Posteriormente, Roger y su equipo amplificaron y secuenciaron las muestras de segmentos de ADN extraídas del aire, para poder reconocer los taxones. El grupo de investigadores se fundamentó en el metabarcoding, el cual es un procedimiento que posibilita la detección simultánea de agregados de especies de regiones cortas de genes que se encuentran en una sola muestra, y aunque todas las especies reconocidas ya habían sido descubiertas, el propósito del experimento era probar la posibilidad de catalogar los insectos examinando el ADN acumulado de muestras de aire.
El grupo de científicos descubrió muestras de ADN de 85 especies, entre ellas mariposas, escarabajos, hormigas y moscas. Además de insectos, también encontraron muestras de 9 especies de ranas, aves y otros muchos vertebrados. Varias de las identificaciones se incorporaron con los resultados de un análisis convencional, pero el procedimiento de ADNa (ADN ambiental) suprimió otras. Por ejemplo, aunque el muestreo de aire solo identificó nueve especies de polillas, en las trampas se encontraron 48 tipos de polillas.
El científico a cargo de la investigación, Fabian Roger, explicó que se inspiró para este experimento de tomar pruebas de ADNa en el aire luego de monitorear los ecosistemas acuáticos para investigar nuevas especies. «Me di cuenta de lo difícil que era obtener buenos datos sobre las poblaciones», declaró Roger. «Y con una investigación reciente que muestra una reducción del 70 por ciento en la biomasa de insectos, tenemos una falta crucial de datos». «Sabía que algunos entomólogos ya estaban detectando ADNa de insectos en el suelo. Si el ADN de un insecto terminaba en tierra firme», dedujo el científico, «podría haber comenzado en otro lugar, como es el aire de encima».
¿Una señal más grande del ADN de una especie indica la presencia de un mayor número de individuos? Esta gran pregunta, la cual tiene que ver con la abundancia, ha sido respondida por Clare, una científica especializada en el tema, «La respuesta no es simple. No se puede conocer la abundancia a menos que tenga condiciones extremadamente controladas», aclara la científica. «Alguna evidencia en condiciones acuáticas sugiere que la cantidad de ADN de una especie se halla relacionada con su abundancia ambiental, así como la distancia recorrida hasta la estación de muestreo. La señal puede ser mayor cuando las especies están más cerca del punto de muestreo».
Cada de señal de ADNa es capaz de mostrar la presencia de un insecto cercano al punto de muestreo de aire o un vasto caleidoscopio de lepidópteros lejanos. Cuando un insecto muere, el cuerpo al degradarse desprende más ADN que cuando estaba vivo. Roger imagina un futuro donde se pueda monitorear insectos instantáneamente, además planea que con este método se puedan alertar a los productores en campos agrícolas de los primeros indicios de una plaga invasora.