En el cuerpo humano, los virus mantienen el equilibrio bacteriano crucial para la salud. Aunque los bacteriófagos se usaron para tratar infecciones bacterianas hace un siglo, los antibióticos los reemplazaron en gran parte del mundo, excepto en la Unión Soviética. Sin embargo, el aumento de resistencias bacterianas ha renovado el interés en los fagos, que ya han salvado a pacientes desahuciados.
Recientes estudios, como uno del laboratorio de Eran Elinav en el Instituto Weizmann, exploran el uso de fagos para tratar enfermedades no infecciosas. Estos virus pueden ayudar a restablecer el equilibrio bacteriano en enfermedades como el cáncer, la obesidad, la diabetes y los trastornos neurológicos. Por ejemplo, Elinav y su equipo demostraron que una terapia de fagos podía controlar una cepa de Klebsiella pneumoniae en ratones con intestino irritable.
Los trasplantes fecales han mostrado que la parte viral en ellos puede modificar las comunidades
bacterianas, lo que podría utilizarse para desarrollar probióticos virales. Los fagos tienen la ventaja de atacar específicamente a las bacterias problemáticas, minimizando el daño a la microbiota saludable, a diferencia de los antibióticos que eliminan tanto bacterias dañinas como beneficiosas.
El tratamiento con fagos debe ser personalizado, cultivando bacterias del paciente con fagos potenciales para identificar los más eficaces. Los biobancos de fagos, con sus características detalladas, facilitarían este proceso. La biología sintética podría modificar virus naturales para atacar bacterias específicas y adaptarse a sus mutaciones.
En esta fase inicial, es necesaria más investigación y regulación específica, ya que los fagos son agentes biológicos vivos y difieren de los medicamentos tradicionales. Combinaciones de fagos, en lugar de tratamientos individuales, son necesarias para evitar la resistencia bacteriana y garantizar la efectividad. La seguridad de estos tratamientos está respaldada por su uso histórico y su incapacidad para infectar células humanas.
Fuentes: revistadiabetes.org, EL PAIS
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