viernes, 18 de marzo de 2022

DETERIORO DE NUESTRO SISTEMA DIGESTIVO POR LOS MICROPLÁSTICOS


Un grupo de investigadores ha descubierto que la ingesta de microplásticos podría estar deteriorando el sistema digestivo de los seres humanos. Mediante un simulador de un estómago artificial, los  científicos han demostrado que los microplásticos tienen un efecto directo en la flora intestinal, ya que reduce la diversidad bacteriana de la microbiota del colon y también alteran el equilibrio en los microorganismos presentes.

El estudio señala que ingerir microplásticos reduce la abundancia de bacterias que aportan efectos positivos en nuestra salud y aumenta la presencia de otros grupos de microbianos que están relacionados con una actividad patógena. La ingesta continuada de estos, puede alterar el equilibrio intestinal.
También se ha advertido que los resultados son preliminares en cuanto a efectos humanos ya que todavía no hay datos certeros en cuanto a exposición humana.
A la semana ingerimos entre 0,1 y 5 gramos ya que los microplásticos están en alimentos y bebidas, sobre todo en pescados y crustáceos, aunque también en procesados y tejidos. Incluso hay estudios que afirman que también los inhalamos.
El estudio ha mostrado que los microplásticos, a lo largo del tracto estas partículas sufren biotransformaciones y llegan al colon estructuralmente diferente a la original.

Para esta investigación se ha diseñado un protocolo de simulación de la ingesta y digestión de microplásticos en condiciones fisiológicas mediante el modelo in vitro de digestión gastrointestinal por el cual pudimos albergar la microbiota colónica humana durante la intervención de microplásticos lo que ha permitido monitorizar cambios en la estructura y morfología de estos.  

La investigadora ha concluido que todos estos mecanismos y factores contribuirán averiguar si los microplásticos pueden permanecer en cuerpo humano y llegar a acumularse en algunos órganos y tejidos.


EL CERDO IBERICO Y EL CAMBIO CLIMATICO

 

Un equipo de investigación de la Estación Experimental del Zaidín (EEZ-CSIC) ha demostrado que la carne de cerdo ibérico puro mantiene su calidad a pesar de las altas temperaturas del cambio climático. Los resultados refutan la creencia de que la grasa de este ganado porcino pierde marcadores de la calidad como los niveles de ácido oleico (que contribuye a la regulación de la tensión arterial y el colesterol), la uniformidad del color rojizo del músculo o la pérdida de agua por goteo, relacionada con su jugosidad.

En cambio, confirman que «el organismo de este ganado porcino se adapta a la adversidad climática y genera mecanismos biológicos para protegerse del calor, como la producción de antioxidantes, que previenen el envejecimiento celular. Esta reacción fisiológica estimula que los tejidos del cerdo adquieran otras cualidades. Por ejemplo, mayores niveles de zinc, que forma parte del sistema defensivo del cuerpo y ayuda a la cicatrización de las heridas; así como un incremento de la materia grasa infiltrada en la musculatura del cerdo, que aporta un mejor aroma, ligereza y textura a su carne», afirma la Fundación Descubre en un comunicado. El cerdo ibérico puro posee más grasa que otras razas porcinas. Durante los meses de otoño e invierno se alimenta tanto de pienso como del pasto y, especialmente, de las bellotas que abundan en las dehesas. Pero durante los meses de verano, el calor puede producir cambios en algunas de sus pautas vitales como la alimentación. 


En concreto, en la época estival los cerdos ibéricos pasan más tiempo echados en el barro y disminuyen su ingesta como mecanismo de defensa ante el calor excesivo, puesto que no sudan. Su organismo depende de factores externos como la presencia de agua o sombra para regular su temperatura corporal. «Hasta ahora se pensaba que, a consecuencia de este estrés térmico durante largos periodos de tiempo, su carne perdía calidad, que es lo les ocurre a otras razas», explica a la Fundación Descubre la investigadora de la EEZ-CSIC Isabel Seiquer.
En el estudio titulado «Impact of Heat Stress on Meat Quality and Antioxidant Markers in Iberian Pigs» y publicado en «Antioxidants» se detalla cómo los expertos analizaron 24 cerdos ibéricos puros en las instalaciones de la Estación Experimental del Zaidín, bajo estrictos criterios éticos para la protección del bienestar animal y con la supervisión de un veterinario.
Los científicos repartieron a los animales en tres grupos de ocho y los supervisaron durante 35 días, siete de aclimatación al nuevo entorno y 28 de experimentación, en distintas condiciones climatológicas.



LOS INSECTOS, FUENTE DE PROTEÍNAS DEL FUTURO

 La necesidad de encontrar nuevas materias primas para solucionar la carencia de que había muchos huecos en la cadena de valor agroalimentaria impulsó a Adriana Casillas junto a Sabas de Diego la empresa Tebrio, pionera en España en la cría y transformación del tenebrio molitor, también conoció como gusano de la harina.

Sabas de Diego es un ingeniero químico que ha trabajado quince años en la industria del porcino antes de dar el paso al emprendimiento. Para poner en marcha la actividad, los socios fundadores invirtieron alrededor de 8000 euros a través de un préstamo personal del banco. En su trayectoria han contado con apoyos del Centro para el desarrollo Tecnológico Industrial, Del Ministerio de Ciencia e Innovación. Por este motivo, tardaron seis años en desarrollar la tecnología de la que disponen, que combinan con recursos de la Industria y de la inteligencia artificial para fabricar la materia a gran escala.

La compañía, en la que trabaja una veintena de empleados entre ingenieros, biólogos, bioquímicos y doctores, prevé cerrar 2022 con unos ingresos de 700.000 euros. La elección del gusano de la harina se debe a dos razones principales. Dentro del molitor hay una proteína que se puede extraer al 76% y que tiene un porcentaje de digestibilidad del 99%. Asimismo, este bicho es fácil de manejar a nivel industrial.

En Tebrio, una parte de los gusanos es destinada a la extracción y otra a la reproducción.

Según detalla la fundadora, la grasa sacada del gusano de la harina es muy rica en ácidos insaturados, los buenos para el cuerpo humano, por lo que podría ser comparada al aceite de oliva o al aceite de girasol.

Además de alimentación para animales, la transformación industrial del tenebrio molitor tiene aplicaciones en la cosmética.

Aparte de la aplicación cosmética, también sirve para la alimentación para mascotas, sustento en la cría industrializada de animales y para la entomofagia, que es una palabra griega designada para la ingesta de insectos por parte del ser humano. Una práctica que hoy en día se considera exótica en España, pero que ha sido un hábito alimentario en otras culturas desde el principio de los tiempos. En todo el mundo ya hay más de 2000 millones de personas que los comen, y en ciertos países de Europa  se puede comprar tenebrio molitor para consumo humano en los supermercados en forma de snack. El gusano de la harina también se degusta en restaurantes de alta cocina, en algunos de ellos en forma de pan hecho con el insectos.

Fuentes: el país, ecoproten

COMPLICACIONES CARDIOVASCULARES TRAS SUFRIR COVID-19

Un grupo de investigadores del Centro de Epidemiología Clínica, Servicio de Investigación y Desarrollo, en Misuri (Estados Unidos), han realizado un estudio, publicado en la revista Nature Medicine, donde han demostrado que el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares aumenta después de treinta días tras haber superado una infección por Covid-19, y al menos hasta un año después de la recuperación.

Los investigadores utilizaron datos de las bases médicas del Departamento de Veteranos de Estados Unidos para seguir a más de 153.000 veteranos que habían contraído el Covid-19, y en comparación con quienes nunca se había infectado del virus, tenían más del 60% de probabilidades de padecer alguna enfermedad cardiovascular, como trastornos cerebrovasculares, arritmias, cardiopatías isquémicas y no isquémicas, pericarditis, miocarditis, insuficiencia cardíaca y enfermedad tromboembólica. Esto es debido a que las secuelas del coronavirus SARS-CoV-2, pueden afectar a los órganos pulmonares y al sistema cardiovascular.

El autor principal del estudio, Ziyad Al-Aly, indicó a la revista Jama Network, que los riesgos con mayor ocurrencia son la insuficiencia cardíaca y la fibrilación auricular.

Los riesgos fueron evidentes en todas las edades, sexos, razas, personas con o sin comorbilidad... Los investigadores se sorprendieron al comprobar que el riesgo era elevado incluso en personas con síntoma leves y que no habían sido hospitalizadas en la fase aguda de la enfermedad. Esas personas, por ejemplo, tenían el doble de probabilidades de sufrir una embolia pulmonar que las personas que no habían sufrido Covid-19. A medida que aumentaba la gravedad de la enfermedad, también aumentaba el riesgo de complicaciones cardiovasculares a largo plazo, las personas tratadas en una UCI tenían el mayor riesgo después de su recuperación.

El estudio demuestra que la enfermedad cardiovascular es una faceta del trastorno multifacético conocido como Covid prolongado, en el que no solo existe fatiga o confusión mental, sino un conjunto de síntomas y disfunción orgánica que resultan de la Covid-19 y persisten, o surgen de nuevo en la fase post aguda de la enfermedad.

Ziyad Al-Aly dice que los hallazgos deberían cambiar la forma de pensar sobre el Covid-19 y la salud del corazón, los médicos deben entender que el Covid-19 ahora es un factor de riesgo cardiovascular, al igual que la diabetes, la presión arterial alta y el colesterol.

Todavía no está claro por qué el Covid-19, un virus respiratorio, puede tener efectos en el sistema cardiovascular. Según Al-Aly, una teoría considera que el receptor que el virus usa para entrar en las células también se encuentra comúnmente en las células del corazón. La proteína espiga de Covid-19 actúa como una "llave para el corazón de las personas" y puede provocar daños, dijo.

Los expertos aconsejan a cualquier persona que haya tenido una infección por Covid-19 que tome en serio cualquier síntoma cardiovascular inexplicable y busque ayuda de inmediato.

Aunque este estudio se enfoca en el impacto de Covid-19 en el sistema cardiovascular, es probable que otros sistemas de órganos también se vean afectados. Los investigadores planean investigar los efectos que este virus puede tener sobre la diabetes y el sistema nervioso.

ÚNICO ANIMAL CON ANO A DEMANDA

Una criatura marina considerada como uno de los animales más antiguos de la Tierra puede tener la clave de por qué tenemos ano. Sin embargo, su agujero para excretar es muy diferente al nuestro: solo surge cuando lo necesita para después desaparecer sin dejar rastro.

Científicos del Laboratorio de Biología Marina en Woods Hole (Massachusetts) han podido comprobar en la Mnemiopsis leidyi el primer caso de «ano transitorio» en la naturaleza, una condición que, según sus descubridores, puede reescribir los libros de texto de ciencia.

Hasta ahora se habían encontrado animales parecidos a la M. leidyi, como algunas medusas, que utilizaban la misma abertura para comer y defecar. Sin embargo, se creía que este espécimen, conocido también como nuez de mar o medusa peine (a pesar de que no es una medusa, sino que pertenece al grupo de los invertebrados marinos llamados ctenóforos), tenía un ano permanente como nosotros y muchos otros animales.

La sorpresa vino cuando, Sydney Tamm, autor del estudio publicado ahora en la revista Invertebrate Biology, no lo encontró a pesar de pasarse horas grabando cómo defecaba la criatura.

«No era visible cuando el animal no estaba haciendo caca. Ni siquiera había rastro bajo el microscopio. Era invisible para mí», explica para NewScientist Tamm, quien recalca que, hasta la fecha, «no hay documentación de otro 'ano transitorio' en ningún otro animal que se conozca».

Desde 1850 se sabe que estos animales tienen un intestino con una boca y un ano separados. De hecho, se había constatado que algunos tienen más de un ano. Así, los pequeños peces que ingiere la M. leidyi entran por su «boca» hasta ser digeridos en el estómago. Desde aquí, los trozos grandes vuelven a ser expulsados por la boca, mientras que los nutrientes se reparten por el cuerpo del animal. Para los desechos, existen dos canales intestinales en forma de «Y» ciegos (que hasta ahora se daba por hecho que sí tenían salida), que se agrandan hasta que tocan las paredes externas del animal o la epidermis.

Ese contacto es lo que provoca la fusión de ambas paredes y la formación de un agujero. Después, se cierra inmediatamente para desaparecer. «Un agujero se abre y se hace cada vez más grande, y luego ves que los residuos salen de inmediato. Entonces, el anillo de fusión disminuye y vuelve a sellarse y ya no hay ninguna abertura», señala Tamm. En las pruebas solo se pudo observar cómo uno de los caminos de la «Y» se abría al exterior, mientras que el otro quedaba ciego.

Este proceso se da cada hora aproximadamente en los ejemplares adultos, aunque en las larvas ocurre cada diez minutos.

Tamm opina que, debido a que este animal se ha considerado entre los más antiguos del planeta (se encuentra en los debates científicos sobre el origen de las especies junto con esponjas y medusas), puede ser la clave a la respuesta de por qué los seres vivos desarrollaron anos permanentes: este «agujero transitorio» constituiría una fase intermedia de la evolución entre la única abertura para comer y excretar y la diferenciación de ambos procesos.

Fuente: ABC

LAS AVES NO ORINAN

Para dar buena respuesta haría falta concretar lo que entendemos por «orinar». Evidentemente, si lo circunscribimos a la acción que realizamos nosotros –y el resto de mamíferos–, las aves no orinan. Pero también podríamos decir que lo hacen de otra forma.

Comencemos por aclarar que la micción –como también se llama a la acción de orinar– es el proceso que elimina la orina de la vejiga hacia el exterior del cuerpo. Esta es la etapa final del sistema excretor. La defecación, en cambio, es la etapa final de otro proceso: el digestivo. Como es bien sabido, los mamíferos efectuamos estas dos funciones mediante dos vías diferentes.

Pues bien, decíamos que las aves lo hacen de manera bien distinta. Y es que, entre otras cosas, no tienen vejiga (con la excepción de los avestruces). Además, tampoco tienen dos orificios de salida, sino uno solo: la cloaca. Por lo tanto, sensu stricto, la respuesta ha de ser que no orinan. Ahora bien, lo que sí que tienen es el órgano fundamental del sistema excretor: el riñón.

Y ahora viene la explicación de por qué no orinan: el riñón filtra la sangre y produce un líquido de rechazo –de alto contenido en ácido úrico, pero no en urea– que acaba en el coprodeo, donde se mezcla con los excrementos procedentes del tubo digestivo. La mezcla resultante tiene una consistencia pastosa más bien líquida y un aspecto blanquecino, y se expulsa al exterior a través de la cloaca. Esta mezcla es rica en nitrógeno y fosfatos, lo que la convierte en un buen fertilizante, que se utiliza como abono (como en el caso del guano). También puede contener semillas de plantas ingeridas que se han hecho resistentes a los líquidos digestivos, lo que facilita su dispersión (caerán con el abono incorporado).

Las aves que reposan habitualmente en un lugar fijo, como muchas rapaces en sus atalayas, forman capas de excrementos que en ciertos casos aportan los nutrientes necesarios para el crecimiento de líquenes. Asimismo, algunas aves marinas, como la gaviota sombría (Larus fuscus), «bombardean» con excrementos tanto a los rivales que les quieren quitar los peces como a los depredadores que se acercan a las colonias de cría.

Ahora bien, su carácter ácido los hace corrosivos y por ello muchas aves urbanas, como las palomas, dañan las estatuas y fachadas donde reposan. También existe la posibilidad, aunque poco probable, de que nos caiga en la cabeza…

Finalmente, comentaremos que el ácido úrico es mucho menos tóxico que la urea y ello hace que no necesite ser diluido en una gran cantidad de agua, como sí pasa con los mamíferos. Gracias a ello, en la bolsa proximal se produce la reabsorción de buena parte del agua, lo que ayuda a evitar la deshidratación y, al no necesitar beber con tanta frecuencia, permite que las aves sean más ligeras, facilitando el vuelo. Además, tiene un valor adaptativo en las especies que viven en zonas esteparias, áridas o desérticas, como algunos tetraónidos.

Fuente: ABC

jueves, 17 de marzo de 2022

TODOS LOS ANIMALES DESARROLLARON LA CAPACIDAD DE GALOPAR DE LOS PECES

Todo ello fue hace 472 millones de años. Para todos los cuadrúpedos, desde los caballos a los leones o las jirafas, el galope es una forma clave de desplazarse, una pieza fundamental de su repertorio de movimientos mientras están en marcha. El galope es, en efecto, una forma eficaz de cubrir grandes distancias, o de poner tierra por medio cuando las cosas se ponen feas y los depredadores acechan.

¿Pero cuándo surgió exactamente? ¿Cuándo y cómo desarrollaron los animales la capacidad de galopar? Según la idea más extendida el galope, junto a otras formas de desplazarse como el salto, se desarrolló justo después de que los mamíferos aparecieran en la Tierra, hace unos 210 millones de años. Pero según explican Eric McElroy y Michael Granatosky en un estudio recién publicado en 'Journal of Experimental Biology', la realidad es bien distinta, y el galope pudo desarrollarse mucho antes, hace ya la friolera de 475 millones de años. Es decir, más de 250 millones de años antes de lo que se pensaba. Por lo que no es algo exclusivo de los mamíferos.

Marchas asimétricas: Para los investigadores, el galope es solo un tipo concreto de movimiento que forma parte de una serie de maniobras conocidas como 'marchas asimétricas', en las que el ritmo de las pisadas se distribuye de forma desigual. Entre esas maniobras, además, se incluyen también los saltos (como los de los conejos), las 'muletas' de los anfibios cuando se arrastran fuera del agua con sus aletas, y las 'bateas', que es lo que hacen los peces cuando se empujan con sus aletas pélvicas en los fondos marinos y fluviales.

En su estudio, McElroy y Grantosky explican que, además de los mamíferos, hay muchos otros animales que pueden galopar, como los cocodrilos, o saltar, como lo hacen algunas tortugas. Algo que les hizo preguntarse si los animales podrían haber desarrollado la capacidad de coordinar sus extremidades de forma independiente mucho antes de lo que se pensaba. Y lo que hallaron fue que, efectivamente, los animales 'aprendieron' a llevar a cabo marchas asimétricas hace aproximadamente 472 millones de años, mucho antes de que la vida abandonara los mares para conquistar la tierra firme.

Un árbol genealógico a medida: Para llegar a esta conclusión, los investigadores revisaron la literatura científica disponible y elaboraron un árbol genealógico a medida, que incluía mamíferos, marsupiales, monotremas, reptiles, ranas, sapos y peces de los que se sabe que en la actualidad son capaces de hacer algún tipo de marcha asimétrica. «En total -explica McElroy- recopilamos datos de 308 especies».


Los dos científicos asignaron un valor de '0' a las especies que solo usaban caminatas, trotes y carreras en tiempos regulares, y una puntuación de '1' a las que mostraban signos de algún otro movimiento asimétrico Luego, McElroy y Grantosky hicieron una serie de simulaciones para averiguar las probabilidades de que los modos de andar asimétricos aparecieran antes o después en el árbol evolutivo.

«Nos llevó meses resolver todos los problemas del análisis -prosigue el investigador- pero descubrimos que lo más probable es que hace unos 472 millones de años, los primeros ancestros de casi todos los animales modernos, incluidos los peces, ya fueran capaces de moverse con algún tipo de prototipo de marcha asimétrica». 

Una auténtica sorpresa, además, fue descubrir que algunas criaturas actuales, como lagartijas, salamandras, sapos e incluso elefantes, han perdido la capacidad de saltar y galopar, y ello a pesar de tener antepasados en su árbol genealógico que sí que fueron capaces de llevar a cabo esos movimientos.

Por lo tanto, la capacidad de saltar y galopar no es exclusiva de los mamíferos. Casi todos los animales que están vivos hoy en día tienen antepasados que eran capaces de moverse asimétricamente, aunque algunos la perdieron en algún punto de su línea evolutiva. Puede que perdieran los nervios necesarios para coordinar estas maniobras o que se volvieran demasiado grandes, o demasiado lentos, para llevarlas a cabo. En todo caso, todos hemos heredado la capacidad de coordinar movimientos asimétricos de algún antiguo pez que se impulsaba a sí mismo en el fondo del mar con sus aletas mucho antes de que cualquier especie pusiera un pie, o aleta, en tierra.

Fuente: ABC

DESCUBREN UN FÓSIL CON CUERNOS DE LA TORTUGA GIGANTE MÁS GRANDE QUE HA EXISTIDO

En el lugar donde ahora hallamos uno de los desiertos más áridos del planeta solía encontrarse, hace entre 5 y 14 millones de años, un ecosistema completamente diferente. Una región húmeda y pantanosa, repleta de ríos y lagos, donde habitaba la tortuga con el caparazón más grande que ha existido en nuestro planeta.

Descrita por primera vez a mediados de la década de 1970, la biología y las características de esta colosal especie del Mioceno, que se extendía a lo largo de todo el norte de América del Sur, siguen siendo grandes desconocidas debido a los escasos fósiles encontrados hasta el momento.

Ahora, un grupo de paleobiólogos ha descubierto los restos de un caparazón con cuernos de más de tres metros en el desierto de Venezuela, lo que indica que este pariente lejano de las tortugas actuales pesaba más de 1.100 kilogramos. Esta cifra se traduce en “casi cien veces el tamaño de su pariente vivo más cercano, la tortuga del río Amazonas Peltocephalus dumerilianus, y el doble que la de la tortuga más grande existente, la baula marina Dermochelys coriácea”, según el estudio.

Stupendemys geographicus ha sido bautizada en honor al calificativo de “estupenda” y a la financiación de la National Geographic Society a la investigación y el descubrimiento de estos fósiles. Su estudio ha sido publicado en la revista científica Sciences Advances.

"El caparazón de algunos individuos de Stupendemys alcanzó casi tres metros, lo que lo convirtió en una de las tortugas más grandes, si no la más grande que jamás haya existido", afirma en un comunicado Marcelo Sánchez, director del Instituto y Museo Paleontológico de la Universidad de Zúrich y jefe del estudio. Además de los investigadores de la Universidad de Zúrich, también han participado en el estudio paleontólogos de Colombia, Venezuela y Brasil, que en conjunto han reportado especímenes excepcionales de esta tortuga gigante.

“Desde la extinción de los dinosaurios no aviarios, los neotrópicos del norte han albergado vertebrados ahora extintos de gran tamaño”, afirma el estudio. “Entre ellos, se encuentran la serpiente más grande, el caimán, el gavial y algunos de los roedores más grandes”.


¿Qué indican los cuernos de su caparazón?

"Los dos tipos de caparazones indican que existieron dos sexos de Stupendemys: los machos con caparazones con cuernos y las hembras con caparazones sin cuernos". Según explica el experto, este nuevo fósil es la primera prueba de dimorfismo sexual en forma de caparazones con cuernos en este gran grupo de tortugas.

En muchas de las áreas estudiadas, los fósiles de Stupendemys coinciden con Purussaurus, la especie de caimanes más grandes. Debido a las marcas de mordedura y los huesos perforados en los caparazones fósiles de Stupendemys, los investigadores sugieren que probablemente fue un depredador de la tortuga gigant por su tamaño y tipo de alimentación.

"Según estudios de la anatomía de las tortugas, ahora sabemos que algunas tortugas vivas de la región amazónica son los parientes vivos más cercanos", dice Sánchez. “Además, los nuevos descubrimientos y la investigación de fósiles existentes de Brasil, Colombia y Venezuela indican una distribución geográfica mucho más amplia de Stupendemys de lo que se suponía anteriormente”. Los nuevos especímenes descubiertos aumentan por tanto en gran medida el conocimiento sobre la biología y la evolución de esta especie icónica.

NUEVO VÍNCULO ENTRE LA MICROBIOMA INTESTINAL Y LOS GRUPOS SANGUÍNEOS

Una sustancia común del microbioma intestinal humano tiene una preferencia específica por los antígenos del grupo sanguíneo A y ha sido descubierta por investigadores del Quadram Institute. El estudio ha sido publicado en la revista ‘PLOS Biology’ y podría tener una aplicación potencial para el diagnóstico o la terapéutica.

La existencia del antígeno del grupo sanguíneo A en el moco es distinta en diferentes partes del intestino, y de esta manera se puede asegurar que estos microbios colonicen las partes correctas del sistema digestivo para aumentar sus beneficios para nuestra salud.

Muchas personas están familiarizadas con los tipos de sangre, que están determinados por la presencia o ausencia de moléculas, conocidas como antígenos A y B, en la superficie de los glóbulos rojos.

Antígenos del grupo sanguíneo en el epitelio intestinal: Uno de los lugares donde están localizados los antígenos de los grupos sanguíneos es en el moco que recubre el revestimiento del sistema digestivo. Esta sustancia espesa y pegajosa facilita un entorno para que viva el microbioma intestinal (así como azúcares para la nutrición). Estos microbios son vitales para la salud y la prevención de enfermedades e infecciones, y el cuerpo produce moco que actúa como una barrera protectora.

Además, se ha estudiado cómo la capa de moco del cuerpo incrementa el equilibrio óptimo de microbios para colonizar y florecer. El moco está compuesto de proteínas llamadas mucinas, que son cadenas largas cubiertas de azúcares. Estas proteínas están "cubiertas" con moléculas diferentes que impiden que las bacterias entren a los azúcares, a menos que tengan enzimas específicas para romper la capa.
Microbioma intestinal: Su trabajo se ha centrado en la bacteria Ruminococcus gnavus (destacado del microbioma intestinal). Se encuentran entre las primeras bacterias en colonizar el intestino de los bebés, aunque también se sitúan en el 90% de los adultos. Esta bacteria se ha asociado positiva o negativamente con una variedad de enfermedades y afecciones humanas, desde la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) hasta los trastornos neurológicos. Los mecanismos de ‘R. gnavuslas’ cepas se adaptan al entorno intestinal. Los investigadores señalan que cepas de Ruminococcus gnavus pueden producir las enzimas que se utilizan para descomponer las capas de mucina fabricadas a partir del antígeno del grupo sanguíneo A. La actividad es muy específica del antígeno del grupo sanguíneo A. Otro análisis confirmó que no podía actuar sobre otros antígenos de grupos sanguíneos.
El equipo trabajó con compañeros de Diamond Light Source y expertos en RMN de la UEA con el fin de comprender la base de la especificidad de la enzima para los antígenos del grupo sanguíneo A. Querían revelar las interacciones estructurales de la enzima con el grupo sanguíneo A y mostrar cómo su forma encaja perfectamente con la del antígeno, que es muy importante para su actividad. Por otra parte, pudieron identificar las partes de la enzima responsables de su actividad, proporcionando información con detalle sobre su funcionamiento.

En el análisis genómico se mostró que el gen de esta enzima forma parte de un grupo de genes que permiten a las bacterias usar mucinas como fuente de energía, con la enzima antígeno del grupo sanguíneo A como fundamental para desbloquear este potencial.

El hallazgo de cepas de bacterias en el microbioma intestinal que poseen esta especificidad para digerir mucinas con antígenos del grupo sanguíneo A añade otra capa a nuestra comprensión de cómo se establecen los microbiomas.

Fuentes: Infosalus, Aula de la farmacia

CRUSTÁCEOS FRAGMENTAN MICROPLÁSTICOS EN TROZOS MÁS PEQUEÑOS QUE UNAS CÉLULAS

En el mar, cada año entran entre 5 y 13 millones de toneladas de plástico y miles de especies marinas tragan fibras de este material mientras nadan o se alimentan.

Una investigadora, Alicia Mateos, analizó un invertebrado de río, llamado Gammarus duebeni. Quería confirmar que también tenía microplásticos en su organismo, algo que se había demostrado en otros anfípodos. Y al diseccionarlo, se llevó una sorpresa: el animal había fragmentado el plástico en trozos minúsculos más pequeños que una célula; nanoplásticos.

Los resultados de este estudio se publicaron en Scientific Reports y concluyen que esta especie es capaz de triturar hasta el 66% del plástico ingerido en tan solo cuatro días. "Que los crustáceos sean capaces de triturar plástico ingerido no es algo positivo ni se tiene que ver como una solución", opina Mateos, la autora del nuevo estudio.

Algunos crustáceos más grandes llevan a cabo un proceso muy curioso. Alexandra McGoran, investigadora y autora de un estudio sobre cangrejos de mar, explica que su mecanismo de alimentación y su anatomía digestiva parecen tener un efecto opuesto. Los cangrejos utilizan las estructuras que tiene en el estómago que se parecen a dientes para enredar las fibras en bolsas que pueden llegar a tener unas 100 piezas distintas y fibras muy largas. 

"Sin embargo, la fragmentación de los plásticos por estos crustáceos más pequeños, especialmente a nanoescala, podría cambiar la forma en que los plásticos interactúan con el medio ambiente", opina.

Lo que ha llamado la atención de Cristina Romera, experta en las consecuencias de la degradación del plástico en el ICM-CSIC, es otra cosa: la poca cantidad de microplásticos que ingieren estos anfípodos, es decir, menos del 0,001% de las concentraciones que le pusieron en el vaso. La hipótesis de la experta es que si el plástico hubiera estado colonizado, la ingesta habría sido más alta, como se ha observado con otro anfípodo, el Orchestia gammarellus.

"El plástico es un material fantástico y por eso está en todas partes", dice Hodgson. Pero el problema no es el plástico en sí, sino la falta de atención que hay sobre el final de su vida", opina el director del centro de su investigación, Richard C. Thompson. Bajo su punto de vista, el plástico tiene un gran beneficio, pero a plazo muy corto, mientras que, como residuo, tiene un impacto durante mucho tiempo. Y, justamente, en esa segunda parte, no se presta suficiente atención. "Ya sabemos suficiente como para tomar acciones", insiste.

BACTERIA INTESTINAL REDUCE LA GLUCOSA EN SANGRE

Un equipo de investigadoras del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos, centro de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IATA-CSIC), ha identificado una nueva bacteria intestinal del género Holdemanella, capaz de reducir los niveles de glucosa en sangre después de las comidas, así como de mejorar el metabolismo en órganos como el hígado. Estos indicadores se encuentran alterados en personas con obesidad, con síndrome metabólico o con diabetes de tipo 2, por lo que su regulación sería muy beneficiosa para las personas con estas patologías.

El equipo del IATA, coordinado por Yolanda Sanz, centra su investigación en analizar la función que las bacterias que habitan en nuestro tracto intestinal tienen en nuestra salud, no únicamente los efectos locales que ejercen en el intestino, sino también los que se producen a través de su interacción con diversos órganos y sistemas, incluidos el hígado y el cerebro.

En el estudio, se ha evaluado la eficacia preclínica de una bacteria del género Holdemanella en modelos experimentales animales, y se ha demostrado que esta bacteria es eficaz para regular los niveles de glucosa en el organismo, realizando una función relacionada con la prevención y el tratamiento de la resistencia insulínica, la hiperglicemia y la diabetes. Se ha secuenciado el genoma completo de esta bacteria para reafirmar la seguridad de su uso en humanos.

"Las aplicaciones de esta bacteria son diversas y presentan un horizonte optimista. En particular, en el campo de la alimentación, la bacteria podría utilizarse como probiótico de nueva generación. También en la industria farmacéutica podría ser empleada como agente bioterapéutico para el tratamiento y la prevención de las disfunciones del metabolismo de la glucosa. Esta bacteria podría usarse, en combinación con fármacos antidiabéticos, para incrementar su eficacia a dosis reducidas y, por tanto, reducir también sus efectos adversos, una de las principales causas por las que ciertos fármacos que resultan eficaces son retirados del mercado", explica Marina Romaní, investigadora postdoctoral del CSIC en el IATA-CSIC.

La bacteria intestinal del género Holdemanella forma parte de la microbiota natural de individuos metabólicamente sanos y tiene la capacidad de mejorar la tolerancia a la glucosa, es decir, reducir las concentraciones de glucosa tras la ingesta. También reduce las concentraciones de glucosa elevadas (hiperglicemia) en condiciones basales y revierte alteraciones de la gluconeogénesis y la resistencia insulínica en el hígado asociadas a la obesidad. Esta bacteria es capaz de modular el sistema endocrino del intestino y la comunicación que existe entre el intestino y el cerebro para controlar el metabolismo. La bacteria favorece la secreción de la hormona gastrointestinal GLP-1 en el intestino grueso. Esta hormona se libera tras cada comida para reducir los niveles de glucosa en sangre. En el intestino delgado, la bacteria también parece mejorar las señales que esta hormona manda al cerebro, favoreciendo el control del metabolismo de la glucosa en tejidos periféricos como el hígado.

En la actualidad, la diabetes afecta a alrededor de un 8% de la población. Se trata de una enfermedad grave, y de no tomar medidas, pronto afectará al 10%. La gente con sobrepeso y obesidad presentan un exceso de glucosa en sangre, como consecuencia del consumo de dietas poco saludables, y requieren una mayor secreción de insulina para que la glucosa, tras la ingesta de alimentos, entre en el interior de las células y se reduzca la glucemia en sangre. A largo plazo, la mayor demanda de insulina hace que las células no respondan a esta hormona y que la función del páncreas finalmente resulte deteriorada. Los niveles de glucosa en sangre, como consecuencia, permanecen elevados de forma continuada, derivando en el desarrollo de diabetes y produciendo fallos en distintos órganos, como el páncreas.

Fuentes: El Mundo, Con Salud, 20 Minutos

martes, 15 de marzo de 2022

MUERE EL HOMBRE QUE HA VIVIDO CON UN TRASPLANTE DE CORAZÓN DE CERDO DURANTE 2 MESES

El paciente estadounidense David Bennett, con una grave insuficiencia cardiaca, había recibido a la desesperada el trasplante del órgano de un cerdo modificado genéticamente por la empresa Revivicor para facilitar el encaje del órgano en el cuerpo humano y evitar el rechazo. El Centro Médico de la Universidad de Maryland (EE UU), destaca que el corazón funcionó muy bien durante las primeras semanas y estuvo consciente hasta sus últimas horas.

Su cirujano, Bartley Griffith, ha asegurado en un comunicado que su equipo seguirá intentando perfeccionar esta técnica, una esperanza para pacientes como Bennett, que no reúnen las características para entrar en la lista de espera para un corazón humano. "Como cualquier otro trasplante pionero en el mundo, este nos ha aportado un valioso conocimiento que, ojalá, servirá para que los cirujanos de trasplantes mejoren sus resultados y, potencialmente, puedan salvar la vida de futuros pacientes", ha declarado Griffith. Una portavoz del hospital ha asegurado que los médicos no han identificado todavía la causa exacta de la muerte del paciente, ya que no se ha detectado un rechazo del corazón porcino.

El hijo del fallecido ha querido agradecer públicamente la oportunidad que tuvo su padre con este trasplante. "Quiso luchar hasta el final para salvar su vida y pasar más tiempo con su amada familia, incluidas sus dos hermanas, sus dos hijos, sus cinco nietos y su adorado perro Lucky. Pudimos pasar juntos unas estupendas semanas mientras se recuperaba de la operación, unas semanas que no habríamos tenido sin este milagroso esfuerzo", ha afirmado.

La empresa Revivicor, con sede en Blacksburg (Virginia, EE UU), está en la vanguardia de los xenotrasplantes, los trasplantes entre especies diferentes. El 25 de septiembre, otro equipo de cirujanos trasplantó por primera vez con éxito un riñón de cerdo de la compañía a una persona, una mujer en muerte cerebral en un quirófano de la Universidad de Nueva York. Revivicor se fundó en 2003 a partir de la empresa británica PPL Therapeutics, responsable de la creación en 1996 de la oveja Dolly, el primer mamífero clonado a partir de una célula adulta.

Fuentes: BBC, El Mundo, La Vanguardia

HALLAN NUEVO MÉTODO DE DETECCIÓN DEL CÁNCER DE PÁNCREAS

El cáncer de páncreas es el tercero, detrás del de pulmón y colorrectal, que causa más muertes en España. Es uno de lo más letales debido a la tardanza del diagnostico y a la ausencia de tratamientos terapéuticos.

Por ello, un grupo de científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y del Laboratorio Europeo de Biología Molecular, está desarrollando un nuevo método para la detección de esta enfermedad. Los investigadores, liderados por Nuria Malats (CNIO) y Peer Bork (EMBL, Heidelberg), han encontrado la firma molecular de 27 microorganismos en muestras de heces, que ayudaría a detectar en pacientes el riesgo de adenocarcinoma pancreático ductal, (el cáncer de páncreas más común). Además, gracias a este test podríamos hallar el tumor en aquellos pacientes que estén iniciando la enfermedad, a pesar de la silenciosa sintomatología que suele aparecer cuando ya el cáncer es muy complicado de eliminar.

Los investigadores realizaron un estudio caso-control único con 136 individuos (57 pacientes recién diagnosticados y 27 con pancreatitis crónica) de los que poseían información epidemiológica y clínica muy detallada. Les extrajeron muestras de saliva, heces y tejido pancreático para analizar su microbioma, ya que el mismo microbioma podría estar implicado en el origen y desarrollo del adenocarcinoma pancreático ductal.

"Análisis sofisticados a nivel bioestadístico y bioinformático nos permiten construir una firma de 27 microbios procedentes de heces, la mayoría bacterias, que discriminan muy bien los casos con cáncer de páncreas de los controles, tanto en sus fases más avanzadas como en las más tempranas", apuntan Malats y Bork.

Esta firma genética ha sido aprobada también por una investigación independiente en dos hospitales de Alemania y en 5.792 metagenomas fecales procedentes de 25 estudios de 18 países, actualmente se está estudiando en la población japonesa.

Los científicos han solicitado una patente para poder desarrollar un kit diagnóstico de cáncer de páncreas que sea capaz de detectar los genomas microbianos en muestras de heces, de una forma sencilla, barata y rápida. Sostienen que el valor predictivo de esta firma genética podría servir como biomarcador para definir la población de riesgo y utilizarse para el diagnóstico temprano. Pero como el cáncer de páncreas tiene una etiología muy compleja con múltiples factores de riesgo, los autores de la investigación quieren controlar todas las variables posibles en el análisis. 

"Actualmente los programas de cribado están dirigidos a familias con agregación de cáncer de páncreas, que representa solamente un 10% de los pacientes de este tumor. La inclusión en estos programas de cribado de un análisis de heces para identificar esta firma microbiótica podría servir para detectar el resto de la población de riesgo" concluyen los investigadores.

Fuentes: Federación Médica Colombiana, Cadena SER, 20minutos

lunes, 14 de marzo de 2022

¿CÓMO SE PLIEGAN Y MUEVEN LAS PAREDES DEL INTESTINO?

 El intestino delgado humano está formado por más de 40 metros cuadrados de tejido, con una superficie interna formada por una gran cantidad de pliegues, consiguiendo así una mayor absorción de los nutrientes.

Aproximadamente cada cinco días las células de la pared interna del intestino se renuevan para su correcto funcionamiento. Hasta el momento, se conocía que esto era posible gracias a las células madre que se encuentran en las criptas (pliegues) intestinales y que dan lugar a nuevas células diferenciadas. 

Sin embargo, se desconocía el proceso que lleva a la forma cóncava de las tripas y a la migración de las células. También por qué este recambio celular se altera en enfermedades inflamatorias y el cáncer. Un equipo internacional liderado por Xavier Trepat, biofísico del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC), ha descifrado como ocurre este proceso rutinario.

El trabajo ha combinado modelización por ordenador con experimentos con organoides de células de ratones. A diferencia de otros modelos experimentales tradicionales in vitro, los conjuntos de células tridimensionales, los mencionados organoides, reproducen múltiples características del tejido real.

Con tecnologías de microscopia desarrolladas en el mismo grupo han hecho, por primera vez, experimentos en alta resolución que han permitido conseguir mapas en 3D mostrando las fuerzas ejercidas por cada célula. Los resultados han contradicho la hipótesis más aceptada que afirma que las células generadas en la cripta empujaban a sus vecinas para salir y llegar a la cima de las vellosidades, se ha demostrado que las células de las vellosidades son las que tiran de las nuevas células con el objetivo de sacarlas de la cripta. En vez de estar bajo compresión las células de la cripta estas experimentan tensión.

Este trabajo ha abierto nuevos interrogantes, centrándose ahora en investigar el modo en el que el tejido del intestino se divide en criptas y vellosidades, así como la fusión y separación de los nichos de células madre.

Sin embargo, según los investigadores, el organoide creado permitirá estudiar enfermedades como el cáncer, la celiaquía o la colitis, en las que se da un descontrol en la multiplicación de las células madre o bien se destruyen los pliegues. Además, estos modelos pueden fabricarse con células humanas y utilizarse para desarrollar nuevos fármacos o estudiar la microbiota intestinal.

Fuentes: La VanguardiaInvestigación y Ciencia

INTESTINO HUMANO MAPEADO

Científicos de la Universidad de Carolina del Norte han conseguido mapear todo el intestino humano con resolución de una sola célula gracias a tres tractos gastrointestinales completos donados. Se espera que los resultados obtenidos proporcionen información valiosa sobre las enfermedades intestinales.

Este equipo de científicos ha realizado varios experimentos, entre ellos uno centrado en el epitelio, la capa gruesa que separa el interior de los intestinos y el colon de todo lo demás. Tomaron muestras de miles de células de cada parte del tracto digestivo inferior para estudiar las funciones potenciales de estas células a través de los genes que expresan. Estos conocimientos podrían emplearse en el tratamiento de de enfermedades o efectos secundarios de medicamentos.

Según palabras del autor principal del estudio, Scott Magness: "Nuestro laboratorio demostró que es posible aprender sobre la función de cada tipo de célula en procesos importantes, como la absorción de nutrientes, la protección contra parásitos y la producción de mocos y hormonas que regulan el comportamiento alimentario y la motilidad intestinal"

"La imagen que obtenemos de cada célula es un mosaico de todos los diferentes tipos de genes que producen las células y este complemento de genes crea una 'firma' para decirnos que tipo de célula es y que está haciendo".

Un problema importante de esta investigación es la gran cantidad de datos que se producen. La secuenciación de una sola célula brinda alrededor de 11.000 lecturas, cada una con diferentes combinaciones. Supone, por tanto, una ardua tarea para los científicos el colocarlo en un formato visible y entendible.

"El cerebro humano solo puede comprender dos dimensiones, tres es un desafío" Agrega Magness. "Añade tiempo y es aún más complicado comprender lo que está haciendo una sola célula. La cantidad de datos que produjeron nuestros experimentos fueron, básicamente, millones de dimensiones a la vez".

sábado, 12 de marzo de 2022

A MAYOR ESTATURA, MAYOR POSIBILIDAD DE CONTRAER CÁNCER DE COLON

Según el equipo de investigación Johns Hopkins Medicine de Baltimore (Estados Unidos), las personas más altas tienen un riesgo más elevado de cáncer de colon que las más bajas. 

El cáncer colorrectal se origina cuando las células en el colon o el recto se multiplican sin control, para referirnos a este tumor, se suele utilizar el término simple de cáncer de colon. Su edad media de presentación es 70-71 años y la mayoría de los pacientes tienen más de 50 años en el momento del diagnóstico. No hay diferencia de sexos, ya que afecta a hombres y mujeres casi por igual. Se desconocen las causas exactas del cáncer colorrectal, aunque sí se sabe que existen unos factores de riesgo que favorecen su aparición, en concreto, influyen: los factores dietéticos, las enfermedades o condiciones predisponentes (pólipos en el colon o recto, por ejemplo), el cáncer colorrectal previo o los factores genéticos.

Para determinar si la altura alcanzada en la edad adulta se asocia de forma independiente con el riesgo de cáncer colorrectal o adenoma. Los investigadores abordaron la influencia de las características antropométricas en la biología de la neoplasia colorrectal. Para ello, llevaron a cabo una revisión sistemática y un metaanálisis. Se analizaron los datos de 47 estudios internacionales que incluyeron a más de 280.000 casos de cáncer colorrectal y más de 14.000 casos de pólipos precancerosos (adenomas). También incluyeron los datos de un estudio de Johns Hopkins de más de 1.400 adultos que se sometieron a colonoscopias.

Tras su análisis, encontraron que 33 estudios informaron datos sobre la incidencia de cáncer colorrectal por aumento de 10 centímetros en la altura. En concreto, se asoció a un riesgo un 14 % más alto de cáncer de colon y unas probabilidades un 6 % más altas de adenomas, "los hallazgos sugieren que, en general, los individuos más altos dentro del mayor percentil de estatura tenían un riesgo un 24 % más alto de desarrollar un cáncer colorrectal que los más bajitos dentro del percentil más bajo", explica el coautor del estudio, el doctor Gerard Mullin, profesor asociado de gastroenterología y hepatología. Los investigadores aseguran que es el estudio con estas características más grande realizado hasta la fecha. 

Sin embargo, Mullins advierte de que los hallazgos no prueban causalidad, ni que ser más alto sea un factor de riesgo igual de potente que la edad o la genética, pero sí que refuerza unas asociaciones que se han notado desde hace tiempo entre ser más alto y el riesgo de cáncer de colon.

Es más, los investigadores sugieren que la altura podría ser un factor de riesgo tan importante para el cáncer de colon como los factores del estilo de vida, por ejemplo, fumar, beber alcohol y una dieta rica en carne procesada.

IMPORTANCIA DE LA VITAMINA C Y LA MICROBIOTA SOBRE EL COVID-19

Según una investigación realizada por integrantes de la Universidad Nova de Lisboa (Portugal), la diversidad de la microbiota intestinal y la Vitamina C reactiva son predictores de la gravedad de la enfermedad.

“Nuestros datos muestran que la disbiosis de la microbiota intestinal está presente en pacientes Covid graves en comparación con pacientes asintomáticos y leves. Por primera vez se dice que la diversidad de la microbiota intestinal actúa como un biomarcador que pronostica la gravedad de la enfermedad covid-19”, aseguran los autores del estudio publicado en la plataforma de preprints BioRxiv.

Para determinar la asociación entre la composición de la microbiota intestinal y la covid-19 grave, los investigadores efectuaron un estudio transversal multicéntrico que reclutó prospectivamente a 115 pacientes con covid-19, según la tabla de Cantidad de Progreso Clínico de la OMS y el lugar donde recibieron tratamiento.

Se recuperaron del total, el 16,5 % tenía covid leve, el 32,2 % moderado y el 51 % grave. El 12,2% se recuperó en su domicilio, el 34,8% requirió hospitalización normal y el 53% superó la enfermedad tras su paso por la UCI. En cuanto al análisis de la microbiota intestinal, los datos obtenidos mediante la secuenciación del gen 16S rRNA se correlacionaron aún más con los parámetros clínicos de los pacientes con covid-19

Después de analizar estos datos, los investigadores concluyeron que los cambios en la composición de la microbiota intestinal observados en pacientes con covid-19 gravemente enfermos pueden servir en última instancia para promover la inflamación de la mucosa y aumentar la permeabilidad intestinal a las moléculas proinflamatorias. Por lo tanto, esto puede conducir a un estado inflamatorio sistémico, ya que estos pacientes presentan niveles más altos de PCR en sangre, un factor pronóstico reconocido recientemente para la covid-19 grave.

Curiosamente, según los investigadores, los hombres con covid-19 parecen tener más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave que las mujeres con covid-19. Esta diferencia de sexo descrita en otros ensayos clínicos puede explicarse por una mayor expresión del aminoácido ACE2 en las células epiteliales intestinales. Este receptor de proteína es necesario para la unión, invasión y persistencia del SARS-CoV-2 en las células epiteliales del huésped. Además, los pacientes de Covid que dieron positivo por SARS-CoV-2 en sus heces eran en su mayoría hombres, lo que refuerza la gravedad de la participación de la ACE2 intestinal en el proceso de la enfermedad.

Los investigadores creen que su estudio abre perspectivas para el desarrollo de intervenciones terapéuticas destinadas a corregir la disbiosis en pacientes graves con covid-19. "Se espera que estas intervenciones aumenten la diversidad y la abundancia de bacterias comensales, lo que ayudará a suprimir el crecimiento excesivo de proteobacterias"

Fuentes: Redacción médica, Lactoflora


viernes, 11 de marzo de 2022

¿ABEJAS CARROÑERAS?

Una especie peculiar de abejas sin aguijón parece haber evolucionado en zonas de selva tropical, como Costa Rica. Se alimenta a base de carne de carroña en lugar de polen y por ello, se las ha bautizado como abejas buitre (Trigona necrophaga).

Únicamente tres especies de abejas en el mundo, todas abejas buitre, han evolucionado para obtener su proteína solamente de la carne muerta. En cambio, hay otras especies de abejas que también consumen cadáveres de animales frescos cuando están disponibles, pero también buscarán polen y néctar.

Otro descubrimiento sorprendente fue que, a pesar de su inusual dieta basada en carne muerta, las abejas buitre siguen produciendo miel dulce y comestible.

Las tripas de las abejas melíferas, los abejorros y las abejas sin aguijón están colonizadas por los mismos cinco microbios centrales, y han retenido estas bacterias durante aproximadamente 80 millones de años. Además, solamente los animales que consumen carroña tienen un estómago capaz de lidiar con las bacterias que normalmente se presentan en la carne muerta y que son posiblemente mortales, como la salmonela u otros compuestos tóxicos. 

Estas abejas han cambiado tanto su dieta que se han llegado a comparar sus estómagos con los de los buitres reales. Por esto, los investigadores querían descubrir en qué se diferenciaban las tripas de las abejas buitre con las de las demás abejas.

Para realizar esta investigación, los entomólogos colgaron trozos de carne cruda de pollo de los árboles de la selva de Costa Rica que llamaron la atención tanto a abejas que se alimentan de carne y néctar como a abejas buitre que preferían solamente carne.

Gracias a esto, atraparon varios ejemplares de abejas buitre para estudiar tanto su estructura física como su composición interna. Todo con el propósito de entender qué permite que este pequeño insecto procese y consuma la carne de animales muertos.

Después de estudiar los microbiomas de las abejas extrayendo ADN de su abdomen, los investigadores descubrieron que las abejas buitre habían perdido algunos de los microbios centrales que tenían la mayoría de las abejas y desarrollaron un intestino más ácido.

El microbioma de la abeja buitre está enriquecido en bacterias parecidas a las que se encuentran en los buitres reales, hienas entre otros animales que se alimentan de carroña, posiblemente para ayudar a protegerlos de los patógenos que aparecen en la carroña

Entre dichas bacterias, se encontraron Lactobacillus y Carnobacterium. La primera suele encontrarse en muchos alimentos fermentados de los humanos y la segunda está relacionada directamente con la digestión de la carne.

Otra modificación que notaron con respecto a las demás especies de abejas fue la forma en la que los insectos usaban sus atributos. Por ejemplo, las abejas melíferas tienen bolsas en la parte trasera de sus patas para almacenar el polen que recolectan. Las abejas carnívoras siguen teniendo estos bolsillos, pero los usan para guardar carne.

Los entomólogos investigaron las diferencias físicas y microbianas que hacían que las abejas fueran carnívoras. Pero no se centraron como tal en los motivos evolutivos que los llevaron a tener dichos cambios.

Por esa razón, se tiene una idea sobre el tema, pero aún así es necesario realizar más estudios antes de ofrecerla como una explicación definitiva. Por ahora, se sostiene que la causa del cambio podría haber sido por la alta competencia que hay entre las distintas especies de abejas en el trópico. Como consecuencia, al mutar para consumir un alimento menos demandado entre los suyos, las abejas buitre pudieron asegurarse el alimento necesario para sobrevivir.

Como siguiente paso, los científicos quieren estudiar qué ocurre con la carne recolectada por las abejas buitre. Esta especie de abejas guardan la carroña recogida en unos contenedores especiales donde la almacenan hasta dos semanas antes de comérsela tanto ellas como sus crías. En concreto, los científicos quieren investigar qué pasa con la carne durante las dos semanas que pasa en estos contenedores.

jueves, 10 de marzo de 2022

HALLAN EL SECRETO DEL PORQUÉ LOS BUITRES PUEDEN COMER CARNE PUTREFACTA

Devorar animales en descomposición hace enfermar a la mayoría de los carnívoros. Las aves carroñeras los ingieren sin problemas gracias a microbios que viven en su intestino. Los buitres pueden comerse todo tipo de cadáveres en descomposición que harían enfermar a otros animales. 

Cuando un ser vivo fallece, una gran cantidad de microorganismos comienza a dar cuenta de los restos. Muchos de ellos, como el ántrax, empleado como arma biológica, son tóxicos para otros seres vivos, pero no para los buitres. Estas aves, aplican todo tipo de artimañas para aprovechar la energía de los muertos. Entre otras cosas, para penetrar en los cuerpos de grandes mamíferos, acceden a través de orificios naturales, en particular del ano. Esto los expone además a otra serie de bacterias peligrosas (además de las que están en la carne podrida): aquellas que están en la materia fecal del animal muerto, como la Clostridia o las Fusobacterias, que son tóxicas para la mayoría de los vertebrados.

Un análisis genético de los microorganismos que se encuentran en el intestino de los buitres registró que los dos tipos de bacterias peligrosas eran abundantes. Además, los autores, liderados desde las universidades danesas de Aahrus y Copenhague, observaron que frente a lo que suele suceder con otros vertebrados, la diversidad de los microbios que se encontraron en la cara de los animales era mucho menor que la del intestino. Esto se explicaría porque los buitres cuentan con un sistema de filtrado y un hábitat intestinal que tiene preferencia por las bacterias que suelen ser tóxicas y no deja pasar otros muchos microorganismos que viven en perfecta armonía con otras especies, como la nuestra. 

Específicamente, hallaron 528 tipos de bacteria en la cara y sólo 76 en el intestino de los buitres. Esto quiere decir que durante el proceso digestivo, los buitres matan la mayoría de microbios que consumen. Los que sobreviven dentro del intestino, son los que causan más problemas para el ser humano.

El aparato digestivo de los buitres presenta una acidez muy fuerte. Tiene dos tipos de bacteria que lo convierten en uno de los más duros del planeta, y esto podría explicar por qué logran sobrevivir pese a los gérmenes que ingieren. "Sus estómagos son ambientes muy fuertes, fríen todo lo que pasa por allí", dice Hansen. "Incluso el ADN de la presa no pasa". En opinión de Gary Graves, coautor del estudio y curador de aves del Museo de Historia Natural Smithsonian, en Estados Unidos, "la gente por lo general no reconoce el enorme servicio al ecosistema que ofrecen los buitres para los seres humanos". "Son como un sistema sanitario móvil y gratuito. Consumen y se deshacen de millones de kilos de carne podrida que podrían ser una amenaza para la salud pública".

En realidad, el pacto entre microorganismos y buitres no es tan extraño. Se trata de un acuerdo entre dos seres vivos con funciones bastante parecidas. Aunque hay otras aves, como las águilas, que son carroñeras, no se alimentan de cadáveres tan deteriorados. "Una oveja que lleva muerta una semana, prácticamente solo la pueden eliminar del campo los microorganismos o los buitres", afirma Javier de la Puente, técnico de la ONG SEO/Bird Life. La labor de los buitres, que según esta organización consumirían anualmente unas 10.000 toneladas de carroña solo en España, evitaría gasto de recogida, transporte e incineración de cadáveres y evitaría enviar a la atmósfera 193.000 toneladas de CO2.

Fuentes: El País, BBC







VIRUS DE LA GRIPE EN LA LECHE DE VACA PASTEURIZADA

Un equipo de científicos de la Universidad de Wisconsin-Madison ha descubierto por primera vez la presencia de virus de gripe aviar altament...