viernes, 8 de marzo de 2024

CREACIÓN DE ÓRGANOS HUMANOS EN MODELOS DE RATÓN

Los investigadores del CIMA y la Clínica Universidad de Navarra han desarrollado una tecnología para el crecimiento del corazón y sistema vascular en modelos de ratón, avanzando así hacia la creación de órganos aptos para humanos.

La producción de órganos humanizados en animales como cerdos a partir de células madre pluripotentes es una perspectiva prometedora para abordar la demanda de donantes en la medicina, según Giulia Coppiello y Paula Barlabé, del Programa de Ingeniería Biomédica del CIMA.

El trasplante de órganos es considerado el tratamiento definitivo para muchas enfermedades que no responden a terapias previas, señalado por el CIMA en un comunicado.

Para evitar el rechazo post-trasplante, es necesario reemplazar tanto las células del órgano como su sistema vascular.

En el campo de la medicina regenerativa, se utilizaron embriones de ratón incapaces de desarrollar su sistema cardíaco y vascular, a los que se les inyectaron células madre de ratón, logrando quimeras con un corazón y sistema vascular derivados de las células madre.

El estudio destaca la capacidad de generar estos órganos desde células madre pluripotentes, utilizando al ratón como incubadora, según Xabier Aranguren, investigador principal del Programa de Ingeniería Biomédica del CIMA.

Además, los científicos replicaron el estudio en ratones con células madre de rata, demostrando la viabilidad de generar un corazón con células madre de una especie diferente al embrión.

Estos avances en la generación de órganos humanizados a partir de células madre pluripotentes en modelos animales representan un hito significativo en el campo de la medicina regenerativa. La posibilidad de desarrollar órganos compatibles con humanos abre nuevas oportunidades para abordar la escasez de órganos para trasplantes y mejorar la calidad de vida de los pacientes que necesitan estos procedimientos médicos.

Fuentes: rtve.es, gacetamedica.com

jueves, 7 de marzo de 2024

NUESTRAS HECES SALVARÁN MILLONES DE BACTERIAS

En la actualidad, está ocurriendo una extinción silenciosa de la cual no nos hemos concienciado y podría complicarnos bastante la vida. 

Estoy hablando de una extinción que se está produciendo y que está acabando con varias especies de bacterias, las cuales son seres vivos fundamentales en el ciclo de la vida. 

Con la subida del consumo de antibióticos y la reducción de cantidad de fibra que tomamos (la cual forma parte del alimento de las bacterias) se está produciendo una preocupante bajada de la diversidad de microorganismos en el cuerpo de la población.

Aquí es donde entra la grandiosa idea de los científicos suizos, su idea es utilizar heces y otro tipo de materiales para preservar las bacterias y fomentar su expansión dentro de una gran bóveda en Suiza.

Esta extinción silenciosa se puede ver gracias a dos grandes evidencias.
 
La primera está relacionada con la epidemiología y se basa en una relación entre uso de antibióticos o nacer por cesárea con una mayor incidencia en enfermedades

La segunda se vio en varios experimentos con animales con la microbiota (Grupo de bacterias que nos ayudan bastante). Con esto se ha visto que al pasar una microbiota de un animal sano a uno enfermo, este último fue sanado, por lo que esto podría ser un tratamiento para mejorar condiciones crónicas e inflamatorias como la diabetes.

Todavía no sabemos la función de muchas de estas bacterias, tampoco sabemos como afectan a nuestra salud ni las posibilidades que podrían ofrecer para tratamientos, por lo que deberíamos conservar muestras de varias especies de estos microorganismos en un lugar seguro. Una de las primeras propuestas, que es la que impulsó la creación de esta noticia, es la propuesta por el equipo sueco de recolectar heces humanas para conservar la microbiota intestinal.

También se han propuesto alimentos que han sido fermentados por distintos tipos de bacterias, como un yogur y un queso.

Cono todo esto se pretende que los países involucrados manden muestras para ser guardadas en la caja fuerte de la bóveda de la Microbiota para tenerlo como copia de seguridad. Las muestras se permitirían guardar de forma gratuita si solo el científico responsable puede acceder a ella y que haya autorización para acceder a la secuenciación genética de esa información. La principal opción para esta bóveda es Suiza, pero por los problemas actuales que azotan Europa se están estudiando otras opciones como Groenlandia.

Fuente: BBC News, ABC Sociedad

LAS MOSCAS, FUENTE DE PROTEINAS EN LOS ANIMALES

La Universidad de Alicante participa en el proyecto de investigación FlyHigh, financiado por la Unión Europea a través del programa H2020, con el objetivo de mejorar la tecnología relacionada con la obtención de grandes cantidades de biomasa de insectos dípteros (moscas) como una fuente alternativa de proteínas en la alimentación animal. Este proyecto cuenta con la colaboración de las empresas Bioflytech (España) y Agriprotein (Sudáfrica), así como las universidades de Helsinki (Finlandia) y Novi Sad (Serbia), que están involucradas en diferentes líneas de investigación básica y aplicada.
 
El director del Departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales de la UA, Santos Rojo, quien también coordina el proyecto, explica que FlyHigh se centra en la producción masiva y controlada de diversas especies de moscas mediante un análisis detallado de su ciclo biológico. Esto incluye el estudio de la biodiversidad de las moscas, su interacción con las plantas y el desarrollo tecnológico para la producción de harina de insectos destinada a la alimentación animal.

El proyecto busca obtener datos relevantes sobre la cría artificial y masiva de diversas especies de dípteros con larvas descomponedoras. La producción masiva de insectos a escala industrial es un sector emergente que se espera tenga un mayor desarrollo en los próximos años.

Se destaca que las moscas tienen ciclos de vida más cortos y pueden alimentarse de una amplia variedad de subproductos y residuos de origen animal o vegetal, lo que las convierte en una opción prometedora para la producción de proteínas alternativas.                                                                                            
La empresa Bioflytech y la firma Agriprotein están especializadas en la cría de estos insectos para su 
valorización de subproductos, transformación de residuos y obtención de fuentes proteicas alternativas.

Aunque aún la harina de insecto no es competitiva en comparación con otras fuentes proteicas como la harina de pescado o de soja, se espera que en los próximos cinco años su producción sea sostenible tanto desde el punto de vista medioambiental como económico, generando así un nuevo sector productivo
y empleos.

Además de la producción de biomasa de larvas de mosca para la alimentación animal, el proyecto FlyHigh también abarca la cría artificial de especies de dípteros como polinizadoras alternativas o complementarias a las abejas, así como el análisis de las relaciones evolutivas entre especies de moscas asociadas a plantas bulbosas en Sudáfrica y la región Mediterránea. Este aspecto del proyecto tiene relevancia económica debido a la importancia de las plantas bulbosas en el mercado mundial de plantas ornamentales.

FlyHigh cuenta con un presupuesto de 450.000 euros y una duración de tres años en los países participantes. Al finalizar el proyecto, se llevará a cabo un workshop y una conferencia internacional en España para presentar los resultados de las investigaciones realizadas, con énfasis en la utilización de biomasa de larvas de mosca en la alimentación animal.

EL SECRETO FÍSICO DE LOS YAKS PARA VIVIR EN LAS ALTURAS

 Los Bos mutus o popularmente conocido como yaks, son mamíferos bóvidos de tamaño mediano y que tienen un pelaje lanoso que habita en las grandes montañas de Asia, estas tienen entornos gélidos y poco oxígeno y pocos animales pueden sobrevivir sin que acaben con problemas de salud, pero los yaks son uno de los que viven sin problema en estos entornos. Un estudio de Nature Communications ha expuesto las adaptaciones genéticas y celulares que le dan a estos animales la posibilidad de vivir. Su supervivencia se debe a un tipo de célula pulmonar endotelial específica de ellos, y desempeñan un papel muy importante para vivir en estos entornos. Tantos los yaks domésticos como los salvajes habitan sin complicaciones en regiones de hasta 6.000 metros de altura, estas condiciones supondría problemas muy graves en otro tipo de mamíferos (incluidos los humanos).

Qi-En Yang, coautor del estudio e investigador del Instituto del Noroeste de Biología de la Meseta de la Academia de China, cuenta que las próximas demostraciones de él y de su equipo pretenden desvelar cuándo los yaks desarrollaron esas células pulmonares. Para explorar la adaptación de estos animales a otros entornos, Qi-En Yang y más científicos han combinado datos genómicos y transcriptómicos para presentar una detallada imagen del genoma de los yaks, también presentaron un mapa de sus tipos de células pulmonares. 
                                                                                                                                  
Los científicos han encontrado 127 genes que funcionan de manera diferente en comparación de otros animales de ganado europeo y han encontrado un subtipo de célula endotelial que se encuentra en su tejido pulmonar. Creen que esta célula puede hacer que sus vasos sanguíneos sean más resistentes y fibrosos, lo que ayuda a poder respirar con mayor facilidad. Los autores de estas investigaciones concluyen que estas ayudan a revelar ciertos tipos de adaptaciones genéticas de estos mamíferos. También sospechan de que este tipo de células no solo se encuentren en los yaks, si no que también se pueden encontrar en diferentes antílopes y ciervos que viven en mesetas altas. Por ejemplo, se sospecha que el antílope tibetano las pueda tener, ya que también habita en la meseta tibetana. Por el contrario, los seres humanos no disponemos de ellas, ya que habitamos el mundo hace poco tiempo y necesitaríamos más tiempo para desarrollarlas.

miércoles, 6 de marzo de 2024

CÓMO LA COCINA CAMBIO PARA SIEMPRE NUESTRO APARATO DIGESTIVO


Cocinar los alimentos modificó de forma drástica la anatomía y fisiología del ser humano y nos hizo diferentes al resto de los animales. Tanto que ya no es una elección: una dieta crudívora estricta 
Implica problemas de salud.

Existe una amplia diversidad de características que nos diferencian del resto de animales: el ser humano es, por muchas razones, distinto. Al margen de las cuestiones culturales y sociales, nos distinguimos de forma muy significativa por ciertas características anatómicas y fisiológicas. Una de ellas, la más clásica, es el famoso desarrollo cerebral; pero hay otras: una de las más elocuentes, aunque poco conocida, refiere a las particularidades de nuestro aparato digestivo.

Diferencias que no solo se concretan en el tracto gastrointestinal propiamente dicho, también las encontramos en la forma de la mandíbula, la de las piezas dentales y en nuestra eficacia masticatoria (muy deficiente si la comparamos con cualquier otro animal). Somos muy distintos del resto de animales. Incluso del resto de primates, nuestros parientes vivos más cercanos. Desde el albor de los tiempos esas diferencias han formado parte de un proceso evolutivo en el que el fuego tuvo un papel determinante: no es que evolucionáramos hasta controlar el fuego, sino que, gracias a él se propiciaron una serie de cambios asombrosos.

Se ha estudiado y especulado mucho sobre las causas de las diferencias mencionadas, pero hasta hace relativamente pocos años no se ha puesto de relieve la importancia, crucial, de ser el único animal que cocina. De hecho, no se conoce ningún grupo de humanos que no cocine. Así que posiblemente, cocinar explique si no todas esas diferencias, sí una parte muy importante, hasta el punto que para los humanos hacerlo ya no es una elección.

El conjunto de diferencias alimentarias entre animales nos ha ofrecido la típica clasificación dietética con animales carnívoros, omnívoros, herbívoros, frugívoros, etc. Según ella, los humanos entraríamos en el grupo de los omnívoros. Sin embargo, si no pudiéramos preparar y cocinar los alimentos como hacemos, es más que posible que nos enfrentáramos a graves deficiencias tanto calóricas como de ciertos nutrientes esenciales. Por tanto, debido a que los humanos tenemos una dependencia obligada de la cocción y otras técnicas de preparación y conservación de alimentos, deberíamos agruparnos bajo otra característica. Nuestra especialización dietética más relevante es la de consumir alimentos cocinados: es decir, somos cocinívoros.

En base a sus características biológicas el ser humano podría ser considerado un despilfarrador energético, ya que su gasto es especialmente elevado cuando lo comparamos con el de otros mamíferos. Este interesante estudio comparó el gasto energético entre humanos y los chimpancés con quienes compartimos el 98% del material genético. Así, para realizar una misma labor -cazar-recolectar- los machos adultos humanos gastan un 44% más energía que sus homólogos chimpancés.

Hay muchos más datos, y todos van en la misma dirección: machos y hembras gastamos mucho más que nuestros parientes más cercanos, sin entrar a considerar las excepcionales demandas energéticas del cerebro. Estas diferencias podrían explicarse con facilidad siempre que los humanos dedicáramos más tiempo a la obtención de energía o bien si tuviéramos estructuras digestivas más eficientes (o ambas cosas al mismo tiempo). Pero la realidad no puede ser más distinta.

Los chimpancés mastican su comida de cuatro a seis horas al día, mientras que los humanos apenas invierten una hora en esta actividad. Además, en comparación con los primates no humanos, tenemos cavidades orales más pequeñas, mandíbulas y dentición reducida, y músculos masticadores más pequeños y menos potentes. Incluso nuestro aparato digestivo es, proporcionalmente, más corto (y por tanto menos eficaz).

Por si esto no fuera suficiente, la inversión fisiológica de los humanos en la digestión resulta ser más baja de lo esperado: gastamos en ella entre el seis y el 7% de la energía, en comparación con el promedio de mamíferos que invierten del 13% a 16% del gasto total. En resumen: gastamos mucha más energía y disponemos de muchos menos recursos biológicos para su obtención ¿cómo se explica esta paradoja?

Todos los trabajos científicos que abordan estas cuestiones coinciden en definir el cocinado como el uso del calor para preparar alimentos. Existen otras formas de procesar y manipular los alimentos tales como el troceado, molido, la fermentación, etcétera. Pero ninguno de estos procesos sirve para explicar por sí solos o en su conjunto las ganancias nutricionales netas debidas al cocinado.

Solo la aplicación del calor, en virtud de la forma y del tiempo, va a redundar en una transformación significativa de la matriz alimentaria -ya sea animal o vegetal- suficiente para entender en gran medida la singularidad humana al respecto de su eficiencia energética en el uso de alimentos. El cocinado favorece la disminución del esfuerzo necesario para el procesado de alimentos: menor masticación, menor necesidad de enzimas digestivas y menor tiempo de digestión total. Y, además, propicia una accesibilidad superior a la energía y a los nutrientes en el alimento cocinado frente al crudo.

Cocinar, más allá de las cuestiones estrictamente nutricionales y de la inversión frente a la obtención de energía, aporta importante un valor añadido: el calor higieniza, y en algunos casos esteriliza, los alimentos. Algo que en el caso de los hombres primitivos tuvo que representar un paso de gigante en el uso de recursos fisiológicos, y por tanto en el camino de la evolución. El estudio The energetic significance of cooking deja encima de la mesa algunas reflexiones asombrosas. Según sus cálculos, cocinando como se cocina, el coste energético medio debido a la regulación del sistema inmune por el impacto de las enfermedades alimentarias equivale al gasto energético de un único día en el contexto de una vida de 75 años.

Sin embargo, si los consumidores no cocinaran sus alimentos, se enfrentarían a un gasto energético equivalente al de 6,9 años. Para que se entienda mejor, estos cálculos apuntan a que, si no se cocinaran los alimentos, los consumidores enfermaríamos una media de 42 veces al año e implicaría tener fiebre durante 145 días cada año (con el correspondiente incremento del gasto de energía a razón de un 13% más por cada grado de fiebre). Todo ello, claro está, si se consiguiera salir con éxito de cada toxiinfección; y al año siguiente otra vez.

Fuentes: El PaísMeneame.

UNA RANA CON EL SUPERPODER DE HACERSE CASI INVISIBLE

Existe en la naturaleza una rana diminuta que tiene la capacidad de volverse prácticamente invisible cuando duerme, concentrando su sangre en un lugar específico de su cuerpo sin que éste se vea afectado por coágulos que pudieran resultar perjudiciales para ella.

Se trata de las "ranas de cristal" (Hyalinobatrachium fleischmanni), llamadas así porque su piel y sus músculos se vuelven translúcidos y permiten que sus huesos y órganos sean visibles.

La transparencia es una forma común de camuflaje entre los animales que viven en el agua, sin embargo, es muy poco común entre aquellos que son terrestres. Para muchos vertebrados es casi imposible utilizar esta forma de camuflaje, ya que los glóbulos rojos que circulan por el cuerpo oscurecen y hacen opacos incluso los tejidos más transparentes.

Las "ranas de cristal" son animales nocturnos que pasan el día durmiendo en hojas, de forma que, para escapar de la atención de sus posibles depredadores, pueden volver su cuerpo transparente en hasta un 61%, confundiéndose así con las hojas sobre las que duermen.

Se han realizado numerosos estudios sobre este anfibio, ya que, hasta ahora, no se sabía cómo se volvía transparente. Recientemente, un grupo de científicos ha conseguido desvelar el misterio de esta rana utilizando imágenes fotoacústicas que permiten rastrear el movimiento de los glóbulos rojos.

¿Cómo consiguen esta transparencia? Básicamente, "ocultando los glóbulos rojos de la vista".  Curiosamente, cuando estos anfibios duermen, extraen aproximadamente un 90% de los glóbulos rojos de su sistema circulatorio y los concentran en el hígado, que puede llegar casi a duplicar su tamaño. El plasma sanguíneo continúa circulando por el cuerpo de las ranas, pero sin glóbulos rojos, que están concentrados en el hígado, así la mayor parte de su cuerpo se vuelve transparente. 

La "rana de cristal" permanece despierta durante la noche para cazar, reproducirse o cantar. Para activarse, lo que hace es liberar los glóbulos rojos del hígado y devolverlos al sistema circulatorio, lo que les da la capacidad para moverse, desactivando así el fenómeno de la transparencia y, de esta forma, el hígado vuelve nuevamente a su tamaño normal.

Los científicos autores del estudio que ha permitido descubrir este misterio, afirman que esta rana es capaz de tener un proceso de coagulación normal ante heridas y, sin embargo, no genera coágulos que puedan tener un efecto perjudicial para ella. 

En la mayoría de los animales, una acumulación tan alta de glóbulos rojos ocasiona coágulos que pueden llegar a ser mortales. En el caso de las personas, para evitar los coágulos, utilizamos medicamentos específicos para ello. 

Sin embargo, estas ranas cuentan con algún anticoagulante o algún mecanismo bioquímico que les permite acumular la sangre en el hígado sin que se produzca ningún coágulo.

Pero el superpoder de esta rana va más allá, porque no solo es capaz de disminuir y agregar glóbulos rojos en partes específicas de su cuerpo, siendo capaz de no usar su sistema circulatorio durante muchas horas del día, sino que también es capaz de sobrevivir con una cantidad muy baja de oxígeno cuando duerme, ya que reduce considerablemente su metabolismo permaneciendo completamente inmóviles durante muchas horas.  

Los resultados de este estudio sobre la anticoagulación de estos anfibios pueden servir para entender mejor el flujo sanguíneo y desarrollar nuevos anticoagulantes u otros fármacos que permitan mejorar las enfermedades vasculares.

Fuentes: BBCNational Geographic

DESVELADO MISTERIO DE OSOS PANDAS MARRONES

 

En 1985 se observó el primer oso panda marrón. Se pensó de todo al verlo ya que era único: que si era una falsificación, que si era un caso de albinismo, que si tenia una alteración genética.

Al final, se catalogó como una subespecie de Ailupodora melanoleuca a la que llamaron panda de Qinling, por ser esta cordillera en donde lo encontraron. Ahora, el análisis del pelaje de dos de ellos y 227 pandas, todos blanquinegros menos estos dos, ha identificado una mutación en un gen que interviene en la pigmentación de estos úrsidos que heredaron de sus padres. Se estima que solo hay un centenar en su último refugio.

El primer avistamiento registrado de un panda marrón acabó con la osa de nombre Dandan en el zoo de Xi`an, capital de la provincia china de Shaanxi, famosa por el tesoro arqueológico de los miles de guerreros de terracota. Durante años se intento que Dandan se quedase embarazada pero o abortaba o las crías morían a los pocos meses, desde entonces, se multiplicaron los avistamientos en los bosques de bambú de las montañas Qinling. No es que vieran a cientos pero si a una decena de pandas marrones. El estudio de ambos animales, se ha publicado en la revista científica PNAS, donde se ha revelado el misterio de su color.

El estudio del pelaje de ambos animales y su comparación con el de los pandas blanquinegros demostró que tenían menos melanosomas en su pelo. Se trata de orgánulos dentro de las células de la epidermis que almacenan y sintetizan la melanina, pigmento presente en casi todos los seres vivos y que en humanos se concentra sobre todo en piel y cabello. Los melanosomas de los osos pandas son un 55% más pequeños.

Para determinar el origen genético del marrón, los investigadores secuenciaron el genoma de familiares comunes a los dos osos pandas marrones y los compararon con los datos genéticos de 200 animales de otras zonas de China. Tras hacer eso, encontraron la mutación responsable de este fenotipo tan especial. Comparando las secuencias, encontraron que la deleción de 25 pares de bases en el inicio del gen Bace2 era la posible causa, ya que casi ninguno de los 200 pandas de otras cordilleras tenía la mutación. Sin embargo, varios ejemplares de las montañas Qinling y un híbrido de ambas poblaciones contaba con la variación, unos eran heterocigotos, pero solo los dos osos pandas marrones eran homocigotos, por lo que habían heredado la mutación tanto de su padre como de su madre, de ahí la escasez y el carácter de mutación recesiva.


Fuentes: El País, Mundiario

LA RAZÓN POR LA QUE LOS HUMANOS NO TENEMOS COLA

Los seres humanos, al contrario de los monos, no tenemos cola. La perdieron los antepasados que compartimos con gorilas y chimpancés hace unos 25 millones de años, cuando el grupo evolucionó a partir de los monos del Viejo Mundo. Lo que había sido útil durante millones de años desapareció y, lejos de ocurrir de manera gradual, probablemente lo hizo de forma súbita. Aunque las razones son todavía inciertas, algunos expertos creen que este apéndice, conveniente para propulsarse de árbol en árbol y sujetarse en las ramas, podía ser un estorbo para la vida bípeda en el suelo.

Ahora, un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Nueva York (EE.UU.), ha encontrado el mecanismo genético exacto que impide que a los simios hominoides, de los que nuestra especie forma parte, les crezca la cola.

El trabajo, que la revista “Nature” ha destacado, escaneó 140 genes relacionados con el desarrollo de la cola en vertebrados en busca de cambios que podrían haber provocado su pérdida. Los investigadores observaron que la inserción de un elemento Alu (un fragmento de ADN) en el gen Tbxt (asociado con el desarrollo de la cola en animales con cola) pudo ser el culpable. El elemento Alu conduce a la creación de un tipo diferente de proteína, que suele actuar en el desarrollo de la cola. Ese cambio es compartido por simios y humanos pero falta en los monos con cola.

Para probar su teoría, el equipo generó modelos de ratón que expresaban diferentes formas del gen Tbxt y examinó si esa variación afectaba a sus colas. Encontró una variedad de efectos, incluidos algunos ratones con el apéndice más corto y otros que nacieron sin él.

«Tenemos buenas evidencias de que la mutación que llevó a la pérdida de la cola ocurrió hace unos 25 millones de años (porque es compartida por todos los simios) cuando nuestros ancestros y los de los simios divergieron de los que dieron lugar al linaje de los monos del Viejo Mundo», explica a este periódico Itai Yanai, profesor en el Instituto de Genética de Sistemas y Bioquímica y Farmacología Molecular en la Universidad de Nueva York.

El motivo, según cuenta Yanai, es que una cola que podía ser ventajosa para la vida en los árboles, podía convertirse en un engorro tan pronto se hizo la transición a tierra firme. «Probablemente su pérdida facilitó la evolución de la locomoción bípeda», afirma. Si la cola fue reduciéndose de forma paulatina o, en cambio, desapareció abruptamente de un solo golpe, «nadie puede saberlo. Pero a partir de los experimentos con ratones parece que pudo haber sido algo abrupto, ya que haciendo esta mutación simple en el ratón ya se elimina la cola», señala el científico.

Los genes a menudo influyen en más de una función del cuerpo, por lo que los cambios que aportan una ventaja en un lugar pueden ser perjudiciales en otro. En el caso de la inserción en el gen Tbxt, el equipo encontró un pequeño aumento en los defectos del tubo neural en ratones.

«Vimos que algunos de los ratones que perdieron la cola también tenían una condición similar a la espina bífida humana, un tipo de defecto del tubo neural», dice Yanai. La espina bífida se observa hoy en uno de cada mil recién nacidos. «Esto sugiere que la presión evolutiva para perder la cola debió de ser muy grande», concluye. Debido a que tener una cola es tan básico para los vertebrados, «apagarla con una sola mutación podría haber llevado a los defectos que observamos».

La pérdida de la cola es uno de los cambios corporales más notables que han ocurrido a lo largo del linaje evolutivo que condujo a los humanos y otros simios. Para el investigador, «es sorprendente que un cambio anatómico tan grande pueda ser causado por un cambio genético tan pequeño».

Fuente: ABC

martes, 5 de marzo de 2024

LA EVOLUCIÓN Y VENTAJAS DE LOS PULMONES FRENTE A OTRO SISTEMA RESPIRATORIO

El sistema respiratorio es fundamental para la vida en el reino animal, y los pulmones son una característica destacada en muchos organismos, aunque su forma y función varían considerablemente entre las diferentes especies. Aunque los humanos y otros mamíferos pueden ser los más familiares para nosotros, existen una variedad de adaptaciones respiratorias en el reino animal que son igualmente fascinantes. 

Los pulmones son órganos internos encargados de facilitar el intercambio de gases entre el medio ambiente y el organismo. Este proceso implica la absorción de oxígeno del aire y la eliminación de dióxido de carbono, un subproducto del metabolismo celular. En los vertebrados, los pulmones están formados por innumerables sacos de aire rodeados por una membrana delgada, a través de la cual se lleva a cabo la difusión de gases. El oxígeno absorbido se transporta a través de la sangre a todas las células del cuerpo, donde se utiliza en procesos metabólicos, y el dióxido de carbono se elimina a través de la exhalación. 

Aunque los pulmones son la forma más común de órgano respiratorio en animales terrestres, no todos los seres vivos lo tienen. Por ejemplo, las lombrices de tierra, a pesar de vivir en tierra, respiran a través de su piel. Este método, conocido como respiración cutánea, les permite intercambiar gases directamente con el ambiente externo sin la necesidad de pulmones. Del mismo modo, ciertos insectos utilizan un sistema de tubos llamado tráqueas para transportar el oxígeno directamente a las células del cuerpo sin la intermediación de pulmones. 

En el mundo acuático, las branquias son el órgano respiratorio predominante en muchos animales, incluidos los peces. Las branquias son estructuras altamente eficientes para extraer el oxígeno del agua, pero tienen limitaciones en entornos terrestres debido a la menor disponibilidad de oxígeno en el aire en comparación con el agua. 

Los pulmones ofrecen una solución adaptativa a esta limitación al permitir que los animales respiren aire directamente, liberándolos de la dependencia del agua para obtener oxígeno. La evolución de los pulmones a dado lugar a una diversidad de formas y funciones en diferentes grupos de animales. 

Por ejemplo, algunos peces primitivos tenían pulmones y branquias, lo que les permitía adaptarse a ambientes de agua dulce donde la disponibilidad de oxígeno puede ser limitada. Incluso ahora hay peces como los dipnoos (peces pulmonados) que pueden respirar aire directamente, lo que les permite sobrevivir en aguas con bajos niveles de oxígeno. 

En los animales terrestres, como los anfibios y reptiles, los pulmones son órganos relativamente simples pero vitales. Aunque estos animales a menudo dependen de la piel para la respiración, especialmente en etapas tempranas de su desarrollo, los pulmones se convierten en el principal órgano respiratorio en la edad adulta. 

En muchos vertebrados terrestres, incluyendo aves y mamíferos, los pulmones se han vuelto altamente especializados para maximizar la eficiencia del intercambio de gases. Por ejemplo, en las aves, los pulmones están conectados a sacos de aire adicionales que les permiten un sistema de ventilación altamente eficiente, incluso durante el vuelo. 

domingo, 3 de marzo de 2024

TIMOREBESTIA EL GUSANO DEPREDADOR DE MÁS DE 500 MILLONES DE AÑOS

En el norte de Groenlandia, un equipo internacional de científicos, con la colaboración destacada del Instituto Coreano de Investigación Polar, ha anunciado el descubrimiento de un fascinante fósil que pertenece a una especie de gusano depredador denominada 'Timorebestia koprii'. Este hallazgo arroja luz sobre una antigua dinastía de depredadores que habitó los océanos hace al menos 518 millones de años, durante el Cámbrico Inferior.

Los expertos, cuyo trabajo fue publicado en la revista Science Advances, describen a estos gusanos como criaturas impresionantes que medían alrededor de 30 centímetros, convirtiéndolos en uno de los animales nadadores más grandes de su época. Su nombre, una combinación de 'bestia terrorífica' en latín y 'Kopri', en reconocimiento al Instituto Coreano de Investigación Polar, refleja la magnitud de su impacto en los océanos prehistóricos.

La importancia de este descubrimiento radica en la posibilidad de que estos gusanos depredadores hayan sido pioneros como animales carnívoros en la columna de agua durante el Cámbrico Temprano. Hasta ahora, se había considerado que los artrópodos primitivos, como los anomalocarídidos, eran los depredadores dominantes en esa era, pero el Timorebestia parece desafiar esa creencia.

Los Timorebestia presentaban aletas a ambos lados del cuerpo, largas antenas y estructuras de mandíbula impresionantes. Además, dentro de su sistema digestivo fosilizado, los científicos hallaron restos de un artrópodo nadador llamado Isoxys. Este descubrimiento sugiere la existencia de complejas cadenas alimentarias en los antiguos ecosistemas oceánicos.

Según Jakob Vinther, de la Universidad de Bristol, estos gusanos depredadores podrían haber estado cerca de la cima de la cadena alimentaria, equiparándolos en importancia a algunos de los principales carnívoros modernos, como tiburones y focas. La presencia de Timorebestia junto a los fósiles de gusanos flecha, que son antiguos depredadores oceánicos, sugiere que estos gusanos podrían haber dominado los océanos antes de la ascensión de los artrópodos.

Este descubrimiento también confirma la evolución de los gusanos flecha, ya que se encontraron similitudes en la estructura nerviosa entre Timorebestia y los gusanos flecha vivos. Tae Yoon Park, del Instituto Coreano, destaca que las expediciones en Sirius Passet han revelado una gran diversidad de nuevos organismos, prometiendo más hallazgos que contribuirán a entender cómo eran y evolucionaron los primeros ecosistemas animales.

jueves, 29 de febrero de 2024

GEN ''SALTARÍN'' PROVOCÓ QUE LOS HUMANOS PERDIERAN LA COLA

La cola ha sido una herramienta muy útil desde la aparición de los primeros animales, hace más de 500 millones de años. Los peces la han utilizado para propulsarse por el agua, los dinosaurios guardaban el equilibrio con ellas y los escorpiones las emplean como arma. Más cerca de nuestra especie, hace 25 millones de años, los primates ancestrales las utilizaban como una extremidad más, para agarrarse a las ramas de los árboles donde vivían, igual que hacen ahora los monos del nuevo mundo. Pero algo sucedió entonces que hizo desaparecer ese útil apéndice de nuestra rama evolutiva. Ni los chimpancés, ni los orangutanes, ni los monógamos gibones tienen cola. Tampoco los humanos, al menos de adultos.

La revista Nature publica un trabajo liderado por investigadores de la Universidad de Nueva York, en el que los autores identifican un cambio genético que explicaría la desaparición de la cola. Para dar con esa modificación, los investigadores compararon el ADN de varias especies de monos con cola con el de otras de simios, en busca de variantes genéticas que compartan estos últimos y aquellos no tengan.
  
Así, identificaron el gen TBXT, esencial en el desarrollo embrionario y que, en muchos primates, regula la formación de la cola. “El cambio en el gen que observamos es que, un gen corto saltarín —un fragmento de ADN que se conoce como secuencia Alu— aterrizó en una parte no codificante de un gen”, explica Itai Yanai, autor principal del estudio. Allí, su proximidad a otro elemento Alu cambió la actividad del gen TBXT, que empezó a producir una proteína diferente a la que habitualmente hace crecer la cola.

Además de la pérdida del rabo, los científicos observaron que los ratones que expresaban esa proteína tenían más probabilidades de sufrir defectos del desarrollo como la espina bífida. Este grupo de malformaciones, conocidas como defectos del tubo neural, se producen en uno de cada mil nacimientos. “Esto sugiere que la presión evolutiva para perder la cola era tan grande que, a pesar de crear la posibilidad de estas enfermedades, aun perdimos la cola”, dice el responsable del estudio, que especula que, como tener cola es algo tan básico para los vertebrados, “eliminarla con una sola mutación puede haber provocado los defectos observados”. 

Fuente: El País

martes, 27 de febrero de 2024

CIENTÍFICOS CONSIGUEN REVIVIR ÓRGANOS DE CERDOS MUERTOS CON SANGRE SINTÉTICA

Científicos de la prestigiosa Universidad de Yale, en Estados Unidos, desarrollan una nueva tecnología con la cual administran un fluido que podría denominarse sangre artificial.

Este fluido protege a los órganos vitales de un animal, en este caso el cerdo, y consigue restablecer la circulación sanguínea, aunque el cerdo lleve horas estando sin vida.

Se creía que después de un paro cardiaco, las células y tejidos comienzan a destruirse de forma rápida e irreversible debido a que no había flujo sanguíneo. Sin embargo, estos científicos han conseguido dar con la forma de intervenir estos procesos de destrucción en células en las que no sean tan inmediatos y así restaurar alguna de sus funciones.
La tecnología que han utilizado se llama "OrganEx". Esta ha empleado: una sangre artificial que no se coagula y transporta el oxígeno, una mezcla de trece compuestos que facilitan la interrupción de los procesos químicos y ayudan al sistema inmunológico y por último un dispositivo que ayuda a bombear la sangre artificial imitando el latido de un corazón. 
El experimento que llevaron a cabo trató de inducir un paro cardiaco a unos cerdos, pero antes los anestesiaron. A la hora de haber muerto utilizaron OrganEx. Seis horas después del uso de esta tecnología comprobaron que algunas funciones celulares claves estaban activadas y que algunas funciones de órganos vitales funcionaban. Incluso llegaron a conseguir reactivar la circulación al completo del animal fallecido.

Los científicos fueron sorprendidos por ciertos movimientos involuntarios de los músculos de la cabeza y del cuello, lo que demostraba que había todavía preservación de las funciones motoras. Aun así, no es indicativo de ninguna actividad mental cerebral.

Este descubrimiento permite alargar la vida de órganos donados tras la muerte de la persona donante, preservar los órganos trasplantados por más tiempo o incluso mantener las funciones de órganos vitales en el cuerpo después del sufrimiento de un ictus o ataque al corazón. Esto podría llegar a significar que algún día los médicos devolviesen la vida a personas tras horas de su fallecimiento.
Fuentes: Cadena SER, BBC

EL EXTRAÑO ANIMAL QUE COME ROCA Y EXCRETA ARENA

Reuben Shipway tuvo que extraer con mucho cuidado de una roca a esta criatura extraña. Parecía una "salchicha traslúcida", según un comunicado de la Universidad Northwestern en Estados Unidos, donde trabajaba el investigador.

El animal resultó ser una especie de los llamados comúnmente "gusanos de los barcos". Estos animales tienen el aspecto de un gusano, pero son moluscos, y tienen ese nombre por masticar y digerir la madera en las embarcaciones hasta llenarlas de orificios. El animal extraído por Shipway, sin embargo, no comía madera sino roca y defecaba arena.

El molusco fue hallado en el río Abatan, en la Isla de Bohol, en Filipinas. Los científicos creen que el animal solamente vive en una determinada sección del río.

Los investigadores llamaron al gusano Lithoreda abanatica. La primera parte del nombre incluye los términos en latín para roca (litho), y gusano (teredo). La segunda parte del nombre es una referencia al río donde fue encontrado.

El animal es tan extraño para la ciencia que no se trata solamente de una nueva especie, sino de un nuevo género. Sin embargo, para los habitantes de la isla era un viejo conocido.

Los pobladores locales también fueron esenciales para hallar este animal que ellos llaman 'antingaw'. Los gusanos de los barcos son considerados un delicatessen en Filipinas, y aparentemente las madres jóvenes los comen para inducir la lactancia.

"Es un animal casi mítico," señaló Shipway, actualmente investigador de la Universidad de Massachusetts y autor principal de un nuevo estudio que describe científicamente al animal.

"Esto es algo típico de los científicos. Vamos a lugares y "descubrimos" estos animales, pero la población local ya los conoce hace mucho tiempo", señaló Dan Distel, director del Ocean Genome Legacy Center, Centro del Legado del Genoma del Océano de la Universidad Nortwestern y otro de los autores del estudio.

Los gusanos habían cambiado completamente el ecosistema. Las rocas estaban llenas de orificios, y de muchos de esos agujeros sobresalían los sifones o estructuras tubulares de los animales. Estos miden cerca de 150 milímetros de largo. Y son diferentes físicamente de los gusanos de la madera, ya que tienen dientes más grandes para perforar la roca, según el estudio publicado en Proceedings of the Royal Society B, la revista de la Academia de Ciencias de Reino Unido.

Uno de los grandes enigmas es de dónde obtienen estos gusanos su energía, ya que en la roca no hay nutrientes que puedan absorber.

Los científicos creen que estos pequeños moluscos obtienen alimento a través de las bacterias que viven en su organismo. "Estamos particularmente interesados en estudiar las bacterias simbióticas que viven dentro de este animal, y queremos saber si esa comunidad bacteriana le aporta alimentos", señaló Shipway. Y esa relación simbiótica con bacterias podría ser importante para la salud humana.

Fuentes: BBC, El Universal

CIENTIFICOS DECUBREN UNA NUEVA CELULA EN NUESTROS ALVEOLOS


Un estudio realizado en 2022 nos enseña que existen unos delicados conductos ramificados dentro de los pulmones.

Se ha visto como la función de estas células es mantener el correcto funcionamiento del sistema respiratorio e incluso pueden eliminar ciertas afecciones relacionadas con el tabaquismo, incluso, como el EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica).

Estas células tienen un papel muy importante para poder mantener en perfecto funcionamiento el sistema respiratorio e incluso pueden servir para fabricar nuevos tratamientos contra las enfermedades anteriormente dichas.

Estas células son conocidas como “RAS” y son secretoras de las vías respiratorias, y se pueden encontrar los bronquiolos y son capaces de reparar las células de los alvéolos y transformarlas u originar unas nuevas, ya que actúan de forma similar a las células madre.

Estas células se encontraron gracias a que se realizaron los experimentos con muestras de tejido pulmonar de donantes sanos de los que se examinó el material genético de sus células, porque hasta ahora solo se ha podido experimentar con ratones y otros mamíferos pequeños, lo que reducía la posibilidad de encontrar resultados fiables.

Las células “RAS” también han sido encontradas en los pulmones de los hurones, ya que poseen un sistema respiratorio más parecido a los humanos que la mayoría de los mamíferos.

Estas células cumplen dos funciones esenciales que son la de secretar moléculas para poder mantener el revestimiento de líquido en los bronquiolos y así poder ayudar a evitar el colapso de estas diminutas vías respiratorias, pudiendo así maximizar la eficiencia de los pulmones. Y la otra es el servir como “células progenitoras” de las células alveolares tipo 2, la cual se caracteriza por secretar una sustancia química usada para reparar los alvéolos dañados.

De acuerdo con este estudio, el usar células “RAS” nos permitiría el poder prevenir o al menos aliviar los efectos de la EPOC al tener la capacidad de reparar los alvéolos dañados, en vez de recurrir a soluciones temporales como los medicamentos, que sí pueden aliviar los síntomas temporalmente, pero no pueden revertir el daño.

LOS ALIMENTOS ULTRAPROCESADOS "HACKEAN" NUESTRA BIOLOGÍA

En una habitación, en algún lugar del edificio de Zoología de la Universidad de Oxford, llena de 200 langostas migratorias en cajas de plástico, a finales de los ochenta, los entomólogos Stephen Simpson y David Raubenheimer, empezaron su tarea de descubrir que ocurre si sometes a estos animales a una dieta que obliga a los distintos apetitos a competir; alimentando a los animales con mezclas de proteínas y carbohidratos en cantidades relativas que no coinciden con su objetivo de ingesta. Al hacer 25 dietas diferentes y medir cuanto comían las langostas, lo que crecían y la rapidez con la que se desarrollaban, descubrieron que al competir los apetitos de las proteínas y los carbohidratos, ganaban las proteínas. 

A lo largo de su carrera, Stephen Simpson ha demostrado que, al igual que las langostas, los seres humanos también tienen un apetito específico por las proteínas y los carbohidratos. Sin embargo, en un mundo donde los alimentos ultraprocesados inundan las estanterías de los supermercados, esta regulación del apetito se ve afectada. Palabras de Simpson: "Lo que ha sucedido es que nuestros apetitos evolucionaron en entornos naturales, ahora han sido sometidos a entornos alimentarios altamente procesados que han sido diseñados, en muchos sentidos, para hackear nuestra biología, para subvertir nuestros apetitos". 
Los entomólogos sostienen que, los alimentos ultraprocesados, bajos en proteínas, pero ricos en grasas y carbohidratos, pueden conducir a un ciclo vicioso. Estos productos estimulan el apetito, pero no satisfacen nuestras necesidades nutricionales, lo que lleva a un consumo excesivo de calorías y en última instancia el aumento de peso.
Un estudio realizado en Sídney revela que la gente allí obtiene más de la mitad de sus calorías de alimentos ultraprocesados, en algunos casos más del 90% de ellas. A medida que aumenta la ingesta de estos alimentos las proteínas que tomamos se mantienen iguales, pero la energía aumenta, debido a la dilución de estas por las grasas y carbohidratos, además su apetito por las proteínas les llevaba a ingerir más calorías, normalmente en forma de tentempiés salados. Esto se debía a la activación de una hormona llamada FGF21, que desencadenaba un comportamiento de búsqueda de sabores, una respuesta sustantiva al consumo de proteínas.

Simpson destaca que a medida que las personas ganan peso, su metabolismo se desregula, Los tejidos se vuelven menos sensibles a la insulina y esto afecta al metabolismo de las proteínas. Esto puede llevar a la descomposición de tejidos magros, como músculos y huesos, y al consumo de proteínas para producir energía. Al final, el apetito por las proteínas aumenta, lo que perpetúa el ciclo del aumento de peso y desregulación metabólica.

Por último, este, enfatiza lo imperativo de volver a una alimentación saludable, basada en alimentos integrales, frutas, legumbres, nueces, cereales, lácteos de calidad y proteínas magras. De esta manera, el alimento se convierte en una herramienta útil para guiar nuestras elecciones alimentarias hacia una dieta equilibrada y saludable.

ROBOT CON SANGRE ARTIFICIAL

Un famoso investigador señala que si los humanos son capaces de funcionar durante varios días sin comer, los robots también deberían poder funcionar un mayor tiempo antes de tener una recarga de energía.

Debido a este pensamiento, James Pikul, investigador del Departamento de Ingeniería Mecánica y Mecánica Aplicada de la Universidad de Pennsylvania, y su equipo, se pusieron a trabajar para desarrollar un innovador sistema que dotaría a robots de un componente de doble propósito. Se basa en sangre sintética, que sirve de fluido hidráulico para proporcionar movimiento.

Este desarrollo es conocido como sistema vascular electrolítico de alta densidad energética para robots. Para probarlo, crearon un pez león robótico al que se le implantó este sistema circulatorio de sangre artificial, con el objetivo de resolver el problema de operación y almacenamiento de energía.

Durante las primeras pruebas lograron que el pez nadara por períodos máximos de 36 horas y a una velocidad de 1,5 cuerpos por minuto. Tras compararlo con un pez robótico sin sangre artificial e impulsado por una batería convencional, los investigadores aseguran que su pez robótico tuvo ocho veces más autonomía.

Dicha sangre es realmente capaz de servir como batería, la cual almacena energía en una solución líquida de electrolitos para mejorar el rendimiento del robot. Gracias a este sistema, el pez es capaz de mover las aletas para impulsarse.

Según el investigador, es la primera vez que se combinan transmisión de fuerza hidráulica, el movimiento y almacenamiento de energía en un único sistema multifuncional dentro de un robot.

Apenas se trata de un experimento, sin embargo, Pikul menciona que le gustaría poderlo implantar en robots más grandes, maquinaria autónoma e incluso vehículos eléctricos o hasta en aviones.

Fuentes: Xataka, Diario AS

lunes, 26 de febrero de 2024

MICROPÁSTICOS DAÑAN EL SISTEMA DIGESTIVO DE LOS PÁJAROS MARINOS

Los científicos saben hace tiempo que los pájaros marinos ingieren microplásticos al confundirlos con comida y según el estudio publicado por la revista Nature Ecology & Nature, estos desperdicios no solo obstruyen o transitan por el estómago, sino que perturban también el equilibrio de todo un sistema digestivo.

Son minúsculos fragmentos de plástico que miden unos 5mm y que se encuentran en todos los lugares, desde la profundidad de los océanos hasta territorios aislados en el Antártico.

Al estudiar el tubo digestivo de dos especies de pájaros marinos del Atlántico, el fulmar de norte y la pardela cenicienta, los investigadores constataron que las minúsculas partículas dañan su microbioma, estas especies dependen de una dieta moluscos , crustáceos y pescados marinos.

El estudio muestra un aumento de los microbios resistentes a los antibióticos y revela que algunos tipos de microplásticos podrían también liberar sustancias químicas que perturban el microbioma intestinal de los pájaros. 

''Hasta el momento, ha habido una investigación limitada que aborda si las cantidades de microplásticos que existen en el ambiente natural tienen consecuencias nocivas para el bienestar de los microbios intestinales de las especies afectadas'', comentó Gloria Fackelmann, que realizó el estudio como parte de su tesis doctoral.

Mientras más ingiera el pájaro microplásticos, más disminuyen las bacterias gástricas, en su mayoría benéficas, y proliferan los agentes potencialmente patógenos.

''A medida que la cantidad de microplásticos en los intestinos aumentaba, la presencia de bacterias comensales se reducía. Las bacterias comensales tienen un rol esencial, al proveer nutrientes vitales a sus anfitriones y ayudar en la defensa contra los patógenos oportunistas. Las alteraciones en estas comunidades microbianas pueden afectar a varios procesos relacionados con la salud, y potencialmente dar pie a enfermedades en el anfitrión'' explicó Fackelmann.

''A través de nuestro examen los animales en sus hábitats naturales, nuestra investigación demuestra que las alteraciones en el microbioma pueden ocurrir a unas concentraciones más bajas, que ya son prevalentes en el mundo natural'', añadió Gloria.

Fuentes: El Tiempo, Simhcottumwa.


domingo, 25 de febrero de 2024

DESCUBREN LA ÚLTIMA COMIDA DE UN DINOSARIO DE HACE 110 MILLONES DE AÑOS

El contenido estomacal fosilizado del Borealopelta que pesaba 1300 kg, revela detalles de la vida cotidiana de esta criatura prehistórica acorazada e incluso la estación durante la que murió. Hace 110 millones de años este nodosaurio paso sobre los restos de un incendio forestal en Canadá se supo, ya que contenía restos de carbón de fragmentos de plantas quemadas, y permaneció en sedimentos marinos, puesto que se hundió en el mar se dice que es el dinosaurio mejor preservado de su tipo y los científicos gracias a ello han podido descubrir algo nuevo una bola de material vegetal en el estómago del animal que no solo revela su dieta, sino que también documenta la estación en la que falleció el dinosaurio. Normalmente, el poder saber el contenido estomacal que tienen fosilizados es raro, pero gracias a su perfecto estado lo pudieron hacer hasta su armadura ósea quedo intacta y las envolturas de queratina que lo envolvían también se fosilizaron. En el lado izquierdo de la cavidad torácica.
Se encontraron una masa de piedritas de colores donde debía de tener el estómago, entonces extrajeron un poco, lo incrustaron en resina e hicieron pequeñas láminas para examinar mejor bajo un microscopio y reconocieron materia de vegetal fosilizada como trozos de hojas. Estuvieron estudiando el ecosistema del Cretácico donde vivía el Borealopelta y se concluyo que tenían que ser plantas de poca altura tras varios estudios se supo que se alimentaba de helechos, pero no cualquiera sino del grupo de los leptosporiangiados que es el grupo más grande en la actualidad, más o menos en primavera y piedrecitas llamadas gastrolitos que le ayudaban en la digestión. Este ejemplar fue descubierto hace unos años, pero hasta hace poco no sé sabía con exactitud que contenía esa masa estomacal donde antes se pensaban que era unas cuantas ramas y semillas, pero no mucho más. Esta revelación se llegó a partir de microfósiles encontrados en su abdomen, este prestigioso descubrimiento lo han llevado a cabo investigadores canadienses del museo Royal Tyrrell de Paleontología.

CETÁCEOS QUE CONSUMEN FÁRMACOS

Los resultados de un estudio de la Universidad de Murcia muestran la presencia de antibióticos y  antiinflamatorios, más allá de las aguas, en el organismo de cetáceos que vararon en la costa mediterránea. El principio activo más detectado ha sido el ibuprofeno, seguido de la azitromicina.

En la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia, anteriormente se había analizado la presencia de otros contaminantes como metales, petróleo o plásticos, en mamíferos marinos, en especial delfines.

Estas sustancias ya están estandarizadas en los mapas de riesgo de la UE, mientras que en las aguas comunitarias empieza a ver preocupación de la aparición de antibióticos. Los antidepresivos también están presentes.

A los cetáceos no se les administran antibióticos, como puede pasar en el caso de mamíferos terrestres, especialmente aves de corral. Estos cetáceos no son comestibles en nuestro entorno, sino que circulan libremente en el mar y los fármacos llegan a su organismo a través de residuos.

Como hemos mencionado, la principal vía de llegada es la de las aguas residuales, aunque también se pueden encontrar por fuentes de contaminación difusa de la ganadería y agricultura. Actualmente, existen tecnologías en las estaciones de depuración de aguas residuales, pero estas suponen un alto coste en el tratamiento del agua.

Por último, habría que tener en cuenta que en la cuenca mediterránea hay países líderes mundiales en la producción y exportación de productos farmacéuticos, así como consumidores de medicamentos. Los hallazgos confirmarían de alguna manera lo difícil que es poner puertas al mar. 

Fuente: El Mundo

REPTIL PREHISTÓRICO SE ALIMENTABA COMO LAS BALLENAS

 El descubrimiento de dos cráneos de especies, pertenecientes al Triásico, sugiere que ya algunos animales en esa época podían filtrar los alimentos como algunos hacen hoy en día.

La filtración es un común modo de alimentación para algunas especies de sistemas acuáticos. En general, involucra a un animal que está en movimiento en el agua y de ella extrae algunos pequeños organismos, como el krill o el plancton, usando mecanismos que funcionan como un filtro o un tamiz. Por ejemplo, los peces que se alimentan por filtración, como los tiburones peregrinos, utilizan sus branquias para retener los alimentos que captan del agua, mientras que otros como las ballenas tamizan el material con sus barbas.

Hasta la fecha, la falta de las características presentes en los fósiles nunca había suscitado la idea de que algunos reptiles marinos del Mesozoico pudieran haber obtenido el alimento a través de este mecanismo. 

El hallazgo de un antiguo reptil marino encontrado en la provincia de Hubei, el Hupehsuchus nanchangensis, ha descolocado a un equipo de científicos del Servicio Geológico de China. Estos científicos creen que la alimentación de esta especie era similar al de algunos cetáceos modernos.


El análisis del par de cráneos descubiertos representan un ejemplo de evolución convergente, es decir, las características similares evolucionan de forma diferente en diferentes especies, y nos brindan información sobre la alimentación de algunos antiguos reptiles.

Según las evidencias, se puede apreciar la presencia de una estructura posiblemente dedicada al filtrado. El autor principal de estos estudios, Long Cheng y sus compañeros, sugieren que el Hupehsuchus nanchangensis podría haber sido un filtrador similar a algunas ballenas modernas de la actualidad.

Los dos especímenes fueron descubiertos en la Formación Jialingjiang, del Triásico Inferior, en la provincia de Hubei. Uno de ellos se encontraba muy bien conservado desde la cabeza hasta la clavícula y el otro estaba casi completo. Según los resultados de los estudios, los cráneos de esta primitiva especie poseían un hocico inusual y desdentado, con dos huesos largos en la parte superior del cráneo que actuaban como marco de un espacio estrecho. También podían observar la mandíbula inferior estrecha y débilmente conectada con el resto del cráneo, esto le habría permitido expandir su cavidad bucal para acomodar grandes bocanadas de agua.

Según los investigadores, esta especie probablemente era un nadador lento debido a la rigidez de su cuerpo, lo que significa que podría haberse alimentado de manera similar a las ballenas francas o de Groenlandia.

Fuentes: Vista al Mar, National Geographic

GENES QUE CONTRIBUYEN A LA EVOLUCIÓN GENITAL MASCULINA DE LA MOSCA DE LA FRUTA

Se ha demostrado que la selección sexual impulsa cambios evolutivos en los genitales de otros insectos y animales, pero este es un caso raro en el que se ha identificado un gen detrás.

Científicos de la Universidad de Durham y la Universidad Oxford Brookes, en Reino Unido, han encontrado uno de los genes que contribuye a la evolución genital entre dos especies de mosca de la fruta estrechamente relacionadas.


Los investigadores observaron los lóbulos posteriores de los genitales masculinos de Drosophila simulans y Drosophila mauritiana.

Ambas son especies del subgrupo de moscas de la fruta Drosophila melanogaster.

Estos lóbulos han cambiado rápidamente de forma y tamaño en menos de 240.000 años y los de Drosophila simulans son mucho más grandes que los de Drosophila mauritiana.

Se ha demostrado que la selección sexual impulsa cambios evolutivos en los genitales de otros insectos y animales, pero este es un caso raro en el que se ha identificado un gen detrás.

Esta información revela parte de la base genética de cómo la evolución genital masculina ha sido impulsada durante miles de años debido a la selección sexual.
El equipo de investigación editó el genoma de Drosophila mauritiana y Drosophila simulans para mostrar que los cambios en Sox21b cambiaron la forma y el tamaño del lóbulo posterior. Esto también afectó la duración del apareamiento de estas moscas.

De esta forma, los investigadores señalan que con esta información podrán realizar próximos experimentos de comportamiento más detallados para determinar si esta variación es el objetivo de la elección femenina, si da a los machos una capacidad diferente para asegurar el apareamiento, como parece sugerir un aumento en la duración del apareamiento, o si esto es impulsado por los intereses en conflicto de masculinos y femeninos.

Fuente: El Mundo

LA NUEVA VARIANTE DEL CORONAVIRUS

 Los Centros de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos ha detectado una nueva variante de la covid-19 en los procesos reglamentario...