Al hablar de la reproducción, la que seguramente no sea la primera que se nos venga a la cabeza sea la reproducción asexual y pensemos que este tipo de acto solo está relacionado con organismos inferiores y microbios unicelulares, a diferencia de la extensa cantidad de especies que necesita 2 individuos para la reproducción.
Sin embargo, hay una excepción que se da contadas veces en varias especies como insectos llamada partenogénesis o nacimiento virgen, proceso en el cual las hembras producen óvulos no fertilizados, los cuales pueden convertirse en embrión.
Investigadores de la Universidad de Cambridge, al investigar este fenómeno, consiguieron identificar los genes que permiten que una especie, la mosca de la fruta, pueda crear crías sin óvulos fertilizados por esperma.
Esta información ayudó a este equipo a inducir un parto virgen en este animal, el cual se reproduce principalmente de forma sexual.
Concretando más, en esta investigación llevada a cabo a lo largo de 6 años utilizando 200.000 moscas, observaron la especie Drosophila melanogaster y su capacidad de reproducción por partenogénesis.
Después, al secuenciar el genoma de esta mosca e identificar el gen encargado del nacimiento virgen, los investigadores identificaron el gen correspondiente en otra especie de la mosca de la fruta, Drosophila melanogaster, y alteran ese gen para activarlo.
En los resultados de los experimentos se vio que solo entre el 1% y el 2% de la segunda generación de hembras que pueden tener partos por partenogénesis, tuvieron descendencia y solo tuvieron cuando no había machos alrededor. Es decir, que cuando había machos alrededor, las hembras se apareaban y se reproducían con ellos.
Según los científicos, cambiar el tipo de reproducción a un nacimiento virgen puede ayudar a sobrevivir, ya que una generación de nacimientos vírgenes puede ayudar a mantener la supervivencia de la especie.
Pero también puede ser negativo debido a que podría reducir la capacidad de la especie para adaptarse a presiones ambientales.