El estudio, que publica la revista eBioMedicine, lo han liderado investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas y del IIBB-CSIC-IDIBAPS, y sus resultados apuntan a que este marcador puede suponer un paso importante en la detección y tratamiento precoz de este tipo de tumor, uno de los de peor pronóstico.
El estudio ha analizado la utilidad del receptor tirosina-quinasa AXL, una proteína presente en la superficie de las células, para detectar en los pacientes la presencia de cáncer de páncreas. Dicha proteína está habitualmente ausente en células normales, pero se ha demostrado que su presencia se incrementa de forma notable en determinados tipos de tumores, como los de páncreas, en los cuales está relacionada con la progresión de la enfermedad. Los investigadores intentaron demostrar si se podía detectar su presencia en sangre y si este hecho se podía utilizar para el diagnóstico precoz del cáncer de páncreas.
De hecho, el cáncer de páncreas y, en concreto, el adenocarcinoma ductal pancreático, es uno de los tumores de peor pronóstico. Es la tercera causa de muerte por cáncer en los países desarrollados, con casi 8.700 casos diagnosticados en España en 2021. La falta de marcadores diagnósticos es el principal problema en su abordaje, ya que solo el 20% de los pacientes se pueden operar a tiempo, facilitando así la metástasis y la resistencia al tratamiento en los tumores más avanzados.
Para demostrar la utilidad de este marcador, se recogieron y analizaron muestras de sangre de 59 pacientes del Hospital del Mar, y se validaron los resultados con un segundo grupo de 142 pacientes del Hospital Clínic de Barcelona. El estudio se complementa con una tercera cohorte de cáncer de páncreas familiar, diversos modelos animales en ratones, y análisis en células humanas tumorales in vitro para corroborarlos. «Se identificaron los niveles de la proteína AXL soluble en sangre, recogiendo el plasma
y analizando los niveles de este marcador en el grupo de control, en pacientes con pancreatitis crónica y en pacientes con tumores de páncreas. La colaboración de todos los pacientes y sus familias es clave para un estudio como este», explica Neus Martínez-Bosch, primera firmante del trabajo. «De esta manera, se demostró la presencia del marcador en sangre solo en los pacientes que ya habían desarrollado el tumor, sin estar presente en individuos sanos ni en los que sufrían pancreatitis crónica», comenta Helena Cristóbal, co-primera autora del estudio.
Actualmente, no existe ningún biomarcador para el diagnóstico precoz del cáncer de páncreas. Se utiliza la proteína CA19-9 solo para evaluar la respuesta al tratamiento en los pacientes que presentan elevación del CA19-9 en el debut de la enfermedad, pero no se puede usar en el diagnóstico a causa de su baja especificidad. Por este motivo, disponer de una nueva herramienta en el campo del diagnóstico es de especial relevancia. Sobre todo, teniendo en cuenta que el diagnóstico precoz es esencial para la cirugía del tumor, «la única opción de tratamiento curativo», destacan los investigadores.
Además, quieren determinar qué pacientes se pueden beneficiar de este nuevo marcador, ya que un pequeño número de tumores de páncreas no expresan la proteína AXL. A pesar de este hecho, si se combina el análisis con el otro marcador existente, CA19-9, su capacidad para determinar la presencia de células cancerosas se incrementa, llegando a una sensibilidad del 90%. «Estamos muy interesados en saber por qué algunos cánceres no expresan AXL, esto nos podría dar pistas para saber cómo funcionan los mecanismos tumorales que podríamos utilizar como dianas para tratamientos», asegura Pablo Garcia de Frutos, co-investigador principal del estudio y director del Departamento de Muerte y Proliferación Celular del IIBB-CSIC-IDIBAPS.
Fuente: ABC