Otra característica peculiar de su anatomía es que las hembras de topo tienen el clítoris cubierto por prepucio que tiene un aspecto alargado que lo hace parecerse a un pene, por donde orinan.
Por si esto fuera poco, además, durante su etapa juvenil, las hembras tienen el orificio vaginal cerrado.
Por todas estas características de su anatomía, se puede decir que estos animales son hembras desde el punto de vista reproductivo, pero sus genitales externos son masculinos.
La presencia de características sexuales masculinas y femeninas en un solo organismo se da de forma muy aislada en los mamíferos; sin embargo, en el caso de las hembras de topo ibérico, esto es lo habitual, ya que todas presentan ovotestis.
Lo extraordinario de la presencia de ovotestis en estas hembras es su producción de testosterona, que es la principal hormona sexual de los machos. Esta producción varía dependiendo de la época del año. Desde finales del otoño, durante el invierno y parte de la primavera, la vida es más fácil para los topos y, por ello, el tamaño de su tejido testicular es más pequeño. Además, este periodo coincide con su época de apareamiento. Sin embargo, en verano, la época más dura para estos animales, ya que el alimento es escaso y la tierra está dura y seca para excavar sus galerías, la parte testicular se agranda y la producción de testosterona se incrementa, llegando a alcanzar los mismos niveles que los de los machos.
Esta variación en la producción de testosterona coincidiendo con distintas épocas del año es algo que aún se está investigando.
De hecho, un equipo de científicos ha realizado un estudio sobre el genoma del topo ibérico y del topo de nariz estrellada, cuyas hembras también desarrollan ovotestis, que ha permitido descubrir que los genomas de ambas especies tienen alteraciones que afectan a la actividad de algunos genes relacionados con la producción de testosterona y con el desarrollo de los testículos, lo que provoca que modifiquen cuándo y cuánto “se encienden y se apagan” esos genes en los órganos sexuales de las hembras.Los biólogos creen que esta alteración genética podría estar relacionada con su evolución, ya que estos animales han desarrollado una estructura social muy peculiar, en la que una hembra dominante se reproduce con varios machos. Esto podría haber llevado a que algunas hembras desarrollen genitales masculinos para poder competir con los machos por el acceso a dicha hembra dominante.
De esta forma, los topos hembra dejan claro que no hay una sola forma de ser hembra, biológicamente hablando y que, en casos excepcionales, el desarrollo de rasgos masculinos podría estar relacionado con la necesidad de adaptarse a ambientes extremos y poco amigables.