegan ayudando a combatir el cambio climático.

Fuentes: CSIC, COPE

ENCUENTRAN UNA EXTRAÑA CRÍA DE TIBURÓN FANTASMA EN NUEVA ZELANDA

Un equipo del Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera (NIWA) de Nueva Zelanda ha encontrado una cría de tiburón fantasma, perteneciente a la familia de los quimeriformes, habitantes prehistóricos de los mares que se cree que aparecieron hace más de 400 millones de años en la Tierra. Aunque su diversidad se ha reducido en los últimos milenios, actualmente existen unas 50 especies de difícil identificación debido al lugar en el que habitan.

Los tiburones fantasma, conocidos también por su nombre científico, chimaera, se avistan raramente, ya que viven en las profundidades del océano, y aún más infrecuentes son las veces que se avistan a sus crías.

Esta cría de tiburón fue recogida a una profundidad de aproximadamente 1,2 kilómetros bajo el agua, cerca de la Isla Sur de Nueva Zelanda. Se trataba de un recién nacido, puesto que su vientre aún estaba lleno de yema de huevo. Los tiburones fantasmas ponen sus huevos en el fondo marino, donde crecen y se alimentan sus embriones hasta que están listos para eclosionar.

Los científicos aseguran la importancia de este hallazgo, que permitirá profundizar en el conocimiento de la primera fase de vida de esta especie. El encuentro con esta cría fue accidental, se produjo mientras se realizaba una investigación sobre la población actual del pez hoki.

Según explica la doctora Brit Finucci a la BBC, las especies animales que viven en las profundidades son normalmente difíciles de encontrar, como sucede con los tiburones fantasma, rara es la ocasión en la que se pueden ver.


Al tratarse de un ejemplar recién nacido se amplían más las opciones de investigación. La doctora Finucci aclara que este descubrimiento ayudara a comprender mejor parte de la ecología de la especie y su biología. También señala que estas crías pueden tener dietas diferentes, vivir en hábitats diferentes e incluso llegar a tener un aspecto bastante diferenciado del de los adultos.

En primer lugar, se va a descubrir de qué especie se trata exactamente. Para lograrlo se tomarán muestras genéticas y de tejido para seguidamente realizar una serie de mediciones corporales y morfometrías.

Los tiburones fantasma no son tiburones propiamente dichos, sino una especie de pez que está estrechamente relacionada con las rayas y los tiburones. Además se trata de peces cartilaginosos, es decir, su esqueleto no está compuesto de huesos sino de cartílagos.

¿PODRÍAN LOS MEJILLONES VOLVER A SALVAR A LA HUMANIDAD?

El consumo de moluscos fue determinante en la evolución humana y podría ser una solución para afrontar las crisis alimentarias que cause el cambie climático.

La pregunta es llamativa y extravagante y cuya respuesta es que sí.

Los mejillones podrían ser una solución parcial para los serios problemas alimentarios que afrontara el ser humano a causa del cambio climático.

Esto lo argumenta Xabier Irigoien, es un director científico de Azti.

La reflexión de Xabier Irigoien no solo plantea que los mejillones puedan ser una solución, sino que ya lo fueron en un pasado.

Que los antepasados de los humanos modernos incluyeron marisco en su dieta es un dato de los inicios de la paleoantropología.

Los concheros, las acumulaciones de millones de miles de conchas de los ejemplares consumidores, la basura de mariscadas prehistóricas, son un tipo de yacimiento arqueológico.

La cueva de Santimamiñe, contaba con uno enorme, que fue excavado en 1931.

Lo que se ha plantado más recientemente es que este tipo de alimentación tuvo un papel fundamental en la evolución humana, hasta el punto de considerarla clave para su supervivencia. Hacia entre 200y 150000 años, la incipiente humanidad luchaba contra las condiciones climáticas de África.

Una larga era glacial había dificultado la búsqueda de alimentos y se discute hasta que punto la población se redujo a unos pocos cientos de individuos, pero hay pruebas fehacientes de que los humanos modernos sobrevivieron en refugios costeros alimentándose de moluscos.


En lo que respecta a la nutrición, "aparte de las calorías, se necesitan varios nutrientes esenciales para una dieta completa, cuya carencia provoca enfermedades", entre esos nutrientes son importantes "los ácidos grasos Omega 3" Cerca del 80% de estos ácidos "que consumimos provienen de la pesca y la acuicultura".

Los mejillones son una fuente de proteínas y ácidos grasos esenciales que pueden cultivarse a bajo coste y en las regiones donde mas se necesitan los alimentos.

Aunque obviamente los mejillones por sí solos, no salvaran la humanidad; El suministro de alimentos requerirá la combinación de distintos enfoques en diferentes regiones, pero la acuicultura de moluscos es una de las pocas opciones que quedan sin explotar, que puede producirse donde más se necesita". Pero en todo caso, como todo el planeta necesitará ácidos grasos esenciales, la mitilicultura en las zonas costeras, y la explotación de mariscos, podría contribuir a aumentar los ingresos de esos países al producir algo esencial para el resto de la humanidad.


LOGRAN EDITAR EL GENOMA DE LA GARRAPATA CON TIJERAS MOLECULARES

El equipo científico de EE UU cree que con esta herramienta de corta-pega genético se podrían alterar partes del genoma de estos grandes ácaros. Este ácaro es responsable de alojar y trasmitir peligrosos patógenos a personas y animales.

Además, el problema está empeorando, ya que el cambio climático está permitiendo que las garrapatas invadan rápidamente nuevas áreas, poniendo aún más personas y animales en riesgo de infecciones.

Sin embargo las herramientas de edición genética permitirán desvelar algunos de los secretos del genoma de las garrapatas y determinar cómo sobreviven estos animales únicos en el medio ambiente.

Los autores indican que los problemas técnicos que plantea inyectar a los embriones de garrapata para intentar la edición de genes han ralentizado aún más el progreso de la investigación.

Los embriones de este ácaro son muy difíciles de perforar debido a la alta presión dentro de los huevos, en este trabajo, el equipo desarrolló con éxito un protocolo de inyección en embriones utilizando la inyección de embriones una vez fuera de la madre.

Gulia-Nuss explica que fueron capaces de diseccionar cuidadosamente las garrapatas hembras grávidas para extirpar quirúrgicamente el órgano responsable de recubrir los huevos con cera, pero permitiendo que las hembras pusieran huevos viables.



La alteración selectiva de genes en garrapatas, vectoras de patógenos humanos, es un método poderoso para descubrir la biología de las interacciones garrapata-patógeno-huésped y así desarrollar nuevos enfoques y aplicaciones en el control de enfermedades transmitidas por garrapatas, concluyen los investigadores.

En última instancia, esto podría orientar el desarrollo y la aplicación de nuevos métodos de control de las enfermedades transmitidas por garrapatas.


Fuentes:HealthDaySINC

CÓMO CAMBIA LA EXPRESIÓN GÉNICA DEL CEREBRO CON ALZHÉIMER

Un grupo internacional de investigadores liderado por la UAB ha analizado los genes que se expresan en neuronas y astrocitos a partir de datos de 800 individuos, comparando lo que pasa en pacientes de Alzheimer y en personas sin demencia diagnosticada. El estudio, publicado en Neurobiology of disease, muestra la necesidad de analizar marcadores moleculares, como secuencias genéticas o proteínas cerebrales, para obtener ensayos, diagnósticos y terapias más precisos. Los resultados también muestran cambios en los astrocitos para intentar adaptarse al entorno tóxico derivado de la enfermedad, empeorando su progresión.

Aunque la enfermedad de Alzheimer es una de las patologías más estudiadas por su alta prevalencia, todavía se desconocen los cambios moleculares que provocan que los astrocitos, un tipo de células del cerebro, se transformen en los denominados astrocitos reactivos, manifestando un cambio morfológico muy pronunciado en respuesta a una situación de estrés. Tampoco por qué las neuronas de los cerebros enfermos tienen dificultades para comunicarse entre ellas o con los mismos astrocitos.

Ahora, en el artículo publicado en la revista Neurobiology of disease, un grupo internacional de investigadores expertos en estas células y en el estudio de enfermedades neurodegenerativas ha analizado los datos genéticos de muestras post mortem de cerebro de casi 800 individuos, para determinar las diferencias entre la expresión genética en astrocitos y neuronas de cerebros con la enfermedad y en las células de cerebros de personas sin un diagnóstico de demencia -grupo control-. Las muestras provienen del portal Alzheimer Disease Knowledge y han sido generadas por tres clínicas americanas: el Mount Sinai Hospital, el Mayo Clinic y el Religious Order Study/Memory and Aging Project.

Los investigadores han estudiado el conjunto de moléculas de ARN, que sirve para determinar, de todos los genes, cuáles se están expresando y en qué medida. “Mediante el estudio del transcriptoma podemos ver si hay genes silenciados o sobre expresados, y podemos entender qué está pasando dentro de las neuronas y astrocitos”, explica Elena Galea, investigadora del Institut de Neurociències (INc-UAB) y primera autora del artículo.

Los resultados han mostrado una elevada heterogeneidad genética entre personas con el mismo diagnóstico clínico, y también que más de la mitad de los individuos control tienen un perfil molecular de Alzheimer, caracterizado por la disminución de la expresión de genes sinápticos como consecuencia del daño y la muerte de las neuronas. “Esto podría indicar que estas personas estaban en un estadio muy temprano de la enfermedad (todavía sin síntomas) y reforzaría la idea que el diagnóstico clínico ha de complementarse con la búsqueda de marcadores moleculares, como proteínas de sinapsis neuronales, para determinar la fase en la que se encuentra el paciente”, explica Lydia Giménez-Llort, autora del artículo e investigadora del Departamento de Psiquiatría y Medicina Legal de la UAB y del INc-UAB

El estudio también muestra cómo a medida que avanza la enfermedad los astrocitos disminuyen la expresión de aquellos genes que codifican para proteínas mitocondriales, hecho que impide que las mitocondrias de estas células (orgánulos básicos para la energía celular) puedan funcionar bien. Este efecto podría ser una adaptación de los astrocitos para compensar la toxicidad de la proteína amiloide, y estaría perjudicando la comunicación entre astrocitos y neuronas. “Consideramos que esta adaptación que hacen los astrocitos contribuye al empeoramiento de la enfermedad y que, por tanto, podría ser un punto clave para prevenir su progreso”, explica la Dra. Galea.

El estudio es el análisis transcriptómico más completo de astrocitos humanos en la enfermedad de Alzheimer hecho hasta ahora y es de gran relevancia por la cantidad de muestras analizadas. Los resultados evidencian la necesidad de usar datos moleculares para estratificar a los pacientes en grupos genéticamente más homogéneos a la hora de hacer los ensayos clínicos y para obtener un diagnóstico y tratamiento más precisos de la enfermedad. Además, abren la puerta a desarrollar terapias dirigidas a proteger la función de las mitocondrias astrocitarias.

Fuente: BioTech

LACTOBACILLUS, BACTERIA QUE ACTIVA EL CÁNCER DE PÁNCREAS

 

Las bacterias probióticas presentes en el intestino podrían socavar la inmunidad en el cáncer de páncreas. Para ser exactos, el Lactobacillus, un tipo de bacteria que se cree que promueve la salud intestinal , aunque puede alterar la función de las células inmunitarias llamadas macrófagos en el entorno del tumor pancreático y estimular el crecimiento del cáncer.

Tracy McGaha , de la Universidad de de Toronto (Canadá) afirma que la mayoría de los estudios se centran en las correlaciones positivas entre el microbioma y los resultados del cáncer; todo este trabajo se centró en esto y señala que en algunas condiciones, la composición del microbioma puede tener un impacto negativo.

Los resultados publicados en la revista Immunity relevan que Lactobacillus afecta a la función de los macrófagos , es decir, células inmunitarias residentes en tejidos , y así metabolizan el triptófano de la dieta , el cual es un aminoácido esencial existente en las proteínas de los alimentos de origen vegetal y animal.

Los indoles , una clase de metabolitos resultantes de la metabolización microbiana del triptófano, hacen que se active el receptor del hidrocarburo de arilo o AHR , una proteína que regula la expresión génica.

La eliminación de AHR en los macrófagos, provoca un crecimiento mucho menos del cáncer de páncreas pero sí , una mayor sensibilidad a los tratamientos y un mayor número de células T inflamatorias; pero con la activación de AHR desaparecieron los efectos beneficiosos.

McGaha no se creía que el microbioma tuviera un impacto tan fuerte en la AHR y la función inmunológica, ya que sólo está pensado en que sea un factor en el microambiente tumoral y cuando bloquean los genes de mamíferos que pueden activar AHR , no tengan ningún efecto.

Probaron los efectos de la bacteria en ratones con modelos de cáncer de páncreas e impulsaron el proyecto de tecnología relacionado con el análisis de células individuales. Gracias a todo esto, se pudieron ver las respuestas de la población en los patrones de expresión génica de los macrófagos y otras células inmunes, y así lo que sucede a su alrededor.

Más tarde, los investigadores utilizaron muestras de tejido y datos de ensayo en humanos para así demostrar que la alta expresión de AHR se compagina con la progresión de la enfermedad, es decir, la supresión inmunitaria y la supervivencia del paciente.

El cáncer de páncreas es difícil de tratar , y para ayudar a estas personas se ha iniciado un ensayo clínico que tiene como fin, descubrir predictores personalizados de la respuesta del paciente a la quimioterapia.

El equipo de McGaha recoge muestras de heces antes y después de la quimioterapia para buscar un enriquecimiento de la bacteria y si se correlaciona con la respuesta del tratamiento, y así ver la supervivencia del paciente y sus observaciones sobre cómo actúa en el entorno del tumor.

Fuentes: ABCCultura RTs.

DESCUBREN UNA NUEVA ESPECIE DE INSECTO

Una nueva especie de saltamontes fue recientemente descubierta por Alvin Helden, un científico del Reino Unido, en la selva de Uganda. Antes de este nuevo descubrimiento, el más reciente avistamiento registrado de este extraño género había sido en la República Centroafricana, en el año 1969.

Este único insecto ha sido bautizado como Phlogis kibalensis, su descubridor lo halló mientras realizaba trabajos de campo para documentar insectos de la zona, en el oeste de Uganda. Esta nueva especie posee un característico brillo metálico que lo diferencia de las demás especies, también cuenta con unos órganos reproductores (masculinos) únicos, parcialmente en forma de hoja.

El macho de Phlogis kibalensis mide solo 6,5 mm de largo, lo que lo convierte en un insecto más pequeño que las cigarras; sin embargo, todavía faltan por conocer muchas cosas sobre esta nueva especie como, por ejemplo, las plantas de las que se alimenta o el papel que este tiene en el ecosistema local.

Helden afirma que encontrar una especie de este estilo es un logro único y especial en la vida, algo que no se va a volver a repetir en mucho tiempo, sobre todo teniendo en cuenta la rareza del hallazgo, habían pasado aproximadamente unos 50 años desde la última ocasión en la que se encontró un pariente cercano.

El científico añade que todavía quedan muchas especies distintas por descubrir. Por último, Helden también recalca lo decepcionante que es la idea de que algunas especies igual de únicas que esta vayan a desaparecer antes de que seamos conscientes de su existencia. Fuera de los parques y las reservas nacionales, muchas de estas raras especies desaparecerán inevitablemente debido a la contínua incrementación de las deforestaciones.

Sin duda alguna el descubrimiento de este científico británico ha supuesto un paso importante a la hora del estudio biológico de las chicharras de este género.

Fuentes: ABC, Diario HOY









EL ADN EN EL AIRE PERMITE CATALOGAR INSECTOS

En la conferencia «Ecología a través de las fronteras» se ha presentado un nuevo estudio, donde Fabian Roger, quien trabajaba como becario posdoctoral en la Universidad de Lund, utilizando un separador ciclónico ha acumulado muestras de fragmentos de ADN en el aire. Usó este método tres veces en el sur de Suecia almacenando muestras de aire mientras estudiaba y comparaba distintos tipos de insectos.

Posteriormente, Roger y su equipo amplificaron y secuenciaron las muestras de segmentos de ADN extraídas del aire, para poder reconocer los taxones. El grupo de investigadores se fundamentó en el metabarcoding, el cual es un procedimiento que posibilita la detección simultánea de agregados de especies de regiones cortas de genes que se encuentran en una sola muestra, y aunque todas las especies reconocidas ya habían sido descubiertas, el propósito del experimento era probar la posibilidad de catalogar los insectos examinando el ADN acumulado de muestras de aire.

El grupo de científicos descubrió muestras de ADN de 85 especies, entre ellas mariposas, escarabajos, hormigas y moscas. Además de insectos, también encontraron muestras de 9 especies de ranas, aves y otros muchos vertebrados. Varias de las identificaciones se incorporaron con los resultados de un análisis convencional, pero el procedimiento de ADNa (ADN ambiental) suprimió otras. Por ejemplo, aunque el muestreo de aire solo identificó nueve especies de polillas, en las trampas se encontraron 48 tipos de polillas.

El científico a cargo de la investigación, Fabian Roger, explicó que se inspiró para este experimento de tomar pruebas de ADNa en el aire luego de monitorear los ecosistemas acuáticos para investigar nuevas especies. «Me di cuenta de lo difícil que era obtener buenos datos sobre las poblaciones», declaró Roger. «Y con una investigación reciente que muestra una reducción del 70 por ciento en la biomasa de insectos, tenemos una falta crucial de datos». «Sabía que algunos entomólogos ya estaban detectando ADNa de insectos en el suelo. Si el ADN de un insecto terminaba en tierra firme», dedujo el científico, «podría haber comenzado en otro lugar, como es el aire de encima».

¿Una señal más grande del ADN de una especie indica la presencia de un mayor número de individuos? Esta gran pregunta, la cual tiene que ver con la abundancia, ha sido respondida por Clare, una científica especializada en el tema, «La respuesta no es simple. No se puede conocer la abundancia a menos que tenga condiciones extremadamente controladas», aclara la científica. «Alguna evidencia en condiciones acuáticas sugiere que la cantidad de ADN de una especie se halla relacionada con su abundancia ambiental, así como la distancia recorrida hasta la estación de muestreo. La señal puede ser mayor cuando las especies están más cerca del punto de muestreo».

Cada de señal de ADNa es capaz de mostrar la presencia de un insecto cercano al punto de muestreo de aire o un vasto caleidoscopio de lepidópteros lejanos. Cuando un insecto muere, el cuerpo al degradarse desprende más ADN que cuando estaba vivo. Roger imagina un futuro donde se pueda monitorear insectos instantáneamente, además planea que con este método se puedan alertar a los productores en campos agrícolas de los primeros indicios de una plaga invasora.

Como sugirió el director del Departamento de Entomología del Museo de Historia Natural del Condado de Los Ángeles, Brian Brown, los beneficios de este método de obtención de muestras de ADN a través del aire son inmensos. «No creo que esto reemplace lo que hago», indica Brown, «pero es emocionante porque es asequible y podría ser muy poco trabajo secuenciar el aire. Es fascinante pensar que vivimos y nos movemos a través de una matriz de sopa biológica».

LA OSTRA PLANA AYUDARÁ AL MAR MENOR A RECUPERAR SU ESTADO NATURAL

El proyecto dirigido por el Instituto Nacional de Oceanografía promueve la restauración de este bivalvo en la zona del mar Menor, ya que consume unas microalgas que provocan la eutrofización.

El impacto de la actividad humana ha protagonizado múltiples episodios de destrucción en el Mar Menor, como el que sucedió el verano pasado. Se tuvo que retirar 4,5 toneladas de peces que habían fallecido por culpa de la escasez de oxígeno en el agua. Los fertilizantes usados en la agricultura que acaban en esta laguna, (la laguna salada más grande de toda Europa), favorecen el exceso de nutrientes, es decir ayudan a la proliferación y multiplicación de algas y fitoplancton. A este proceso lo denominamos eutrofización. La eutrofización es el exceso anormal de nutrientes en un ecosistema (debido a actividades humanas normalmente). Por ello, el Instituto Español de Oceanografía pretende parar esto con la ayuda de la ostra plana (Ostrea edulis).

Esta especie tiene la capacidad de filtración, ya que se alimenta de las microalgas que provocan la eutrofización. Por desgracia, la población de la ostra plana se ha reducido por culpa de la llegada de especies invasoras. La ostra plana alcanzó la cantidad de 135 millones de ejemplares en el mar Menor durante los años 80 y 90. Procede del Mediterráneo y entró en la década de los 70 cuando se produjo una bajada en la salinidad. Pero debido a la llegada de la caulerpa, su población se redujo. Este tipo de macroalga se asentó en el fondo del mar, dejando sin espacio a las larvas de la ostra. Ésto ha favorecido a las esponjas, otro organismo, a invadir las valvas de las ostras.

Es por todo esto que el IEO dirige el proyecto RemediOS para promover la restauración de esta especie y conseguir que el mar Menor vuelva a su estado natural. Marina Albentosa, responsable del programa, expone que no es una "solución mágica". Afirma también que el mar Menor necesita soluciones integradas en agua y tierra. Pero se empezará siguiendo estos pasos: primero, se capturarán ostras que habiten en el mar Menor para tratar de reproducirlas en el laboratorio. Tras ello, se dejarán crecer las larvas durante algunas semanas para enviarlas posteriormente a las salinas de Marchmalo. En este espacio protegido de La Manga del mar Menor crecerán y cuando estén lo suficientemente fuertes como para ser trasladadas a la laguna, se comprobará la capacidad que tienen para ayudar a reducir la eutrofización del mar Menor.

Este proyecto formado por científicos de diferentes instituciones, consta de una parte de divulgación para diferentes sectores de la sociedad sobre el concepto de biorremediación, (la búsqueda de soluciones que encontramos en la naturaleza para recuperar un ecosistema). Marina Albentosa incide en que cuando el ser humano es el culpable de la disminución o desaparición de una población, se prescinde también del servicio que esos individuos prestaban al entorno natural. En este caso, el servicio que dejamos de recibir es la filtración del agua y la retirada de proliferaciones de fitoplancton. Gracias a este tipo de actuaciones conseguimos devolver el ecosistema a su estabilidad inicial. "La solución nos la da la naturaleza que hemos destruido", concluye la investigadora.

HALLAN DOS NUEVAS ESPECIES DE ABEJAS EN RESINAS

 

Dos nuevas especies de abejas sin aguijón han sido descubiertas encerradas en resina de árbol y copal, y probablemente se extinguieron antes de que pudieran ser halladas con vida.
Los bosques del este de África y los bosques costeros de Madagascar se encuentran entre los ecosistemas más amenazados del mundo. Más del 90 por ciento de la tierra forestal ha sido talada; solo en 2020, se perdieron 241 kilohectáreas de árboles en Madagascar.
"Sin embargo, estas áreas todavía se consideran 'puntos críticos de biodiversidad'", explica en un comunicado la Dra. Mónica M. Solórzano Kraemer del Instituto de Investigación Senckenberg y el Museo de Historia Natural de Frankfurt, y continúa: "Sin embargo, su biodiversidad era incomparablemente mayor en el pasado: como hemos aprendido de las inclusiones de insectos en resinas fosilizadas, entre otras cosas".

Junto con un equipo de España (Universidad de Barcelona e Instituto Geológico y Minero de España-CSIC), Estados Unidos (Universidad de Kansas) y Alemania (Helmholtz-Zentrum Hereon-DESY), Solórzano Kraemer examinó varias de estas resinas de árboles (así -llamadas "resinas de defaunación") y copales. Dentro de las resinas, los investigadores encontraron inclusiones de abejas sin aguijón (Meliponini), la más joven que data de 2015, la más antigua de hace unos 3.000 años. Entre los 36 especímenes estudiados, los investigadores identificaron tres especies ya conocidas por la ciencia, así como dos especies no descritas anteriormente: Axestotrigona kitingae sp. nov. y Hypotrigona kleineri sp. nov...





En su estudio, los investigadores se refieren a una "pérdida oculta" de biodiversidad: la extinción de especies antes de que puedan ser descubiertas y descritas en su entorno natural. "Hasta ahora, la ciencia se ha centrado principalmente en las inclusiones en el ámbar. Sin embargo, la resina y los copales conservan los organismos en condiciones comparativamente buenas, lo que los convierte en herramientas importantes para rastrear los cambios en los conjuntos de fauna.

Hoy, África oriental y el este de Madagascar son paisajes muy fragmentados. Por lo tanto, asumimos que las especies recién descubiertas ya están extintas en este momento", dice Solórzano Kraemer, y explica: "Las especies de Meliponini son muy sensibles a los cambios ambientales, ya que estas especies de abejas sociales que viven en colonias dependen del polen, el néctar y la resina de la flora circundante. Por esta razón, además de los extensos cambios antropogénicos en el hábitat dura.





VIRUS DE LA GRIPE EN LA LECHE DE VACA PASTEURIZADA

Un equipo de científicos de la Universidad de Wisconsin-Madison ha descubierto por primera vez la presencia de virus de gripe aviar altament...