El empresario Elon Musk ha anunciado la implantación del primer chip cerebral de su compañía Neuralink en un ser humano."El primer ser humano recibió un implante de Neuralink ayer y se está recuperando bien", ha escrito este lunes el multimillonario en la red social X. Según Musk, los primeros resultados "muestran una prometedora detección de picos neuronales".
La noticia del primer implante de Neuralink en humanos se ha dado nueve meses después de que la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA, en inglés) diera su aprobación para que la empresa comenzara a hacer estudios en humanos.
La función del implante será la de "leer" la actividad cerebral para poder transmitir órdenes que ayuden a restaurar algunas funciones cerebrales gravemente dañadas tras un infarto o una esclerosis lateral amiotrófica, que derivan en graves daños en la capacidad comunicativa.
Hasta ahora, los implantes cerebrales se han desarrollado en una sola dirección: desde el cerebro hacia el exterior (generalmente una computadora que procesa las señales), pero el proyecto de Neuralink aspira a poder trasladar información también en la otra dirección, hacia el cerebro.
Neuralink está desarrollando en paralelo dos tipos de implantes, uno para restaurar la visión "incluso en aquellos que nunca la han tenido" y otro para restablecer las funciones corporales básicas en personas con parálisis por daños en la médula espinal."Permite controlar tu teléfono u ordenador, y a través de ellos casi cualquier dispositivo, con solo pensar. Los primeros usuarios serán aquellos que hayan perdido el uso de sus extremidades. Imagina si Stephen Hawking hubiera podido comunicarse más rápido que un mecanógrafo o un subastador. Ese es el objetivo", ha expresado Musk.
En los primeros resultados se detectaron prometedores picos neuronales o impulsos nerviosos y el paciente se está recuperando bien, señaló.El objetivo de Neuralink es conectar cerebros humanos a computadores y ayudar a tratar afecciones neurológicas complejas, dice la misma empresa.
Varias empresas competidoras ya han implantado dispositivos similares. En mayo, la FDA autorizó a la empresa de Musk probar el chip en seres humanos, un hito fundamental después de las dificultades que había tenido para obtener la aprobación. Esto dio luz verde para iniciar el estudio, de seis años de duración, en el que se utiliza un robot para insertar quirúrgicamente 64 hilos flexibles, más finos que un cabello humano, en una parte del cerebro que controla la "intención de movimiento", según Neuralink.
La empresa afirma que estos hilos permiten que su implante experimental -alimentado por una batería que puede cargarse de forma inalámbrica- registre y transmita señales cerebrales también de forma inalámbrica a una aplicación que decodifica cómo pretende moverse la persona.
En una publicación en X, la red social de la que es propietario y que antes se conocía como Twitter, Musk dijo que el primer producto de Neuralink se llamaría Telepathy.
Según Musk, Telepathy permitirá "controlar el teléfono o el computador, y a través de ellos casi cualquier dispositivo, con sólo pensar".
"Los primeros usuarios serán personas que hayan perdido la funcionalidad de sus extremidades", añadió.
"Imagínese que Stephen Hawking pudiera comunicarse más rápido que un mecanógrafo o un subastador. Ese es el objetivo", agregó, haciendo referencia al fallecido científico británico que padecía de enfermedad motoneuronal.
Aunque la participación de Musk le da notoriedad a Neuralink, se enfrenta a rivales que tienen un historial que en algunos casos se remonta a hace dos décadas.
Por ejemplo, Blackrock Neurotech, con sede en Utah, EE.UU., implantó su primera de muchas interfaces cerebro-computador en 2004.
Precision Neuroscience, creada por un cofundador de Neuralink, también pretende ayudar a personas con parálisis.
Su implante se asemeja a un trozo muy fino de cinta adhesiva que se coloca en la superficie del cerebro y puede implantarse a través de un "microcorte craneal", lo que, según afirma la empresa, es un procedimiento mucho más sencillo. Los dispositivos existentes también han dado resultados. En dos estudios científicos recientes realizados en Estados Unidos, se utilizaron implantes para monitorear la actividad cerebral cuando una persona intentaba hablar, la cual luego podía descodificarse para ayudarla a comunicarse.