La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una enfermedad devastadora que afecta a las células nerviosas del cerebro y la médula espinal. Por desgracia, actualmente no existe cura ni tratamiento eficaz para esta enfermedad, lo que la hace aún más desgarradora para quienes la padecen y sus familias: la disminución progresiva del control muscular y del movimiento puede conducir a una pérdida de independencia y a un importante deterioro de la calidad de vida.
Sin embargo, gracias al trabajo de científicos malteses, se abre una ventana de esperanza para este colectivo.
Los expertos de la Universidad de Malta han logrado identificar el gen que podría servir de diana para tratar o detener la enfermedad. Se han obtenido grandes resultados en las moscas de la fruta, que comparten un 75% de secuencias de ADN con los humanos.
El profesor Rubén Cauchi, que ha dirigido la investigación, ha explicado que los especialistas malteses se han centrado en el gen SCFD1 que se encuentra "alterado" en un número significativo de pacientes con ELA.
"Se trata de un descubrimiento revolucionario y estamos muy contentos de que la investigación sobre la importancia del gen, conocido como SCFD1, se haya realizado en Malta de principio a fin, pero pueda aplicarse a pacientes de ELA de todo el mundo", ha dicho el profesor Rubén Cauchi, que ha liderado el equipo de científicos que ha descubierto este mecanismo.
El gen SCFD1 ya se había descrito internacionalmente por ser uno de los factores de riesgo más importantes para los pacientes de ELA. Sin embargo, la trascendencia de la relación entre el propio gen y la propia enfermedad seguía sin conocerse hasta la intervención del los investigadores de Malta: "El gen SCFD1 es uno de los factores de riesgo más fuertes para los pacientes de ELA en todo el mundo. Sin embargo, hasta ahora se desconocía la importancia de la conexión entre SCFD1 y la enfermedad".