Los investigadores destacan que este nanokiller podría aplicarse en múltiples ámbitos, como la eliminación de patógenos en alimentos, aguas residuales y en el tratamiento de infecciones nosocomiales, que son las que se adquieren durante estancias hospitalarias. Estas infecciones representan un grave problema de salud pública, ya que pueden ser difíciles de tratar y aumentar los costos del sistema de salud.
El equipo del grupo NanoSens del IDM-CIBER ha destacado que la aplicación de este 'nanoasesino' sería muy sencilla. Según la investigadora del Instituto Interuniversitario de Investigación de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM) Andrea Bernardos, se podría "crear un spray y hacer una formulación basada en agua y otros compuestos y aplicarlo directamente." Esto permitiría una fácil implementación en diferentes contextos, desde entornos agrícolas hasta establecimientos de salud.
Uno de los aspectos más destacables de este nanodispositivo es que mejora significativamente la eficacia del cinamaldehído encapsulado en comparación con el compuesto libre. Según los datos, el nuevo nanodispositivo es unas 52 veces más eficaz contra Escherichia coli, unas 60 veces más eficaz contra Staphylococcus aureus y unas 7 veces más eficaz contra Candida albicans. Esto se debe principalmente a la disminución de la volatilidad del cinamaldehído gracias a su encapsulación en una matriz de sílice porosa y al aumento de su concentración local cuando se libera por la presencia de los microorganismos.
Además, el uso de este nanodispositivo permite una reducción significativa de la dosis biocida requerida en comparación con el cinamaldehído libre. En el caso de las cepas bacterianas (Escherichia coli y Staphylococcus aureus), la reducción es de aproximadamente el 98%, mientras que para la cepa de levadura (Candida albicans), la reducción es del 72%. Esto representa una importante ventaja en términos de eficacia, seguridad y sostenibilidad.
Los investigadores destacan que este tipo de dispositivos que contienen biocidas naturales (como los componentes del aceite esencial), cuya liberación está controlada por la presencia de patógenos, podrían aplicarse también en campos como la biomedicina, la tecnología de alimentos, la agricultura y muchos otros. Esto abre la puerta a una amplia gama de aplicaciones que podrían transformar la forma en que abordamos los problemas relacionados con las infecciones microbianas en diversos ámbitos.
Los investigadores destacan que este tipo de dispositivos que contienen biocidas naturales (como los componentes del aceite esencial), cuya liberación está controlada por la presencia de patógenos, podrían aplicarse también en campos como la biomedicina, la tecnología de alimentos, la agricultura y muchos otros. Esto abre la puerta a una amplia gama de aplicaciones que podrían transformar la forma en que abordamos los problemas relacionados con las infecciones microbianas en diversos ámbitos.
Fuentes: El Mundo, 20 Minutos