Por increíble que parezca, se ha comprobado que efectivamente desechaban oro real, y por asombroso que pueda parecer, este descubrimiento es extraordinario, ya que combina de forma excepcional e inimaginable la microbiología con la electrónica, esta fusión anormal tiene un potencial inesperado capaz de cambiar nuestra percepción de la naturaleza y lo que es capaz de hacer.
Esta bacteria tan asombrosa denominada Cupriavidus metallidurans es capaz de ingerir compuestos de oro, como el cloruro de oro (oro líquido), que es altamente tóxico y transformarlo en oro metálico sin sufrir ningún tipo de daño, resulta que los microbios juegan un papel clave en cómo el oro se disuelve, se mueve y se vuelve a concentrar en los sedimentos de la tierra, todo sin ser envenenados por los iones de este preciado metal.
Los dos profesores han creado una instalación llamada "The Great Work of the Metal Love", que mezcla ciencia y arte de una manera fascinante. En esta obra, combinan lo que ellos llaman ciencia espectáculo o alquimia con biotecnología. Esta máquina presenta un laboratorio portátil recubierto de oro, un biorreactor de cristal con aspecto de alambique y una mezcla de bacterias que hacen la magia de este proceso convirtiendo todo en pequeños lingotes de oro en un corto período de tiempo.
Desde una perspectiva científica, este avance podría cambiar por completo la industria minera y la forma en que creamos materiales avanzados. Pero no solo eso, la combinación de la microbiología y la electrónica nos abre las puertas ante un mundo que relaciona la ciencia y la creatividad. Por otra parte, es fundamental abordar de manera adecuada la forma en que se aplica esta bacteria en entornos naturales y evaluar las posibles implicaciones ambientales que pueda tener para garantizar que no cause daños a los ecosistemas circundantes.
Fuentes: OkDiario y elPeriódico.